El Principe Taehyung ||KookV||

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Confundir el cariño con amor verdadero es fácil. Jungkook creía que estar con él le llenaba el alma y que aunque estuviera casado le pertenecía; cuando no eres criado con los actos de afecto correspondientes, cualquier simple acto lo puedes mal interpretar creyendo que en realidad es amor.

- ¿Qué quería Lord San?

- ¿Cómo sabes?

- El otro día, cuando yo iba saliendo el entraba, su auto es muy peculiar e inconfundible

- Asuntos sobre la corona -resta importancia-

- Seguro se trata sobre tu futuro esposo ¿No?

- ¿A caso eres adivino?

- Es lo que sigue en la lista, es lo único que te falta para que tú madre consideré dejarte el trono

¿Era un reclamo?

Su tono de voz cambio, a pesar de que no quería darle importancia, en el fondo le dolía; él no supo amarlo, ni valorarlo, no supo luchar por Jungkook.

- No tienes derecho a reclamarme

- Y no lo hago -defiende- solo que por fin llegará el día en el que el mundo verá a la persona digna tu amor, la persona que podrá tomar tu brazo de manera pública y no a escondidas

- Eso es un reclamo de manera técnica

- ¿Esta fue la última vez entonces?

- Si, supongo...

Jungkook soltó un suspiro aún abrazándolo a su pecho.

- ¿Quién es?

- Aún no lo sé

Y no mentía. Sus deberes de principe lo tenían consumido, ni siquiera tenía cabeza o tiempo para pensar en su futuro esposo y muy en el fondo tampoco quería hacerlo, no cuando lo tenía a él.

- Mientes Jungkook

- Conocí a alguien...

Su corazón latio emocionado sin razón ante el recuerdo de aquel joven con disfraz de árbol.

- Pero no es importante

No le gusto, no le gusto como se sintió porque era algo nuevo. La conexión le resultó fascinante, no se supone que debiera sentirse atraído por otra persona cuando ya está enamorado.

- Jungkook... -se separa mirando sus ojos- puedes ser sincero conmigo

Era bonito, demasiado para su gusto, pero Jungkook estaba seguro que solo creyó que era hermoso, no iba a discutirlo, pero nadie en el mundo lograría borrarlo a él de su corazón.

- Jin, yo te amo y no quiero que pienses que con quién sea que me case va a tomar tu lugar -toma sus manos- siempre serás mí único amor, de eso estoy seguro

La vida era injusta ante los ojos de Jungkook, el sería un Rey con un esposo al cual no amaría.

[...]

El llamado de la Reina no se cuestiona. Jungkook manejaba a toda prisa hacia el castillo de Robinstein; esto porque según los mensajeros de su madre, le urgía verlo.

Estacionó y bajo a toda prisa sin ningún otro destino que no fuera el despacho de la Reina.

- Majestad... -inclina su cabeza mostrando su respeto a la monarca para después besar su mejilla- madre...

- Jungkook, tengo malas noticias

El principe se enderezó correctamente colocando sus manos detrás de su espalda a la espera de la noticia. Seguramente solo se trataba de otra rebelión o de alguna junta aburrida a la cual tendría que asistir.