Capítulo 11

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DANIEL

-Hey, tío.

-¿Qué pasa, Gal? -Saludé a mi mejor amigo cuando entró en mi habitación.

-Tus padres se van al cine y te dejan solos.

-¿En serio? Ni siquiera sabía que iban al cine... -Murmuré frunciendo el ceño.

-Pues sí... -Gael se tumbó en mi cama como si fuera la suya propia. -Tu hermana es adorable. Si no fuera tan pequeña me la ligaría...

-Eh, cuidado con lo que dices. -Rodó los ojos para sonreír.

-En serio. Quizás esperaré a que tenga unos cuantos años más...

-Cuando ella tenga dieciséis, tú tendrías... -Hice cálculos mentales -Si no fallo, tú tendrías veintisiete. Así que ni se te ocurra. Sigue siendo una niña.

-¿Una niña? Hoy en día alguien de dieciséis sabe más que tú y que yo juntos. -Reí sabiendo que tenía razón.

-Bueno, tendrías que pasar sobre mi padre primero.

-A tu padre me lo meto en el bolsillo, Dani. Y lo sabes.

-Buah, eso es lo que te crees. Valentina es su ojito derecho, así que yo no estaría tan seguro...

-Bueno, bueno. Ya veremos de aquí allá... -Los dos reímos sabiendo que lo que hablábamos no tenía ni pies ni cabeza. -¿Qué tal con Alicia? Me contó lo de ayer.

-Que chismosa...

-Daniel. -Resoplé apagando el ordenador para levantarme de la silla. - ¿Por qué no quieres acostaste con ella?

-No es que no quiera...

-¿Entonces?

-Entonces... No sé. Es algo que no me sale...

-¿No te sale? ¿Es que no te pone?

-No sé... -Dije sintiendo mis mejillas sonrojar.

Sí, me daba algo de vergüenza hablar sobre estos temas a pesar de que lo estuviera hablando con mi mejor amigo.

-¿Cómo no vas a saber, Daniel? Es fácil, claramente se nota si una chica te excita o no.

-Dios, cambiemos de tema...

-Eres raro, Dani. -Finalizó incorporándose para sentarse en el borde de la cama. -Menos mal que soy tu mejor amigo y te llevo por el buen camino.

-¿Buen camino? Yo diría que por el malo...

-Aún no conoces ese camino, vasallo.

-Tampoco quiero conocerlo. -Dije muy seguro de mí mismo.

-¿Ves como eres raro? Cualquier persona de tu edad, estaría ligando a todas horas, tirándose a tías a todas horas y estando de fiesta a todas horas.

-¿Cómo tú?

-Como yo. -Afirmó orgulloso.

-No sé en qué pensaba cuando te consideré mi mejor amigo...

-¡Oh! Me has ofendido. -Dijo llevándose la mano al corazón dramáticamente. -Te considero mi hermano.

-Que sí, Gael. -Moví la mano para abrir la ventana. -Sabes que a mi no me gustan esas cosas. Y a mi madre tampoco...

-Tu madre... -Murmuró sonriendo pervertidamente. -Tu madre me encanta.

-Joder. ¿Puedes dejar de fijarte en las mujeres de esta casa?

-Oye, que no son todas. En Marta y en María no me fijo.

-Idiota... -Murmuré para cerrar la ventana.

Estaba haciendo demasiado frío.

-Bueno, ¿hacemos algo o qué? Me aburro.

-Hoy no tengo ganas de salir a ningún lado.

-Hoy y nunca, Dani. -Le hice regañizas para volverme a sentar en la silla. -Por cierto... ¿Cómo vas mañana al partido?

-Lo más seguro es que me lleve mi padre. ¿Por?

-Por nada. Sólo preguntaba... -Se encogió de hombros. -Juguemos a la play. Todavía te la tengo guardada.

-Venga, va. Volveré a ganarte cuando quieras.

-Eso lo veremos, chaval.

₹₹₹

-¡Eh! ¡Eso no vale, tramposo!

-Por favor, Gael. No tenemos diez años.

-Gilipo... -La puerta de mi habitación se abrió de golpe interrumpiéndolo y por ella entró Valentina sonriendo.

-¡Gael! ¡No sabía que seguías aquí! - Mi hermana se tiró, literalmente, a sus brazos.

-Por supuesto, te estaba esperando. - Le sonrió coquetamente provocando el sonrojo de mi hermana.

-Ya está bien.

-No seas corta rollos, hermano.

-Y tú no seas idiota, hermano. -Le dije de igual manera a Gael. -¿Qué tal la película a la que no fui invitado?

-¡Genial! ¡Me encantó mucho! Nairo le cogió miedo al muñeco. -Rió.

-¿Qué muñeco?

-El de la peli. Se llamaba Slappy.

-¿Qué película vieron? -Preguntó Gael interesado.

-¡La de Pesadillas! Estaba guapísima y el chico que salía también...

-¡Oye! Que tu chico soy yo. -Le dí un fuerte manotazo.

-Uh, se me fue la mano... -Me fulminó con la mirada mientras que yo reía y Valentina nos miraba confundida. - ¿Por qué no te vas a jugar con los demás y nos dejas?

-¿Me estás echando? -Abrió la boca ofendida para sentarse ahora en mi regazo. -¡No me eches, Dani!

-No lo estoy haciendo, Val. Sólo quiero seguir jugando con mi amigo.

-¡Entonces yo también quiero jugar!

-Muy bien. -Gael le hizo señas para que volviera a su regazo de nuevo. -Coge el mando. Yo te ayudo.

-A mi madre no le gusta que juegue a estos juegos, Gael.

-Por un rato no pasará nada. -Negué para levantarme del suelo y cambiar de juego.

-No. Jugaremos a este de coches. -Gael bufó mientras Valentina asentía contenta.

-¿A eso sabes jugar?

-Más o menos...

-Bueno, da igual. Ya te ayudo yo. - Volví a mi sitio. -Bien, yo le doy a la X mientras tú lo manejas, ¿vale?

-Vale... -Murmuró la niña.

Ví como Gael también agarraba el mando y le dí a "empezar" para que la carrera de coches comenzara.

A pesar de que Gael fuera mi mejor amigo y mi hermana tuviera nueve años, no me gustaba que se le acercara mucho...

No me gustaba que se le acercara nada, pero a su favor debía decir que la trataba mejor que nadie.

Familia. {NDN#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora