capítulo 10

356 30 1
                                    


Pov ___

—!hija, baja a desayunarr!—escuché a mi madre alzar la voz desde la planta baja.

Tapé mis oídos con mi almohada. Mientras veía "Los locos Adams".

—!no tengo hambre!—grité un poco para que me escuchara.

No habían pasado ni 4 horas y no soportaba la presencia de ambos en mi casa. El cariño, el afecto hacia mis padres aún está presente. Me cuesta eliminarlo. Ni modo que lo pueda arrancar. Ojalá fuese así. He pasado por cosas en mi vida demasiado dolorosas que no soy capaz de perdonar, mi herida aún no sana. A veces se toman un poco más de tiempo y no sanan como uno quiere que lo hagan, se nesecita tiempo de sanación. Y si algún día sanara, sé que no volveré a ser la misma con ellos.

—hija—llamó mi padre detrás de la puerta —¿puedo entrar?

No contesté. Pensé que si no lo hacía podría pensar que estaba durmiendo y me libraría de hablar con él. Pero que ingenua era no? Mi televisión se escuchaba. Claramente sabía que lo estaba ignorando. A ambos.

—está durmiendo Robin, será mejor que hablemos con ella mañana —mi madre dijo.

Me dolía no poder abrazarlos. No poderles decir cuanto los extrañé. Que todo fuese un mal sueño. Que la pesadilla en la que viví solo sea efectos de ver películas de terror de madrugada. Antes cuando llegaban a casa, recuerdo que corría a la puerta a darles un gran abrazo. Mi madre me sonreía. Mi padre me abrazaba. Pero todo lo que había ocurrido, sencillamente, se desvanece. Esperaba un abrazo, no lo niego. De esos que querían decir, no me amenazas, no tengo miedo de estar tan cerca, puedo relajarme, sentirme en casa, estoy protegida y alguien me comprende, simplemente eso, no podía hacerlo.

(....)

—¿a dónde vas tan temprano?— preguntó mi madre justo cuando bajé las escaleras

No me había detenido a contarles sobre mi viaje a París. Y tampoco es que a ellos le interese mucho. Las conversaciones entre los tres eran escasas. Cortantes. Tratando de tapar un agujero que de sobra se sabía que no se podía cerrar. Detestaba esto. Fingir que me querían. Que se preocupaban. Era preferible las directas que ambos saltaban sin escrúpulos. Esas que te hacían grietas. Y te apuñalaban. Sin pudor.

—viajaré —mencioné. Entré a la cocina. Serví un poco de jugo de manzana en un vaso.

—no nos habías comentado—dijo a mi lado en la isla de la cocina

—no he tenido tiempo de decirles

— Kim ___ ¿puedes dejar de ser tan indiferente?—preguntó con cierto enfado—nunca has sido tan inmadura.

—¿estoy siendo indiferente?— sonreí amarga

—hemos venido a verte, a estar contigo—dijo — se aproxima tu cumpleaños y estamos aquí ¿qué más quieres?

—¿es en serio mamá? — pregunté con disgusto — tienes que estar de broma—salí de la cocina. Mi madre me perseguía.

—no te entiendo — dijo— nos añorabas cada vez que te dejábamos sola, pedías que estuviéramos en cada uno de tus desfiles importantes, en cada uno de tus cumpleaños....

—¿y aún no te has dado cuenta Somi?— pregunté. Me miró sin entender

—¿qué quieres decir?

—¿vinieron a alguno? — pregunté de nuevo. No respondió—!responde!—alcé la voz—claro que no vinieron a uno. Ni siquiera cuando gané el premio más importante de mi carrera. ¿Sabes porqué? Porque no les importo. Nomás vives por los billetes que papá lleva a la casa. O por comprarte ropa y bolsos caros de marca, ahórrate tus preguntas mejor.

𝑳𝒐𝒔𝒕 𝑺𝒕𝒂𝒓(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora