Atrapado en la SkullGirl

Capítulo 6: vestuario para el momento indicado.

Michael decidió ir al parque para conocer ese cráter gigante hecho de forma natural, aunque eso es una posibilidad. Cuando vio un puesto de camión de helados y le dio hambre, pero no tenía el dinero para comprar el helado y tampoco sabía si el dinero que usan allá funciona aquí (lo más probable es que no). Al volver por su camino, vio que el camión de helados ya estaba completamente vacío de helados, lo cual a Michael se le hizo muy raro que se acabarán así tan rápido. Cuando avanzó lo suficiente, vio a un grupo el cual se le hacia muy conocido, y como no si era el mismo grupo de Peacock la cual se había llevado todo el helado.

Michael quería helado, pero no sabía decirlo y Peacock se dio cuenta de que quería un helado gracias al sonido de su estómago, así que le propuso un trato más que justo a Michel sobre ese problemita: ella le daba una vestimenta adecuada para un momento súper importante y ella no sólo le va a pagar con helado de fresa, sino también pasar el dato de lo bien que hace vestidos. Michael aceptó el trato dándole el servicio gratuito para esta ocasión con tal de al menos conseguir una buena critica.

Michael al día siguiente preparó todo para la llegará de Peacock. Hizo un aseo profundo, ordenó el lugar como más le gustaba e incluso encontró unas cuantas prendas realmente útiles en caso de que Peacock no le guste alguna en específico. Ya tenía todo listo, nada más faltaba Peacock, quien dijo que llegaría en cualquier momento para hacer el procedimiento de probarse los vestidos que estaban a su disposición.

Peacock: *toca el timbre de la puerta, pero eso es raro porque ni siquiera tenía timbre. Aun así, Michael decidió abrir la puerta y ver a Peacock completamente sola*. Bueno, vagabundo... Ya llegué.

Michael: *él se sintió ofendido por el comentario, aún así, dejó pasar a Peacock sin decir nada*.

Peacock: mira, mis chicos suelen ser muy estrictos cuando se trata de mí, después de todo no solo soy su jefe... Sino también soy su mejor compañia, pero a veces como jefe hay que poner reglas, así que les pedí que en esta ocasión, no me acompañaran. Esa es la única razón de porque ando sola.

Michael: muy bien, eso es interesante... Pero si te vas a quedar, solo hay una regla aquí y es: no me llames vagabundo.

Peacock: mira amigo, esto es sencillo... La única razón de porque vives aquí es porque lo eres, para Annie y para la televisión. ¿Tú crees que eres especial? Para Annie no y para la televisión tampoco, pero Annie se lleva el crédito por "ayudar" a los pobres vagabundos sin hogar a darles un hogar... A cambio, y esto lo oculta la televisión, pero claro no es un secreto... Es que Annie les exige que trabajen porque no los va a mantener toda la vida, así por lo que a mi respecta... Eres lo que eres para Annie y para la televisión, no puedes cambiar eso.

Michael: *no supo que decir, quería defenderse pero sabía que era en vano... Simplemente se mantuvo en silencio, sin decir absolutamente nada, pero definitivamente eso no lo sabía de Annie, eso ni siquiera sale en el juego*.

Peacock: pero ¡hey! Por mi esta bien, si quieres que no te llame así, no hay problema... Siempre y cuando el vestido me guste.

Michael: ¿así que... quieres usar vestido?

Peacock: obviamente, pero no quiero un vestido que no llame la atención como el que tengo puesto, quiero uno que realmente llame la atención, y que al mismo tiempo sea algo... ¿Cómo decirlo? Estelar si eso, algo como estelar tipo que me identifique con algo relacionado a Annie de las estrellas, que incluso llame la atención de ella, después de todo es su fiesta y quiero verme lo suficientemente llamativo para los ojos de ella.

Michael: espera ¿me estás diciendo que Annie tiene una fiesta?

Peacock: Puff... Obvio que la tiene, es su cumpleaños, pero claro gente como tu nunca lo sabe... Después de todo para ella eres lo que ya te mencione con anterioridad. Oye pero no te sientas mal, en cuanto logre llamar su atención le diré que tú me elegiste el vestido.

Michael: ¿cómo sabes que no lo hice?

Peacock: no puedes hacer tantos vestidos en un solo día, eres un mortal.

Michael: bueno si... Es un buen punto.

Peacock: mira, Annie solamente tiene ese afán de que hace lo correcto, pero a veces con la actitud que tiene deja mucho que desear, pero te garantizó que ella tiene buen corazón... A su manera, pero diablos que la tiene.

Michael: gracias por animarme, pero eso no quita que sea un vagabundo.

Peacock: ja... Lo dijiste sin que yo te lo dijera.

Michael: jajaja... Si bueno... Vamos a ver si un vagabundo puede darte un buen estilo que estas exigiendo.

Michael buscó en los vestidos muchos estilos, pero ninguno de acuerdo a lo que Peacock exigía. Hasta que de repente encontró un vestido como algo morado con tipo luces de estrellas también morado, todo era un morado en ese vestido, pero también era algo estelar como pedía Peacock. Michael le pidió a Peacock que se probada el vestido y así fue, luego de un rato ella salió con el vestido ya puesto. Michael le dijo que se pusiera en aquel espejo lo suficientemente grande para que viera su vestido*.

Michael: ¿y bueno... Qué te parece?

Peacock: *ella vio el vestido de un lado a otro, sin dejar de mirarlo*. ¿De verdad quieres saber lo que opinó del vestido?

Michael: pues si ¿no te gusta?

Peacock: obvio que no me gusta...

Michael: pe...

Peacock: ¡ME ENCANTA! Es justo lo que pedía, me imaginaba algo peor, pero esto lo cambia todo.

Michael: oh bueno... No fue nada...

Peacock: pero claro que lo fue todo... Esta bien te lo ganaste. *saca del vestido como si nada, una cubeta gigante de helado de sabor fresa*. Tranquilo, no se derrite. En cuanto a la recomendación... No te preocupes, no cabe dura que le diré a todos allá quien eligió tan hermoso vestido.

Michael: je... Gracias penel... Digo Peacock.

Peacock: me voy a guardar esto, no puedo creer que sea tan hermoso.

Peacock se cambió de vestido al original y se fue de lo más feliz, sabiendo que ahora tiene un gran vestido el cual presumir... Mientras tanto, Michael, esta feliz sabiendo que es el principio de lo que alguna vez ya formó en su mundo.