T A B O O | [KTH+18] Hefesto 1✅

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No había visto el camino y no se había concentrado en memorizar nada.

Sencillamente no podía pensar en otra cosa que no fuera hacia dónde se
dirigía. Solo recordaba las luces de la carretera, unos badenes suaves que
la movían en el asiento del copiloto mientras conducían por una avenida
larga y una rotonda que derivó en una carretera oscura y poco transitada.

Después, el sonido del intermitente mezclándose con la música suave que
los había acompañado. El coche giró a la izquierda y se introdujo en un gran parquin privado.

La primera impresión fue que aquello estaba demasiado lleno y ella demasiado nerviosa. Se preguntó por qué había tanta gente allí, si en su mente era un lugar poco transitado. Después recordó aquello que él le contó una vez que nada era como te lo imaginabas antes de entrar la primera vez.

Taehyung detuvo el coche y la observó un instante.

—Llevas todo el camino muy callada. ¿Estás bien? —Lena lo miró,esbozó una sonrisa y asintió—. ¿Qué te preocupa?

—Nada.

—Venga, ha llegado la hora de las preguntas. Haz todas las que quieras y, si no te convence, volvemos a la cabaña.

Se tomó unos segundos.

—Me preocupa que Diana se despierte y no me encuentre.

—No tienes por qué preocuparte, eso está solucionado.

—¿Cómo?

—Está solucionado —concluyó. Ella recordó que al salir del restaurante, había visto a Alfred hablar por teléfono. Puede que tuviera que ver con «la solución».

—¿Por qué tenías el vestido?

—Porque era mi regalo.

—No eso—Puso los ojos en blanco—. Me refiero por qué lo tenías en tu casa.

—Eso no puedo revelarlo. 

—Fue Kaia.

—Así es. Creí que esta sería una buena ocasión para que lo usaras conmigo.

No pudo protestar, su amiga sabía que a ella le encantaban las sorpresas, pero aquel fin de semana estaba siendo demasiado. No lo dijo con palabras, pero posó la mano sobre la de él, buscando en cierto modo su propia tranquilidad.

Después miró todos los coches de su alrededor.

—Hay mucha gente aquí.

—Sí.

Tragó saliva.

—¿Puede pasarme algo?

—Sí. Que disfrutes viendo cosas nuevas o que te asustes y volvamos tan rápido como hemos llegado. —Ella no habló y Taehyung le alzó la cara con suavidad, tocando su mentón—. Esto es por ti, no por mí.Recuérdalo. Si en algún momento no te sientes bien ahí dentro, solo tienes que mirarme. No hará falta que me lo digas siquiera, Helena. ¿Entendido?

Asintió, conforme, pero había algo más. Taehyung lo supo por el movimiento nervioso de sus manos y porque no era capaz de mantenerle la mirada. No la presionó, dejó que se tomara su tiempo.

—¿Y si no… quiero hacer nada? Con otras personas, digo —preguntó finalmente y lo miró con vergüenza—. Con otro hombre.

Sonrió mientras soltaba aire por la nariz, irónico. Alzó más su mentón.

—Mírame, Helena. —Ella obedeció—. Todo lo que pase allí será por qué tú quieras hacerlo. Por qué tú lo apruebas.—recalcó, dejando claro aquellas palabras—. Y no lo hago porque quiero que estés totalmente segura de hacer una escena conmigo. ¿Crees que voy a darle a cualquiera la oportunidad de que te folle?, ¿de que se lleve lo que es mío? No te comparto, no por ahora. No hasta que tú no lo desees.