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El vuelo a Corea fue casi de madrugada, a penas iba saliendo el sol y ellos ya estaban despidiéndose del pueblo. Llevaban volando un par de horas. Taehyung mirando por la ventana ansioso por aterrizar y Jungkook solo leyendo el periódico junto a una taza de té; ninguno se había dirigido la palabra desde antes de subir al avión.

Su distanciamiento era cada vez más notorio. El pueblo hablaba de lo fingido que era su matrimonio. Jungkook un descarado que visitaba con frecuencia a su amante y Taehyung siendo el doncel que esperaba por su esposo en su castillo.

- ¿Cuando vamos a aterrizar?

- Tenemos que hacer escala Alteza -responde Han- aproximadamente en ocho horas aterrizaremos en Seúl, visitaremos las principales ciudades y...

- ¿Ocho horas? -alza las cejas molestó- mi hijo requiere de estabilidad, es solo un bebé...

- Y es por eso que no era parte del plan Taehyung -interviene Jungkook sin siquiera ser capaz de darle la cara- es una viaje pesado, no son vacaciones

- Lo deje claro desde el principio -señala- sin mi hijo yo no vendría

- Esa es la razón por la cual el príncipe Taemin se quedará en Seúl

Confundido Taehyung miro a Han, quién solo desvío la mirada ante los ojos celestes del príncipe, eran como cuchillos afilados que le cortarían la garganta sin dudarlo.

- ¿Se quedará?

- Es lo que mas le conviene, ahí estará estable -hace comillas- ¿Y eso es lo que usted busca para su hijo, verdad Alteza?

Taehyung rodó los ojos; odiaba tanto al asistente de su marido, pero que le cayera mal no significaba que lo trataría de mala manera, aunque siempre se estuviera metiendo dónde no le importa, siendo también el lleva y trae de su matrimonio con la Reina.

- ¿Cuánto tiempo?

- Seúl es la ciudad más estable de las conquistas españolas, ahí no sufrirá ningún tipo de peligro y solo serán las primeras seis semanas

- ¿De quién fue esa absurda idea?

Taehyung estaba más que enfadado, pues al parecer lo que él pensara o tuviera que aportar no importaba en lo absoluto. Odiaba que le gente externa a su vida privada tomara decisiones sobre su hijo sin siquiera consultarlo; él era su padre.

- Fue mia señor...

Taehyung rio, burlándose en su cara; ese bueno para nada se atrevía a imponer su voluntad sobre su hijo.

- ¿Usted tiene hijos?

- En este momento no es mi prioridad ser padre y...

- Ahora entiendo su actitud tan apática -acusa- venga conmigo

- ¿Príncipe Jungkook?

- Haz lo que te pide

Jungkook se había mantenido al margen solo escuchando los alegatos de su asistente con su esposo. Le causaba un poco de gracia como Han se atrevía a desafiar a Taehyung, cuando nadie en el castillo ha sido capaz de ganarle un sola batalla.

Han lo siguió hasta el pequeño cubículo asignado al principe Taemin.

- ¿Qué es lo qué ve? -coloca su mano en la cintura esperando por su respuesta- responda...

Han se mantuvo en su lugar pensando en su respuesta por unos segundos; sabía a la perfección que no era santo de su devoción, a decir verdad a él tampoco le gustaba la actitud del príncipe, pero era su Alteza y tenía que respetarlo.

El Principe Taehyung ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora