La boda era preciosa, principalmente porque Minghao en algún momento fue humano, tenía costumbres humanas, como la boda, pero aún así, Chenle y Jisung lanzaron las flechas al centro del aro para culminar la boda entre el dios y el humano.
Sungchan hablaba con Jaemin y Jeno sobre lo difícil que se estaba poniendo los entrenamientos de futbol de la escuela, su entrenador pronto se iba a jubilar e iba a entrar un maestro nuevo, decían que era bastante joven, así que los jugadores no dudaban que fuera un fraude. Sungchan tenía dudas sobre ese nuevo entrenador y por eso quería mantener a su equipo en forma, iban a ganar en el próximo partido.
Shotaro también les estuvo contando que encontró mucho consuelo en el baile, le gustaba mucho la danza, pronto iba a tener clases con los alumnos del último año, ellos presentarían un grandioso recital de graduación y los de su generación iban a ser su apoyo.
—Deberías invitarnos. —Dijo Jaemin haciendo un puchero.
—Yo si voy a ir. —Jeno le dio un beso en la cabeza a su esposo y luego le sonrió.
Habían sido difíciles las primeras décadas, viendo como todos envejecían menos Jeno, también era difícil ser el novio de Hades, convertirse en esposo del dios del Inframundo también fue algo extraño, nunca pensó que se casaría con el dios que le había quitado tanto. Haechan, su exnovio Haechan, el padre de Chenle y tío de Sungchan, siempre se burlaba de él.
Ese antiguo Haechan siempre decía que Jeno definitivamente era el colmo de la ironía, casado con la persona que juró destruir, pero siendo el hombre más feliz de la tierra, tenía en Jaemin al mejor compañero y en Jisung al hijo que siempre deseó. Para Haechan había sido similar, Mark era el mejor padre para Chenle y para Sungchan, además su amor era incondicional, fueron muy buenos tiempos.
Ahora ya no existían.
Pero sus niños ya eran grandes, o al menos tenían más de cien años y habían encontrado a Mark y a Haechan, o al menos sus nuevas existencias, quizá más adelante podrían recuperar sus memorias de otras vidas, Jeno y Jaemin querían ser los padres o al menos figuras paternas de Chenle y Sungchan mientras los jóvenes Mark y Haechan recordaban quiénes fueron y disfrutaban su nueva vida. Claro, existía YoonOh, pero no sabían mucho de él. También existía Yuta, le enseñó a mandar sueños a las personas, pero Shotaro decidió volver con Sungchan y los demás para formar parte de "los cupido".
Yuta y YoonOh no eran buenos padres, Jaemin y Jeno querían ser muy diferentes a ellos, y aunque Chenle y Jisung, y Sungchan Y Shotaro ya habían vivido lejos en los últimos años, ellos habían vuelto por una llamada de teléfono del profesor Jeno diciendo que había encontrado a las reencarnaciones de Mark y Haechan. Yangyang se unió después al ver que su destinado estaba interfiriendo. Ahora Yangyang vivía en el mundo humano, de vez en cuando sus padres lo visitaban, Ten verificaba el manejo de Ten-Mont y Johnny jugaba con Jisung y Yangyang, aunque pusiera celoso a Jeno.
—Muchas gracias por venir. —Jun y Hao se paseaban por las mesas agradeciendo a los invitados, así llegaron a la de los dioses que mencionaron.
Shotaro estaba inquieto, pese a que se veía hermoso con su esmoquin, lucía paranoico, había tenido un sueño el día anterior, pero no sabía de qué, solo sabía que había alguien que necesitaba su ayuda. "Se conocen en una boda", era uno de los clichés más típicos de las películas, pero Shotaro quería saber quién y a quién debía unirlo para que se volvieran amigos.
Él era Philia. El amor en forma de amistad.
—Tranquilo, sé que los encontrarás pronto. —Dijo con suavidad.
—No, es que no se siente como una simple amistad, no entiendo lo que soñé. —Le mencionó a su novio.
Sungchan tomó de la cabeza a su novio y le dejó un beso en el cabello, ah, lo quería demasiado, pronto cumplirían 100 años juntos, ya eran un par de ancianos. Se rio.
—Relájate y disfruta. —Sungchan mencionó. Era la primera boda de un humano y un dios a la que iba Shotaro. Lo cual era un poco extraño para él.
Sungchan claramente había ido a la de Jaemin y a la de Jeno, Shotaro solo se quedó pensando que hubiera sido lindo que su padre Yuta se hubiera casado con su mamá Giselle y se hubieran quedado juntos para siempre, jamás entendió por qué ella tomó esa decisión, Jaemin pudo ayudarla a vivir muchos años, Shotaro a veces extrañaba a su madre.
Pero cuando las luces se volvieron tenues, Shotaro olvidó sus sentimientos. Había una figura delgada, junto a Minghao, no, no era Jun, era una figura delgada que se mantenía en puntas, su figura era estilizada, fuerte y con una gracia de venado, era un hombre dulce y gentil.
Y sus movimientos eran exactos, preciosos.
Shotaro sintió un escalofrío recorrer su espalda, su baile, su danza era impresionante, era el tipo de movimientos corporales a los cuales aspiraba, Shotaro quiso llorar, ¿Por qué el baile de ese hombre era tan perfecto?
—¿Shotaro? ¿Estás bien? —Le preguntó Sungchan a su novio al verlo tan absorto en la danza.
—Él es Sicheng, uno de los alumnos de la academia de Minghao. —Mencionó Jun quien se sentó a un lado de los dioses. —Ese niño tiene tanto talento, sabe tantos bailes, es la forma de expresarse que tiene, pronto lo seleccionarán y viajará por todos lados.
—¿Es humano? —Preguntó Sungchan.
—Sí. —Jun mencionó. —Aunque hay cierto dios que lo tiene en la mira.
—¿Quién? —preguntó Sungchan.
—Aún no es el momento que lo diga, disfruta el baile de Sicheng, pronto se graduará...
Minghao le había pedido a Sicheng, su alumno que presentaran una danza para agradecer el matrimonio que había adquirido con Jun, Sicheng aceptó gustoso, nada lo hacía más feliz que presentarse con alguien que le enseñó todo.
—Quiero bailar como él. —Shotaro susurró mientras se mantenía hipnotizado en los pasos elegantes de Sicheng, era perfecto. Shotaro sentía nostalgia y pasión, Sicheng era... ¿Cómo no iba a ser un dios brillante si su luz cegaba a todos?
—Puedes ir a la academia de Minghao. —Dijo Jun con una sonrisa. —Siempre estará abierta para ti.
—Gracias. —Sungchan respondió por su novio.
—Vaya su baile es tan bonito. —Chenle se acercó a Shotaro.
—Es una danza especial, es una ceremonia espiritual, inclusive su baile podría llamarse como un ritual, es para agradecer y ofrecer la fuerza del universo por la unión. —Shotaro sonrió al recordar su significado. —Era desear un camino brillante para la pareja.
—Parece que te gusta mucho. —Chenle mencionó.
Shotaro seguía observando las telas blancas y doradas que rodeaban a Minghao y a Sicheng, era una unión mágica entre maestro y alumno, ojalá él bailara igual de hermoso como ellos, aunque ya lo hacía, Sungchan sabía que Shotaro podía moverse con la gracia de un pequeño animalillo.
—Quisiera poder bailar como ellos. —Dijo Shotaro de nuevo sin perderse ni un segundo la presentación.
—Quizá cuando te cases con Sungchan puedas hacer una danza igual de representativa. —Chenle sonrió. —Hace mucho que no tenemos una boda entre un humano y un semidios. —Se dejó caer en la silla.
—Ah. —Sungchan le dio un golpe a Chenle porque solo lo estaba molestando, aún no era tiempo de casarse con Shotaro.
Shotaro no dijo nada, solo vio el término de la presentación y sonrió, sí, definitivamente él también haría la danza al sol para pedir por su matrimonio con Storge.
Continuará...
6/31
Si encuentran faltas ortográficas avísenme para editarlas cuanto antes, como saben hago estos capítulos diario y de forma superficial y sin detallar mucho, así que todo está arreglado por el poder de la trama :)
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Love Guardians (Flufftober 2022)
Fanfiction"Chenle, Jisung, Shotaro y Sungchan son dioses del amor que deben de unir a muchas personas en sus nuevas vidas, con sus almas del pasado o almas que recién aparecen, todo para encontrar con quién podría brindarles felicidad, y sobre todo amor " Pri...