11.- ¿Cómo se conocieron?

778 151 37
                                    

Sicheng admiraba la gracia con la que Shotaro se movía, definitivamente cuando Sicheng se graduara el lugar de mejor bailarín estaría ocupado. Shotaro tenía mucho talento, incluso cuando Sicheng le preguntó al profesor de danza sobre Shotaro, éste solo dijo "es uno de los mejores".

Sicheng estaba ansioso por compartir escenario con él, todo en su vida empezaba a ser más esperanzador.

Shotaro por su parte estaba emocionado, principalmente porque Sicheng era bueno en lo que hacía y la forma en la que se acercó a él fue maravillosa, jamás había soñado con él, pero lo sentía como un verdadero amigo, quizá un hermano mayor amoroso y leal.

Y Shotaro también se sentía confundido, le contó a Sungchan sobre su encuentro, pero Jung parecía más y más cansado por los entrenamientos, había llegado un nuevo entrenador que al parecer no les daba ni un solo minuto de descanso, pero Shotaro no quería meterse, era la vida de Sungchan y lo sabría resolver.

—¿Cómo empezó a gustarte la danza? —Preguntó Sicheng.

Shotaro quería reír, había vivido cerca de 100 años, pocas cosas le llamaban la atención, pero una fue la danza, le gustaba la forma en la que el cuerpo se movía para evitar que la boca soltara palabras que no sentían.

—Tomé clases con Minghao y Jun y me gustó. —Sonrió con un tono adorable. —¿Y tú?

Sicheng se quedó callado, desearía poderlo decir, pero se sentía un poco avergonzado.

—Lo soñé. —Sonrió.

Shotaro se quedó callado. ¿Un sueño premonitorio? Él había tenido uno de esos cuando conoció a Jisung y a Chenle, también Ares había tenido uno cuando despertó parte de sus poderes, los sueños eran normales.

—¿Cómo fue ese sueño? —Shotaro quiso saber.

—No me lo creerías. —Sicheng se sentó en el suelo y suspiró.

Palmeó el suelo y Shotaro se sentó al lado de él. Sicheng siempre lo llenaba de un sentimiento muy agradable y acogedor y no sabía por qué.

—Quiero oírlo. Por favor. —Shotaro pidió.

—Fue hace tres años. —Sicheng sonrió. —Estaba pasando por un momento muy decepcionante de mi vida y soñé que me paraba en un gran escenario, tenía los reflectores frente a mí, no podía ver a nadie, pero escuchaba los aplausos, y luego veía a un hombre, no recordaba su rostro, pero si su voz y su sonrisa, me decía que era el mejor bailarían y que pronto muchas agencias me buscarían, en ese entonces yo era un estudiante y no lo creí, era solo un sueño.

—Pero lo intentaste. —Shotaro habló con esperanza en los ojos.

—Parece que fui bendecido por un don, di con Minghao y Jun y ellos me enseñaron muchas cosas, y también encontré a alguien muy valioso que devolvió mi confianza. —Él sonrió.

Shotaro se quedó callado, era tan linda la sonrisa de Sicheng, dulce, amorosa y apasionada, Shotaro sintió ganas de llorar, Sicheng era tan raro, le transmitía tanto, era tan fascinante.

—Suena muy lindo. —Shotaro dijo. —Me alegro de que hayas encontrado algo que te mantuviera fuerte, un talento que es valorado y que te hace feliz.

—Bailar me hace feliz, pero no es lo único que soy, mi madre, mi novio, el club de danza, mis profesores, todos me han enseñado a que no estoy solo, que puedo vivir feliz aunque mi mundo se haya desmoronado, pronto podría construir algo de nuevo. —Dijo con ternura.

Y Shotaro pensó en lo fuerte que era Sicheng, la vida a veces te golpeaba tan fuerte que para muchos era difícil levantarse de nuevo, Sicheng lo había logrado y su linda sonrisa y amabilidad lo demostraban.

—Quisiera ser como tú. —Shotaro miró a Sicheng y dijo lo primero que salió de su boca, ver a ese hombre era cómo caer hechizado.

—¿Cómo yo? —Sicheng soltó una leve risita. —Ah, serás mejor. —Ladeó la cabeza. —Eso me recuerda que siempre he querido preguntarte, ¿Cómo se conocieron Sungchan y tú? ¿Cómo sabías que era la persona con la que siempre deseaste estar?

—Lo sientes. —Shotaro mencionó. —Uh, yo también tuve un sueño hace tiempo, fue durante un vuelo de Japón a Corea, soñé que Chenle y Jisung, los otros chicos a los que conocen como "cupidos", iban a ser mis mejores amigos. —Sonrió. —Lo primero que hice fue buscarlos. Chenle es primo de Sungchan, lo conocí en ese mismo instante y... Creo que fue el día más raro de mi vida, porque ese día conocí a mi papá, y yo realmente pensé que no existía.

—¿Qué? —Sicheng levantó la ceja con sorpresa. ¿Había escuchado bien? —¿Cómo te encontraste con tu padre? O ¿Por qué crees que no existía?

—Ah, es que mamá me crio sola. —Shotaro trató de sonreír. —Mi papá nunca fue un padre presente.

—Debió ser difícil, ¿Y aun así ese imbécil te buscó después de tanto tiempo?

—Nunca dejó de pensar en mi madre y en mí. —Shotaro dijo, sabía que los sentimientos que tenía eran de amor, pero también solía estar enojado con Apolo, era doloroso pensar que creció sin un padre, sin una familia normal. —Y lo acepté de nuevo en mi vida.

—Oh, debió de ser difícil. ¿Qué dijo tu madre sobre tu decisión? —preguntó Sicheng.

—Ella fue la más feliz cuando se lo dije, tuvimos un viaje familiar juntos, allí me di cuenta de que cuando ellos se miraban había un amor tan enorme entre ellos, que siempre me pregunté por qué no pudieron estar juntos. —Shotaro bajó la mirada. —Después de eso, ya no pudimos reunirnos los tres, teníamos mucho trabajo.

—Oh, rayos. —Sicheng hizo una muequita. —¿Y nunca has pensado en volver a unirlos? Digo, son el club cupido, podrían unir a tus padres de nuevo si ellos aceptan.

Y Shotaro guardó silencio, claro, la idea se le ocurrió también, pero lo único que dijo Apolo fue "Jaehyun ya nos flechó, lo siento Shotaro, ella y yo no podemos estar juntos en esta vida, esta vida solo fue hecha para procrearte, nada más" y fue algo que enojó mucho a Shotaro, porque sabía que su padre seguía visitando a su madre en sueños, pero al mismo tiempo no la dejaba vivir su realidad.

Incluso si Chenle y Jisung los flecharan, no habría efecto, porque Apolo y Giselle sí estaban enamorados, pero ambos conocían cuales eran los límites que no debían cruzar, enamorados, pero no podían estar físicamente juntos.

—Mamá murió hace poco. —Shotaro habló. —Ya no puedo hacer que estén juntos.

Shotaro mordió su labio, habían pasado poco más de dos décadas, su mamá murió muy vieja, tenía más de 100 años, Yuta hizo todo por preservarla, pero al final no se pudo quedar más tiempo, ya no era vida para ella, y mientras Shotaro seguía luciendo como un chico de 20 años, su madre carecía de calidad de vida.

En otra vida quizá se volverían a encontrar.

—Oh, cariño. —Sicheng sintió mucha culpa, no debió preguntar, así que abrazó a Shotaro, le dio un abrazo tan fuerte para que supiera que no estaría solo.

Sicheng no sabría qué hacer si perdiera a su madre, tres años atrás descubrió que su padre tenía otra familia y fue un golpe muy duro para él, ah, debía ser un dolor muy cruel.

—¿Al menos tu padre te cuida? —Preguntó Sicheng.

—Él tiene mucho trabajo, de vez en cuando nos vemos o coincidimos, pero no vivo con él, me cuidan los papás de Jisung. —Shotaro mencionó.

—Ah, suena a que sus padres son unos desobligados. ¿Qué hay de la familia de Sungchan? ¿Te acepta?

—Si me acepta, pero... Es complicado. —Shotaro sonrió. Hace años que no veían a Jaehyun, ni siquiera sabían si seguía vivo o no, Sungchan decía que sí, pero hace décadas que no se contactaba con él.

Sería muy extraño hablarle de dioses y reencarnaciones a Sicheng. Shotaro quería tener un amigo humano normal.

—Bueno, si quieres cambiar de tema... ¿Por qué no vamos a las canchas de futbol? Deben de estar por terminar el entrenamiento. —Sicheng dijo con suavidad.

—Por supuesto. —Sonrió. —Quiero ver a Sungchan. 

Continuará... 

11/31

Love Guardians (Flufftober 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora