Las Nevadas

Capítulo 26

Quackity's pov

Pasamos el resto de la tarde jugando en el río. Nos habíamos despojado de nuestra ropa ya que nos metimos como veníamos del paseo. Tenía planeado perdirle matrimonio en la cena. Había preparado un lugar un poco lejos de la cabaña donde contraté un servicio especial de serenata, y a un chef bastante reconocido para que nos prepara la cena. Quería que fuera una noche inolvidable para los dos.

Una vez llegamos a la cabaña, nos metimos a bañar. Le dije a Emma que le tenía una sorpresa y saqué una caja que contenía un hermoso vestido y par de zapatos que combinaban perfectamente con la corbata que había mandado a hacer para la ocasión.

— Abrelo — dije poniendo la caja pesada en sus manos

— Qué es? — dijo Emma poniendo la caja sobre la caja para luego quitar el lazo que la sellaba.

Una vez la abrió, saco el vestido color beige de diseñador que mandé a hacer a su medida, era único en el mundo. Sabía que el color quedaría perfecto en su pálido tono de piel. Ella tomó el vestido en sus manos y volteó a verme sonriente.

— Es hermoso

— Te ayudo a ponertelo?

— Claro

Quité la delgada blusa y short que estaba vistiendo para poder subir el vestido desde sus piernas hasta su torso. Me puse detrás de ella para subir el cierre y pude notar como resaltaba su hermosa figura el vestido.

— Listo. Te ves increíble

— Gracias, es muy lindo — dijo para luego depositar un beso en mis labios

— En lo que terminas de arreglarte, me cambiaré. Te espero afuera.

— Sí cariño

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Estaba nerviosa. Por alguna razón Quackity de la nada me había regalado un vestido precioso, sabía que algo tramaba. Terminé de maquillarme y arreglarme el cabello. Me veía increíble.

Salí de la pequeña cabaña para encontrarme con Quackity quien tenía un pañuelo en sus manos.

— Eres hermosa — me dio un lindo beso en la frente —

— Gracias amor — sonreí

— Tendrás que ponerte esto — dijo extendiendo su mano

Me vendó los ojos para que no viera nada, y asi la sorpresa fuera mejor.

— Y hasta cuando me podré quitar esta cosa? — chillé

— Hasta que lleguemos al lugar. Tranquila

— Y a dónde vamos?

— Emma! Que parte no entiendes de que es una sorpresa?

Y así pasamos el resto del camino. Yo me la pasaba preguntando si estábamos por llegar y Quackity me decía que no faltaba mucho. Mis pies empezaban a doler pues no llevaba los zapatos más cómodos del mundo.

— Espera! Necesito descansar — dije para dejar de avanzar

— Ven aquí, te cargaré

— No Quackity! Estoy muy pesada

— Claro que no

Quackity ignoró lo que dije e inmediatamente sentí como me rodeaba con sus brazos y me cargaba.

— Solo falta poco, te cargaré hasta que lleguemos — rió

— Está bien..

Seguimos así por menos de 10 minutos. Oía como su respiración empezaba a agitarse, porque aunque Quackity esté en buena forma era imposible no cansarse. Al no ver nada y solo poder escuchar como jadeaba por el cansancio hizo que mi imaginación empezara a volar mi mente. Y sin darme cuenta me puse roja como un tomate.