Antes de que los adolescentes empiecen a llegar al instituto, Nate se cuela en el pasillo conmigo y se encarga de vigilar que nadie interrumpa nuestro cometido. Yo, a mi vez, voy sacando las respuestas a las cartas a Celestina de la mochila y pegándolas en el muro con ayuda de masillas adhesivas.
—Viene el director.
Él se esconde dentro. Viene hacia mí, agarra mi mano y me lleva hacia la zona de los cuartos de baño, escondiéndonos en el de mujeres. El director accede al centro, se detiene junto a la pared llena de cartas y bufa. Continúa con su camino. Cuando está lo suficientemente lejos, respiramos tranquilos y nos miramos.
—¿Cómo vas a ayudar a todas esas personas?
—Sea como sea, tengo que mantener mi identidad en secreto. Nadie debe saber quién soy o estaré expuesta para siempre.
—Leamos de nuevo las cartas.
Saco las cartas de la mochila y juntos leemos lo que ponen en ellas;
Carta 1
Leí tu entrada en el foro y no pude estar más de acuerdo contigo. Encontrar el amor es complicado y dar con el príncipe azul también lo es. Y es más doloroso cuando tus sentimientos hacia él no son correspondidos y el cuento no acaba como esperabas. Así que solo te queda recoger los pedazos rotos de tu corazón y recomponerlo. Pero no se puede avanzar cuando hay frentes abiertos. Uno de ellos es confesar lo que sientes. De no hacerlo, queda como una espina clavada. Acaba enquistándose y su dolor te recuerda siempre que debiste decir, alto y sin miedo, mirando a esa persona a los ojos, que la quieres, aunque no te diga lo mismo de vuelta.
Celestina, he cometido muchos errores en mi vida, pero no quiero que tragarme lo que siento sea uno de ellos. Por favor, ayúdame a poder expresar lo que llevo dentro.
Carta 2
Fantasear con el primer beso siempre ha sido mi pensamiento recurrente. Lo he vivido demasiadas veces en mi cabeza y ninguna se ha materializado. Una vez estuve a punto de cumplirlo, pero no pudo ser. Y quisiera volver a tener la oportunidad con esa persona para que esta vez salga como siempre he soñado.
Por favor, Celestina, reúnete conmigo en el aula 4 a las 8.am. Yo me encargaré de llevar a esa persona.
Carta 3
Llevo tanto tiempo interpretando un papel que siento que me he perdido a mí mismo y ya no encuentro el camino de vuelta. He intentado ser el novio perfecto y lo he conseguido. Pero hay algo que no puedo hacer por esa persona y es quererla de la forma en la que quiere que lo haga. Es cuando la beso que mi voz interior me llama y me pide que deje de hacerlo porque me estoy hiriendo.
Mi voz interior se pregunta por qué la callo. Cómo le explico que tengo miedo. Quiero poder liberar a mi verdadero yo sin temer antes de que el silencio y fingir ser alguien que no soy acabe destruyéndome.
Celestina, me vendría muy bien poder charlar y desahogarme.
Carta 4
Estoy enamorado de una chica que probablemente ignore mi existencia. Me gusta mirarla mientras hace sus trabajos del instituto en la biblioteca y se acaricia el pelo cuando le surge alguna dificultad. Me gusta ver cómo le quita la corteza a los sándwiches que compra en la cafetería porque no le gusta. Adoro cuando levanta la mano en clase, orgullosa, y dice bien la respuesta a un ejercicio.
Tiene la sonrisa más bonita que he visto y cuando la escucho reír es cuando toda la historia musical de este mundo desaparece y solo existe la melodía de su risa, mi canción favorita. Me gusta que siempre trate de ayudar a los demás y que, cuando algo sale como espera, dé saltitos de alegría.
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Celest Saywell y los 80: Cartas a Celestina (PGP2023)
RomanceTras publicar, por error, un relato maldiciendo al supuesto príncipe azul en el foro online del instituto, Celest Saywell tendrá que hacer de Celestina del instituto entero sin haber sentido antes con su propio corazón lo que es el amor, mientras es...