𝑳𝒐𝒔𝒕 𝑺𝒕𝒂𝒓(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏)

capítulo 30

Capítulo un poco largo.

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Pov Jungkook

Mi madre decía que porque hayan rosas con espinas, no debíamos excluirlas. Se molestaba porque muchas veces dejé excluidas a algunas de esas rosas. Ella me recordaba que no debíamos maltratarlas, que no eran defectuosas por tener espinas, sino que eran marcadas como únicas y espaciales. En ocasiones me llegé a identificar con esas rosas. Las espinas que seguían doliéndome. Espinas identificadas por el miedo, por las pérdidas, por los sentimientos pesimistas, por el dolor. Y le pregunté ¿Y el cactus? ¿Por qué las rosas son más apreciadas que ellos si las dos pinchan? ¿No sufren igualmente?. Mi madre sonrió, y dijo. No todos tienen el mismo corazón cariño, algunos están para herirte y clavarte espinas. Y otros que aunque saben que las tienen buscan la forma de como hacer lo posible para que ninguna atraviese y te llegue a doler.

El cabello rojo de ___ envolvía la mitad de mi brazo. Su respiración estaba cerca de mi rostro. Mientras volví a cerrar mis ojos. No quería levantarme ni apartarla de mi lado, aunque el mundo estuviese hecho un caos fuera y su teléfono no dejase de sonar. Terminamos en mi departamento y aún me pregunto cómo pasó. La luz del amanecer atravesaba la ventana y moví un poco mi cabeza escondiéndome de los rayos del sol. Sin embargo en lugar de apartar a la pelirroja de mi, la atraje más hundiéndome en el calor de su cuerpo.

No pude mantenerme con los ojos cerrados. El sonido, los forcejeos contra la sábana me despertaron.

—suéltame por favor— murmuró la pelirroja a punto de romper en llanto. La miré con la esperanza de que aquellas palabras solo fuesen producto de su pesadilla y no de que quería que yo la soltara—!que me sueltes dije!.

Temblaba aferrándose a las sábanas, atayéndolas más a su pecho.

—amor—moví su cuerpo tratando de despertarla. Sin embargo seguía murmurando cosas sin sentido en su lugar— amor, despierta.

Incorporé mi cuerpo en la cama. Se despertó de inmediato. Su respiración agitada, su pecho subía y bajaba.

—estoy aquí, tranquila.

Quise atraparla en mis brazos. Estiró sus manos por mi espalda, aferrándose con temor. Temor a soltarme. Sin apenas darse de bruces de que solo había sido una pesadilla. Al parecer, aún estaba viviendo en ella.

—no te alejes. —pidió.

—no lo haré amor.

Sus ojos buscando como salir de las redes que las tenían atrapada en el sueño.

—¿tuviste una pesadilla? —asintió frenética

—si. Fué horrible. Me tapaban la boca en el callejón, forcejaba pero no podía escapar. De pronto ví sangre, en mis manos, en mi ropa, en el suelo. Las salpicaduras frías en mi cara—su cuerpo seguía temblando. La tuve que atraer más contra mi pecho—maté a una persona en mi sueño Jungkook, se sentía real.

—debió ser producto de alguna película que hayas estado viendo en estos últimos días, no fué real amor. No lo hiciste.

Necesita hablarle suave. Que lo entendiese, que no había sido cierto, que todos soñamos alguna vez que matamos a alguien. A tu peor enemigo, a una persona cercana. No obstante, sus manos parecían una máquina de lo rápido que se movían. Su cuerpo seguía inestable.

—han vuelto. Y no quiero.

Rompió en llanto, y quise plantearme lo de cortar esa raíz que provocaba que las rosas naciesen con espinas. Maldición, no sabía que hacer. Abrazarla y decirle que se tranquilizara era mi manera de consolarla. Pero, las pesadillas siempre son un producto de traumas, de miedos, de situaciones que te aterran, de un pasado abrumador que no quieres recordar. Y me pregunto ¿Cuál de esas razones son por las que mi preciosa está pasando?.