Lo más impactante de la situación no era que una pobre niña de doce años fuese elegida en su primera cosecha, sino la reacción de Katniss. Jadeó en busca de aire repetidamente mientras susurraba el nombre de Prim, e incluso se tambaleó en el sitio algo mareada. Nunca había visto a Katniss tan devastada y débil.
Había que hacer algo para que la pobre Primrose no tuviese que vivir ese infierno a una edad tan temprana, y aquí es la parte en la que entro yo. Inspiré todo el aire que pude y empecé a andar hasta el pequeño pasillo donde estaba Primrose desfilando hasta el escenario. Una vez allí grité con voz firme:
- ¡Me presento voluntaria como tributo!
Pude ver asombro en cada una de las caras que había en el escenario, sorprendidos de que hubiese una voluntaria. Hacía mucho desde que no se escuchaba esa frase en el Distrito doce, ya que voluntario y cadáver tenían el mismo significado.
- ¡Espléndido! - gritó eufórica Effie - Sube al escenario, por favor.
Levanté la cabeza con orgullo y me dirigí con paso seguro hasta donde los guardias me esperaban, manteniendo todavía a la pequeña Primrose cautiva. Cuando estuve lo suficientemente cerca de ellos, dejaron a Primrose libre, la cuál corrió hacia mi y me envolvió en un cálido abrazo.
- Muchas gracias - susurró antes de que Katniss agarrase a su hermana del brazo y la integrase en la multitud.
Los guardias me escoltaron hasta el improvisado escenario en las puertas del Palacio de Justicia, donde me esperaba Effie con los brazos abiertos. Ella me guió hasta el micrófono, donde empezó con mi presentación.
- ¡Este es el espíritu de los Juegos del Hambre! - Effie estaba encantada de ver algo de emoción en su distrito - ¿Cómo te llamas?
- Adhara Sorní.
- ¡Un aplauso a nuestro tributo final!
Pero nadie aplaudió, sin embargo hicieron algo más expresivo que cualquier aplauso. Se llevaron los tres dedos centrales a los labios y los alzaron, toda la plaza al unísono. Me estaban despidiendo a mí, a mi... Sin realmente quererlo esbocé la sonrisa más sincera que pude.
- Y ahora a por los caballeros.
Effie hizo el mismo procedimiento que hace un par de minutos, y volvió a mi lado. ¿A quién tendría que matar en la arena dentro de unas semanas? Era la gran duda que surgía en mi cabeza.
- Peeta Mellark.
El alma se me calló a los pies y la sonrisa se convirtió en una mueca de dolor y arrepentimiento. Ahora si que le tenía un poco de miedo a los Juegos. Peeta no sabía utilizar armas, pero es fuerte, lo que significa que podría acabar conmigo si se lo propusiese.
- Daros la mano - nos ordena Effie en un tono menos alegre cuando Peeta alcanza nuestra posición.
Con algo de miedo le tiendo la mano a mi "oponente" el cual la estrecha sin duda ninguna. Sus manos eran rugosas y desagradables al tacto, mientras que las mías todavía tenían restos de sangre de la caza de esta mañana.
Cuando terminó de sonar el himno, unos guardias de la paz nos escoltaron hasta las habitaciones de despedida, donde podremos ver a nuestros seres queridos por última vez antes de partir hacia el Capitolio.
Tenía que mantenerme fuerte, llorar y ser débil no estaba en mis planes. Si saliese de allí con los ojos rojos e inchados, las cámaras de la estación de tren lo grabarían y me dejarían como débil delante de todo Panem, así que nada de llorar.
Las primeras en entrar son Katniss y Primrose, seguidas por su madre. Ambas siguían conmocionadas por la escena anterior, se lo noto en las caras. Después de un rato en silencio, reuní el suficiente valor para hablar.
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P E A C E ▬ Peeta Mellark
Fanfiction|| 𝙿 𝙴 𝙰 𝙲 𝙴 𝘈 𝘗𝘦𝘦𝘵𝘢 𝘔𝘦𝘭𝘭𝘢𝘳𝘬 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 . . . 🏹🔪 𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 la suerte del tributo femenino del distrito doce cambia el día de la cosecha ó 𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 el tributo masculino del distrito...