"Esta muy guapa"
"Tiene una lechuga entre los dientes"
"¿Por que todo es tan caro? No debí decir que hoy pagaría todo"
"Hay Dios...¿Por qué no use condón? No soporto mas a estos mocosos, mami eso, mami quiero aquello, mami mami no me dejan ni ir al baño tranquila joder"
"¿Que carajos hace ese idiota aquí?"
"Tengo hambre....y estoy lejos de casa...hace tiempo que estoy sentado junto a la puerta..."
"De tin mari de do pingue..."
"¿Por que esa porquería? Bueno, mi culpa por dejar que decida que vamos a ver"
"Lalalalala oíd mortales el griiíiítoo sagraaadoooo..."
"Parece una cita"
Mire al chico que camina pegado a mi lado, nuestros hombros rosándose por el movimiento de nuestros cuerpos. Su mente esta centrada en una lista de cosas que necesita comprar y como planea hacerlas, a donde ir, cuanto costaran, cuanto dinero en efectivo tendrá que llevar, cuanto tiempo le tomara llegar a las tiendas. Pensamientos triviales. Su voz suena fuerte y claro, y todas las demás están en un segundo plano. Excepto ese ultimo pensamiento. Ese era muy claro y mas fuerte que cualquier otro. Porque es mío y lo suficiente significativo para distraer mi concentración de lo que debo hacer. Hasta olvide por un momento la razón por la cual me metí en este infierno por voluntad propia.
—¿Escuchaste algo diferente?—su voz real me sacó de mi fantasía trayéndome a la realidad de una manera muy cruel.
—No—negué—nada fuera de lo común.
Seguimos dando vueltas, mirando escaparates como si nos interesara comprar una cartera de piel falsa de cocodrilo o como si tuviéramos el dinero para comprar los nuevos modelos de celulares, como una pareja. Me alegre ser yo la lectora de mentes y no al revés, así puedo guardarme la tonta idea de que estamos en una cita y mi aun mas tonta fantasía de que Ezra es mi novio y estamos disfrutando de un paseo romántico, como un chico y una chica normal.
Después de la segunda vuelta, capte los pensamientos de sospecha del guardia de seguridad. Asi que tome la mano de Ezra y riendo como si me hubiera contado el chiste mas gracioso del mundo, lo arrastre ante su mirada confundida hacia el ascensor. Dentro de la seguridad y privacidad de la caja de metal suspire.
—Debemos actuar con más naturalidad si no queremos levantar sospechas.
Ezra me miró levantando una ceja, la pregunta implícita en toda su cara.
—El guardia de seguridad estaba sospechando de nosotros. ¿Dos chicos dando vueltas por el mismo lugar varias veces sin verse interesados en nada ni hablando entre ellos?
—Mm—asintió al final aceptando que tengo razón—¿Qué propones que hagamos?
—Pidamos algo de comer...y luego vayamos a la librería, ya que estoy aquí comprare algunos libros para la próxima semana.
—Está bien—dijo presionando el botón que nos llevaría al patio de comidas.
—¿No quieres aprovechar y comprar las herramientas que necesitas? Hay un supermercado en la primera planta que tiene varias cosas de las que necesitas.
Ezra ni siquiera parpadeó al oírme mencionar cosas que nunca dijo en voz alta y que se supone que no debo saber. Si es porque él está más acostumbrado a las rarezas de los mentalistas que mi familia, aun así considero que es una reacción normal sentirse incomodó aún conociendo y estando acostumbrado a mis habilidades. Pero Ezra reaccionó como si nada y, si, es algo muy estúpido, pero me gusto.
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Mente_En pausa
FantasyDe principio, ser un adolescente no es fácil. Pero la vida se vuelve un infierno cuando puedes leer la mente. Nacer con esta "habilidad" me llevo al asilamiento de mi familia, al punto en que mis padres me enviaron a vivir a la casa de mi abuela...