28.- Tras una relación tóxica

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Eran cerca de las dos de la mañana, Sicheng observó de nuevo a través de la ventana, no había nadie en la calle, luego miró su celular, no había mensajes ni llamadas perdidas. No había nada, ¿Yuta le mentía? ¿Realmente iba a ir a arreglar las cosas con él? Sicheng se estaba odiando por amar tanto a Yuta.

Lo mejor era irse a dormir. Se acostó en su cama, apagó las luces y se quedó dormido completamente. Estaba cansado, emocionalmente y de tanto llorar.

Cuando despertó se dio cuenta de que estaba en un lugar oscuro, había varias pantallas que proyectaban diversas memorias que había tenido.

—Tardaste mucho en dormir. —Era la voz de Yuta, se encontraba recargado en la pared, se veía demasiado apuesto, y mayor, tenía el pelo largo, músculos y tatuajes definidos, pero su rostro era el mismo.

—¿Dónde estamos? —Mencionó Sicheng observando y buscando una salida.

—En tus sueños. —Yuta murmuró. —Te lo dije, soy Apolo, me comunico mediante sueños.

—Me cuesta tanto creerlo. —Sicheng dijo. —Un dios... 500 años... Shotaro, tu hijo... Bien, escucho nuestra historia, permitiré que me trates de convencer. —Mencionó.

Y entonces Yuta sonrió y aplaudió, todas las imágenes que había en las pantallas cambiaron. Luego se observó a un joven bello, era delgado, precioso usaba pedazos de tela y joyería dorada, era la cara de Sicheng, pero Sicheng no lo recordaba.

—Su nombre era Winwin, tu primera vida, el nombre que apareció en mi libro de la vida, ese libro tiene escrita toda tu vida y hay que seguirlo al pie de la letra o pueden pasar cosas que no desearías. —Explicó.

Sicheng observó las imágenes, era él, era bailarín exótico para el señor feudal, era solo un acompañante, al parecer había escapado de su casa en otro país y en búsqueda de nuevas oportunidades y había terminado como un esclavo que bailaba para complacer a un público que solo lo veía como objeto.

Winwin lloró y pidió ayuda, Yuta fue quien le ayudó, por medio de sueños le dijo qué debía hacer para huir, luego que huyó de el palacio, dio a un lugar pequeño y encontró a Yuta, lo había visto en sueños, se había enamorado de él por lo agradecido que estaba, entonces ambos vivieron en las montañas, se les hacía llamar los brujos por los poderes de Yuta, pero también eran sabios.

Sicheng pudo ver que Yuta no mentía, ambos se veían jóvenes, pero él no recordaba haberse vestido así, ni mucho menor vivir en un Japón antiguo.

—Vivimos enamorados hasta el final de tus días, yo no tenía poder suficiente para hacer que te mantuvieras vivo, así que te dejé ir y juré encontrarte en la siguiente vida. —Yuta sonrió. —Tardaste un poco en volver a nacer, o quizá no lo supe porque cada que renaces puedes elegir llamarte igual o no, tener el mismo aspecto o no..., en tu segunda vida naciste como mujer, Uchinaga Aeri.

Las imágenes cambiaron en las pantallas, Aeri bailaba rituales japoneses, era muy bonita. Ella y Yuta se conocieron una noche en la que ella iba a ser asaltada, así que Yuta llegó y golpeó a las personas, Yuta parecía un samurái de cabello rojo, una cicatriz en la mejilla y una espada colgada en su costado.

Yuta se encargó de quedarse con ella toda la vida, no tuvieron hijos porque Aeri no podía tenerlos, pero lo desearon mucho, querían ser una familia... Prometieron que sería en la próxima vida, serían la mejor familia que pudiera existir y Yuta amaría tener un hijo con la mujer que amaba.

—Cuando Aeri murió estuve muy triste, mi mejor amigo Hansol también estaba pasando por un momento muy difícil, así que nosotros dos esperamos, pasó mucho tiempo, él murió, perdió toda capacidad de vivir porque se enamoró de alguien que no estaba escrito en su libro, la amó tanto que también se quitó la vida, su libro se quemó y sufrió porque su amada jamás renació. —Yuta soltó. —Pero dejó un lindo hijo, era tan tierno no podía ser el nuevo Hades, siempre cordial y amable... Y me dije que yo quería tener hijos, quería tener un niño igual de lindo como Jaemin.

—¿Solo tienes a Shotaro? —Preguntó Sicheng observando las pantallas.

—Sí, lo que nos lleva a tu tercera vida, después de muchísimo años, mi libro decía que al fin tendría un hijo contigo, en este caso con Giselle Osaki, era una bailarina reconocida de ballet, sus padres eran muy estrictos y ricos, nos veíamos mediante sueños. —Yuta contó. —Hasta que un día, cuando tuvo el accidente, yo me presenté ante ella y le expliqué que era un dios, yo era un punk enamorando a una dulce muchacha. —Se burló. —Nosotros nos embarazamos de Shotaro.

Sicheng vio las imágenes, Giselle era físicamente igual a Aeri, pero tenían otro nombre. Ella era muy bonita y su técnica de baile era impecable, además Yuta con ese estilo salvaje atraía demasiado.

—¡Espera! —Sicheng dijo. —Regresa el vídeo, ¿Quién es él? —Señaló mientras veía a la mujer embarazada en pantalla.

—Él es Jaehyun, aunque en esa vida se hacía llamar Jung YoonOh. —Yuta explicó.

—No, él es Cha Minho, es el actor que me gusta. —Sicheng dijo con emoción. —Bueno, no es que me guste más que tú, digo, es... —Se puso nervioso al no saber qué decir.

—Ese es su poder, hacer que la gente se enamore de él. —Yuta confesó con una risita. —Cuando éramos jóvenes en tu tercera vida nos flechó, y sus flechas jamás podrán ser deshechas en la eternidad. Y era tu tipo, aún como Giselle. —Yuta sonrió. —Él y yo somos muy amigos. —Confesó. — Más porque nuestros hijos iban a estar unidos en el futuro.

—¿A qué te refieres? —Preguntó Sicheng.

—Jaehyun tuvo hijos antes que yo, pero eran dioses, él se quedó con uno, lo dejó al cuidado de su "cuñado" porque debía unir al nuevo Hades con su Perséfone, es una historia larga que luego te contaré. —Sonrió. —A lo que iba es que, yo no podía ver a Shotaro cuando era niño, si yo bajaba al mundo humano con él, Shotaro moriría, y no podía arriesgarme, así que le di todo a Giselle para que vivieran bien, Shotaro era muy escéptico también. No creía en los dioses. Y solo iba a poder verlo el día que Shotaro conociera a su alma gemela.

—¿Sungchan?

—Sí, Sungchan es el hijo de Jaehyun, bueno, creación. No sabría como explicarlo, pero es el único que conserva su apellido.

—¿Tiene más hijos?

—Larga historia. —Yuta comentó. —Shotaro ha estado viviendo por mucho tiempo, cuando su madre murió sufrió mucho porque pensó que se quedaría solo.

—Has sido un mal padre. Tras la relación tóxica que tuve con Kun y con mi papá, nunca creí que yo terminaría así.

Sicheng observó las pantallas, veía cómo Yuta era amoroso con Giselle, con una Giselle embarazada, ambos acurrucados pensando en qué nombre tendría el semidios que tendrían, Shotaro fue el que eligieron, era un nombre bonito japones. Sicheng pensó que sería lindo vivir algo similar, Yuta siempre le abrazaba así cuando estaban acurrucados.

—No te enseñan a ser bueno. —Yuta dijo. —Supongo que ha habido mejores padres, no como yo o como Jaehyun, nuestros hijos merecen mucho más, pero tratamos de mejorar mucho, nosotros los amamos a nuestra manera.

—No sé cómo tratar a Shotaro. —Sicheng dijo.

—La próxima vez que veamos a Jaehyun... Él puede hacer que los recuerdos de tus otras vidas regresen, pero para devolverlos, quiero saber si realmente quieres estar conmigo, si quieres estar con Shotaro... Porque esta vez no te voy a dejar morir, quiero que te quedes a mi lado por la eternidad. —Yuta dijo acercándose y tomando de la mano a Sicheng.

Ah, como lo amaba, como deseaba poder estar junto a él.

Solo era cuestión de arriesgarse y hacerlo. Sicheng respiró. Quería hacerles caso a sus sentimientos, quería mantener a Shotaro consigo, amar a Yuta, ser la familia que tanto deseo, así que con eso en mente, Sicheng asintió.

—Sí, quiero estar con ustedes dos. —Sicheng asintió y abrazó a Yuta.

Entonces le dio un beso largo, lleno de sentimientos, bastante cariñoso, Sicheng o Giselle siempre amarían a Apolo y también a su pequeño hijo, Philia.

Continuará...


28/31

De rato subo el de mañana sábado 

Y pónganme si quieren que suba de una vez el del domingo jejejeeje (Les recuerdo que este fic se acaba el lunes 31)

Love Guardians (Flufftober 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora