𝑳𝒐𝒔𝒕 𝑺𝒕𝒂𝒓(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏)

capítulo 25

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Pov ____

Mi primer amor no fué mágico, no fueron rosas esperadas en sus manos al salir del Colegio, menos cartas de amor a escondidas en el casillero. Lo contrario a todo eso, caótico. Comencé el Colegio en Nueva York. Mudarme a un nuevo aire, conocer a personas al principio no me desagraba tanto como pensar en que tendría que pasar el último año de Colegio en la mansión Kim, junto a mi padre. Recuerdo ese día como si fuese ayer, el chico que aunque llevaba marcas en su rostro producto por del acné de la adolescencia, ante mis ojos era precioso. Las primeras palabras cruzadas entre ambos fueron ¿quién será tu acompañante de baile a finales de curso?. Una ciudad, un país diferente a nuestras costumbres, mi último año en ese país antes de volver a mi país de origen, debía ir acompañada del chico de mis sueños. Bailar como Cenicienta, en manos de su príncipe. Puro sueño de niñata adolescente ¿no?. En fin, me enamoré como idiota de Nicolás. En ese tiempo, a esa edad pensé que era amor, un amor inocente pero bonito. También recuerdo que en ocasiones se sentía intimidado por mi, o peor por mi padre. Al pasar el tiempo, Nicolás y yo comenzamos a mantener una relación de amistad muy intensa, sin embargo llevarlo a casa a estudiar había sido un error. Detesto a Kim Robin, siempre lo he dicho, Nicolás fué una amenaza para él, un insulto. ¿Por qué? Por ser hijo de los Wesles. No aguantaba seguir viviendo en la jerarquía de tener padres con importantes negocios, negocios que eran prioridad. Y había rivalidad.
No niego que cuando conocí a Nicolás, pensé en las esperanzas y posibilidades que tendría de escapar de la realidad y presión que me carcomía. Apenas siendo una adolescente. Por eso, a pesar de Rosas, cartas, y sonrisas, fueron miedo, ardor y dolor. Nicolás murió en un accidente, las noticias se regaron por todo el Colegio. Al principio estuve en estado de shock, no podía creer que una carrera motociclista acabara con su vida. La familia Wesles cayó en la quiebra. Al parecer nadie sabía que el chico se perdía para irse a drogarse.
Superar la presión en el pecho me costó más que asimilar que más nunca le vería. Echarle la culpa a mi padre me hacía arder la sangre debajo de la piel. Me sentí podrida. Pensé ¿Si mis padres no me querían, no me cuidaban, no me apreciaban, quién más lo haría? Por mi culpa Nicolás murió, por culpa de mi padre Nicolás no aguantó la presión que estaba pasando su familia. Nadie me amaría, no lo harían, él destruiría sus vidas.

—Julia reservó la habitación más lujosa del Hotel—emitó Noze, con las manos en el volante.

Estuve con la mirada perdida de camino al aeropuerto. Las flores por la primavera, caían a flote en el suelo, llenando las calles, haciendo agradable las vistas. Jungkook y yo definimos una relación que por mucho que me cueste, necesito aceptar que podría acabar haciéndonos pedazos. Mantenía ese pensamiento alejado de mi la mayoría del tiempo, pero en ciertos momentos, como ahora, se me volcaba el estómago, de pensar en posibles sucesos que conllevaría a ambos a la total destrucción. A veces quiero gritarlo, que sepan lo que ese chico de cabello azabache me hacía sentir. Pese a ese impulso de querer hacerlo, la bilis subía por mi garganta, no saben que es temerle a una muerte, a perder a la persona que más amas por fallos que tú cometistes, como entregarle fácil al enemigo la presa que tanto buscaba, en sus manos. No lo haría con Jungkook, podía entregarme mil veces yo, antes de cometer esa locura. Quizás podría él vivir el luto, yo moriría y me ahogaría en penas si tenía que pasarlo.

—no te veo tan emocionada, primero el desfile en París, que pensé que te alegraría la vida, ahora los premios británicos que serán en los Ángeles. La posibilidad de ganar tu primer premio Kim, y mírate, parece que estás a punto de ir a un sitio que te desagrada la puta hostia.

—si—respondí. Noze abrió sus ojos— o sea no— rectifiqué mis palabras y raspé un poco mi garganta.—es simple, no es un buen día.

—pensé que si.