EPÍLOGO

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Cinco meses después.











El Hefesto estaba lleno, oscuro y en él se respiraba el mismo ambiente erótico de siempre a aquellas horas. Luces bajas, música media y sexualidad alta.

Se sentó en la barra colocada en la zona de fumadores, se encendió un cigarro y pidió el mismo whiskey que había estado bebiendo en su casa, pero mezclado con Cola. Si seguía con el ritmo anterior, caería inconsciente.

Con el cigarro en la boca, no había terminado de ligar ambas bebidas cuando una voz conocida habló detrás de él:

—Kim Taehyung. Porqué será que no me sorprende verte aquí.

Se giró con lentitud mientras soltaba el recipiente de refresco ya vacío y se quitaba el cigarro de la boca.

Sonrió al descubrir a la despampanante rubia y ex psicóloga. Si no la había visto estando tan cerca de él, era debido a la atención que le estaba dedicando a una chica situada al fondo del local, semidesnuda y arrodillada en el suelo.

No podía verle la cara, pero sí el collar oscuro que resaltaba en su pálido cuello. 

Se obligó a apartar la mirada de ella y centrarla en quien reclamaba su atención.

—Vaya. No puedo decir lo mismo, yo no te esperaba por aquí. De hecho, esperaba no volver a verte nunca más.

Jazmine descubrió al momento que estaba bebido.

Él la escudriñó con algo de desprecio.  

—Te falta meterte una raya de coca aquí delante para cubrir el cupo.

Él torció la comisura izquierda en una sonrisa burlona mientras miraba con atención el vaso y el cigarro.

—Qué va. Sabes que no me van las drogas blandas. —Jazmine bufó y puso los ojos en blanco—. Pero si tienes mucho interés, puedo soltar todo esto y centrarme en ti. ¿Quieres tomar asiento? Así podrás hurgar en mi mente. Conseguir que tu doctora interior se mueva. O tal vez Rosie necesite saber si follaré a alguien está noche. 

La mujer se acercó con una sonrisa burlona en los labios y se contoneó,
sabiendo que los ojos de Kim estaban sobre ella. Ya muy cerca, pudiendo distinguir el olor del caro perfume del alcohol, dejó un beso en su cuello y subió hasta su oreja. Le gustaba provocarlo. Se divertía haciéndolo. 

—A veces olvido que puedes llegar a ser un verdadero imbécil.

—A veces olvido que te gusta que tus pacientes sean fáciles de controlar.

—Si fueras mi paciente…

La asió por la cintura y la pegó a él, situándola entre sus piernas. 

—Pero no lo soy, Jazmine. Que paradoja, ¿no te parece?

La miró con los labios entreabiertos y buscó los suyos con la mirada, notando cómo aquello la ponía nerviosa, seguramente  preguntándose si en algún momento él los atacaría como a una presa. 

No lo haría, pero le gustaba sembrar la duda y verla negarse a sus proposiciones una y otra vez con una firmeza alucinante.

Se mojó los perfectos labios y enterró la cara en el largo cuello femenino para posar un beso caliente y húmedo ahí. Ella lo dejó hacer.

—Una paradoja no es exactamente un cumplido —dijo, con una voz grave.— Además, el comportamiento de búsqueda de emociones no es propio de ti.

—No, pero normalmente suelo conseguir las cosas que me propongo. Y tú estás en este lugar por algo, ¿no?  —murmuró con la voz ronca. Y aunque parecía que toda la atención estaba puesta en ella, los ojos oscuros de Taehyung miraban a su vez más allá, a la chica del collar oscuro.

T A B O O | [KTH+18] Hefesto 1✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora