Regresé a casa después del horario del almuerzo, la Yaya estaba recostada y mis amigos habían salido dado que estaban aprovechando al máximo sus improvisados días en mi ciudad natal. Cogí una manzana de la nevera y me dirigí a la sala, di un brinco que me permitió pasar mi cuerpo por encima del respaldo del sofá y me tumbe sobre el. Me quite las deportivas empujándolas con mis propios pies, lleve uno de mis brazos atrás de mi cabeza y di un mordisco a la fruta. Cerré los ojos y, a pesar del alimento en mi boca, yo aún pude sentir el dulce sabor de Pol, entonces mis labios se curvaron en un gesto de alegría que no pude controlar. Había pasado una hora de ese beso y yo aún sentía mi pecho expandido producto de la felicidad que me embriagaba mientras una sensación inexplicable se apoderaba en mi estómago. Allí tumbado y sin poder dejar de pensar en el hombre que amaba y todo lo que había sucedido esa mañana, perdí la noción del tiempo. Me había confesado su accionar con su ex y pese a su deplorable actitud, a mí me reconfortaba saber que había sido honesto y que había elegido confiar sólo en mí aquella historia. Y después estuvo el beso, ese beso intenso y profundo que me dio sin importarle nada más que nosotros dos, me lleve la mano a los labios y dibuje una inmensa sonrisa al recordarlo.
Al llegar mis amigos intenté, sin éxito, disimular mi nivel de satisfacción pero sólo bastaron cinco segundos para que Sol, sentándose en uno de los sofá simples, me mirase y soltase un "Estas radiante BB"; entonces se sumó Leo quien, sentándose en el suelo a los pies de su novia, agregó "Más feliz que un nene en Navidad". Solté una carcajada por su expresión y porque estaba en lo correcto, no podía evitar la adrenalina que me recorría el cuerpo y me revitalizaba. Después de contarles lo ocurrido con todos los detalles, pues no me dieron más opción, y luego de merendar junto a la Yaya, salimos del apartamento rumbo a la playa para ver el atardecer antes de irnos de tapas y pasar una noche fenomenal recorriendo bares.
A la mañana siguiente desperté nuevamente con Leo en mi cama, me levante sin hacer ruido para no molestarle y encontré a Sol tomando mate en la cocina con la Yaya. Mientras desayunaba con ellas mi amiga me mostro el mapa de la ciudad con los puntos que aun deseaba recorrer y supe que sería un largo día haciendo de guía turística, pero ellos lo merecían y ese sería el último día completo que pasarían en España. Cuando Leo despertó y los tres estuvimos alistados salimos del apartamento para comenzar la recorrida. Cumpliendo con mi palabra regresé luego del atardecer ya que Mina vendría a cenar como cada viernes. Los argentinos, por su parte, tomaron una ducha y salieron a disfrutar solos de la noche.
- Hola Gina – salude al abrir la puerta y dándole dos besos – Hola guapa – solté con ternura acuclillándome ante mi hermana con intensión de darle un beso pero este acabo en el aire ya que ella pasó corriendo junto a mí para abrazar a su Yaya que estaba en la sala.
- Tenle paciencia – pidió su madre luego de saludar con un gesto de su mano a la Calduch.
- Lo hago, te prometo que lo hago – respondí resignado – ¿Quieres pasar? – consulte al incorporarme.
- No, no, yo no invado este espacio entre ellas – explicó alzando sus manos – Que no quiero que tu abuela se cabree – musitó divertida – Iré a cenar con Gerard, mañana la recojo. Adiós cariño – alzó la voz observando en dirección a Mina que movió su manita desde el sofá donde se encontraba junto a Carmina.
Sin querer invadir el momento entre ellas, me quede en la cocina y me dispuse a poner los platos y utensilios para tres en la mesa, recién cuando acabe fui hasta la sala e intente sacarle conversación a mi hermanita mientras nuestra abuela nos dejaba a solas con la excusa de vigilar la comida que aún estaba en el horno. Me senté a su lado y me ofrecí a jugar con ella, no respondió pero puso dos muñequitos junto a mi pierna, los cogí asumiendo que tenía permitido tomarlos y comencé a jugar con ella haciendo voces graciosas que le dibujaron una tibia sonrisa. La Yaya estaba en su habitación cuando golpearon la puerta, me acerque imaginando que mis amigos habían olvidado algo y abrí sin observar por la mirilla.
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Yo, Bruno Bergeron
FanfictionBienvenidos/as !!! Aquí encontraran una historia ficcional basada en las series televisivas "Merli" y "Merli Sapere Aude", cuyo creador original es Héctor Lozano. Esta narración busca trazar una continuidad desde al final de MSA al epilogo de Merl...