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En mi gran casa se podía sentir la ausencia de mis hijos, ya no había ruidos, risas ni gritos alrededor. Taemin no se encontraba en el patio jugando en su bicicleta y tampoco Alina corriendo detrás de él como solían hacerlo; en verdad los extraño.

Taehyung y yo no solíamos hablar mucho pero a pesar de ello igual me hace falta su sola presencia. Taehyung siempre me daba los buenos días, aunque lo hiciera solo por educación, pero en el fondo de mi corazón yo sabía que él realmente lo deseaba así, porque mi esposo es la mejor persona en la tierra; un verdadero ángel.

Mi madre me prohibió ir en búsqueda de mi familia, ni siquiera les he intentado llamar, sabía exactamente dónde estaban, pero no tuve los pantalones suficientes para contra decir a la Reina. Según ella para no levantar sospechas era mejor hacer creer al pueblo que Taehyung había tomado unas vacaciones en Oxford con su padre.

Hoy por fin sería nuestra primer audiencia, antes de ir al castillo de Robinstien fui primero a visitar a Jin. 

- No puede creer que me estés diciendo esto Jungkook

Jin se había quedado con la boca abierta cuando le conté sobre el divorcio.

- Pasaría tarde o temprano

Me encontraba sentado con un vaso de whisky tratando de no darle demasiada importancia al asunto. Al menos no la que se merecía o la que yo no quería aceptar.

- Creí que sería Taehyung -lo mire- creí que él te pediría el divorcio

- ¿Porqué? -dije ofendido-

- Era obvio -se encoge de hombros- tú eras quien lo trataba mal, cualquiera se enfadaría de ti, incluso yo, eso sin contar los desplantes de tu familia -bebe de su tragó soltando un suspiro- en fin, ¿Qué harás después de divorciarte?

Sonreí y me levanté para caminar hacia él.

- Haremos -me mira confundido- ahora seré libre -tome sus manos- te divorcias y nosotros...

- No... -se suelta-

Se puso de pie alejándose de mi, caminando hacia el otro lado de la habitación, lo mire confundido, mientras que Jin pasaba las manos por su rostro, tomó un suspiro y me devolvió la mirada, una que no me dio la suficiente confianza.

- Jungkook... yo no soy parte de esto -niega- haz esto por ti, por nadie más, porque yo no dejaré a Namjoon... Mucho menos a mis hijos

- ¿Y nosotros?

- Fue divertido y en verdad me gustabas, pero no puedo dejar todo por ti

¿Porqué no sentía nada?

¿Porqué mi corazón no dolía?

Mi pecho estaba intacto.

¿Porqué carajos no me sentía herido?

Sus palabras no provocaron ni el más mínimo gesto, bueno, solo me sentía confundido, pero por mí mismo.

- Pero yo te amo

No sonaba nada creíble, ni siquiera yo mismo me lo creí.

- No me amas Jungkook -se acerca- ¿Hasta cuándo te vas a dar cuenta? -fruncí el ceño confundido- hace tanto tiempo que dejaste de amarme, Kookie... -acaricia mi rostro- jamás me amaste

- Claro que si -defendí con miedo- lo único que siempre he tenido claro en mi vida es que te amo Jin

No era un idiota, sabía lo que sentía; claro que lo sabía.

- Quizá si me amaste -me sonríe- pero me olvidaste porque...

Mi corazón se acelero sin freno, no quería escuchar lo que diría; No de nuevo.

El Principe Taehyung ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora