27.- Jamás había hablado de esto

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Shotaro estaba sentado tranquilamente en un asiento de la cafetería de Jaemin, tomaba una bebida de taro, iba perfecta con el apodo que su padre le había dado. Suspiró, sabía que Sungchan estaba ayudando como mesero porque Chenle y Jisung decidieron darse un respiro.

Pero había llegado el día, Yuta le pidió a Shotaro que se presentara como su hijo. Quería que hablaran los tres.

Porque era su familia.

La campanilla sonó y entró un Sicheng muy lindo, estaba vestido elegantemente, era alto, su porte era el de un buen bailarín. Se veía nervioso, observó todas las mesas y se sorprendió cuando vio a Shotaro, así que lentamente caminó hacia él.

—¿Qué haces aquí? ¿Estás en una cita con Sungchan? —Cuestionó. —Has estado evitando mis llamadas desde el primer recital. ¿Estás bien?

—Lo estoy. —Shotaro dijo. —¿Y tú?

—Sé que he actuado como un loco, pero hablé con el entrenador Yuta. —Sonrió. —Estoy aquí por él, me presentará a su hijo. Quiero saber que no me miente, estoy tan nervioso. ¿Quisieras acompañarme?

—Creo que jamás lo pregunté, pero ¿Qué tiene de encantador? —Shotaro cuestionó. Su padre era incluso impuntual en ese momento.

Sicheng sonrió con ternura.

—Sus ojos expresivos, su linda sonrisa, es muy cariñoso, demasiado, ama sin pensar mucho en los impedimentos y brilla como un sol, además es muy sensual. —Sicheng sonrió. —Si fuera mujer me gustaría formar mi propia familia con él. —Guardó silencio. —Él mencionó que su antigua pareja murió.

—Su nombre era Giselle. —Shotaro sonrió con nostalgia. —Era preciosa, le gustaba aprender japones, creía en las divinidades, era fiel creyente de Apolo, el dios del sol y de la adivinación.

—¿La conociste? —Sicheng dijo. —¿O por qué me estás diciendo esto? ¿La investigaste? —Sicheng guardó silencio. —¿Apolo? ¿Lo dices porque la danza que bailamos era para invocar la fuerza del sol?

—¿Sabías que era la danza de Apolo? —Shotaro preguntó.

—Sí... —Sicheng guardó silencio. —Jun me lo dijo una vez, además el sueño que tuve, siempre pensé que Apolo me lo había enviado, que ese dios quería que yo brillara.

—¿Qué harías si los dioses fueran reales? —Preguntó Shotaro.

—Los dioses no existen. —Sicheng dijo.

—¿Y si dijera que sí? —Shotaro preguntó.

—¿Lo dices porque mencionaste que los "cupidos" de la escuela eran Eros, Ágape, Storge y Philia? —Sicheng guardó silencio. —Son tipos de amor, no dioses, bueno, quizá Eros si sea un dios... Pero Eros es el cupido griego. Ni siquiera es la misma mitología.

—¿Y qué dirías si te digo que esta es la cafetería de Hades? —Shotaro preguntó.

Sicheng observó a su alrededor, el lugar realmente era encantador y cálido, así que Sicheng soltó un resoplido y empezó a reír.

—¿Este es el inframundo? —Se burló. —Si es así nadie le tendría miedo a la muerte.

Shotaro también sonrió, Sicheng era igual de escéptico como lo fue él, excepto que Shotaro tuvo a Giselle diciéndole que era hijo de Apolo, ¿Cómo la habría convencido Yuta de que Giselle creyera en los dioses?

Fue cuando la campanilla sonó y entró un Yuta desorientado. Al ver a Sicheng y a Shotaro sentados y esperando se acercó a ellos, pero si era sincero, tenía mucho miedo.

Love Guardians (Flufftober 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora