capítulo 19

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Pov ___

Mi corazón quería salirse del pecho. Mis manos temblaban por primera vez de una forma diferente a la que solía ser años atrás. Un nuevo sentimiento me atrapaba sin querer soltarme. Estaba cierto que temía a lo que se podía desarrollar a partir del momento en que dejase entrar a Jungkook a mi vida completamente. Ahora en este sitio no dejo de pensar en la posibilidad de abrirle mi ser, de dejar sanar mis heridas con su presencia, y de convertir el dolor en alegrías, y no dejarme llevar por las cosas negativas que podrían surgir a lo largo de esto.

El pelinegro llevó sus manos gruesas a la parte baja de mi espalda. Me encerró en su círculo, apretó mi trasero sin soltarlo, remarcando la erección que acababa de surgir en sus pantalones contra mi abdomen. No había más que fuego saliendo de nuestros cuerpos. Mucho deseo, y muchas ganas de ambos, un vapor caliente que subía. La respiración entrecortada de ambos producto de un beso que nos comía en vida.

Cerró la puerta de su departamento sin dejarme soltar. Me acerqué hacia su boca para saborear sus labios que me tenían muerta de deseo, y no lo niego. No saben las veces que me retuve teniéndolo tan cerca y no poder probar y examinar cada parte de él. Quería reccorerlo con mi tacto, querer con ganas tcarlo y descubrir hasta donde nos llevaría esto.
Su ropa me estorbaba. Tanto que casi rompo la tira elástica que aguantaba su short. Lo atraje más incitándolo a que no se detuviera. Le tomé las manos, las deslicé  por mi cuerpo para que se desprendiera de mi saco. El roce de su piel prendía la llama en mi cuerpo haciéndola aún más fogosa de lo que anteriormente estaba. Solo el verlo frente a mi, o el simple hecho de darme cuenta de lo que iba a hacer, me tenían en conflicto. No quería detenerme, pero tampoco quería ser consciente de lo que esto traería.

—¿estás segura de lo que quieres hacer?—me leyó la mente tan bien. Que despegó sus labios de los míos. Sus ojos brillaban por la lujuria, por las ganas de que de mis labios saliera un si quiero.
Opté por asentir con mi mirada. Y decirle la verdad.

—nunca antes había estado más segura de algo—sonrió. Esa sonrisa tan bonita que me mataba de amor.

Me apretó tan fuerte de la cintura, y me alzó de piernas abrazando su cuerpo con mis piernas. Lo llené de besos, porque a pesar de que solo queríamos enrollarnos y follarnos. Lo veía de otra forma, me estaba enamorando de Jungkook, aunque jamás lo aceptara, y lo guardara conmigo.
Caminó conmigo hasta a lo que parecía ser su habitación. Lo supuse por la decoración, por los dibujos ánimes que colgaban de su pared. Por lo negras que eran sus cortinas. Y por el desorden tan grande que había en todas partes. Sonreí, pese a que no lo demostrara, podía ver lo avergonzado que estaba por ello. Lo besé para que no pensara de más, y simplemente se dejara llevar por el momento.
Me dejó sobre la cama. La luz se abría paso entre sus cortinas. Les juro que me fijé en cada detalle de él, tanto que no quería dejarle de ver. Sus lunares regados por su rostro. Lo carnoso que eran sus labios, y lo hinchado que estaban por los besos salvajes antes dados.
La yema de sus dedos dibujaron imágenes libres en mi cuerpo, corría despacio por mis piernas hasta el abdomen subiendo la tela de mi short, el tacto me hizo encogerme, y volver a la realidad. Mi cuerpo estaba en un estado de placer jamás experimentado, no resisto a su toque, y eso me volvía peor, capaz y darme cuenta que había entrado a una adicción difícil de salir.

—no me había fijado que traes pijama—emitió. De pronto me sentí tan avergonzada. Mis mejillas calientes probablemente de lo rojizas que debían de estar. Lo bueno de esto, era que no se dejaban ver por la escasa luz de la habitación—¿era tanta la necesidad de verme?—sonrió ladino. Y lo juro que lo pillé.

—¿en serio te vas a poner a debatir eso ahora?—pregunté con molestia. Que comenzara hablar de que tan ridícula vine me ponían de mala hostia.

Negó hundiendo más el colchón, y dar una leve nalgada en mi trasero, haciéndome gemir. Su rudeza me volvía loca. Lo admito. Me sentía de su propiedad en este instante. No obstante me siento más que a gusto con lo que le estoy provocándo, lo veo en su mirada, cuando muerde sus labios sacándoles brillo con su saliva. Estoy húmeda. Lo sé.
Jungkook trepó sus manos en mi pecho hasta llegar a la parte de mi cuello. Me embistió en falso encima de mis bragas. No puedo controlar lo violento que en momentos és, y que me gusta tanto. Su boca sabe tan jodidamente bien, que es lo que busco cuando sigue con sus manos descubriendo cada parte de mi cuerpo.

𝑳𝒐𝒔𝒕 𝑺𝒕𝒂𝒓(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora