| 3 |

2.2K 254 51
                                    

Se da la vuelta dispuesto a marcharse y ella lo toma del brazo,ese tacto hizo que se tensara de deseo.

Aunque no parecía posible, tenerla tan cerca hacía que se pusiera todavía más duro. Se liberó de su agarre.

—Quédate la chaqueta —murmuró, volviendo a la lluvia y alejándose de esa cria que al parecer estaba hecha de sus tentaciones más vergonzosas.

Cada centímetro de él,protestando a la distancia que se alejara de ella.
La fría lluvia que caía dando un reconfortante alivio, empapándolo directamente sin su chaqueta, sofocando el calor dentro de su sangre lo suficiente para que pudiera pensar de nuevo.

Así podía recordar la vida que había construido, libre de tentaciones, libre de caos,libre de pecado.

Respiró profundo y lluvioso. Se repetía que todo iba a estar bien. Sintió
que lo pusieron a prueba y que terminaría obteniendo las mejores notas.

«Tengo que terminar esta noche solo. Mierda, qué frío consuelo.» Se decía así mismo .

Pero el costo de ceder a sus impulsos haría su vida aún más fría.
—No estás casado, ¿verdad? —Una voz provenía de su lado. Miró a la chica que lo seguía. Lena lo mira de cerca a través de la lluvia anticipando que podía ser el causante de aquel rechazo.

—¿Novia? ¿Novio? Tal vez…

—No.— la seca y cortante respuesta hizo tensar a Lena pero no se daría por vencida.

—¿Casado?

—No estoy casado, y no estoy saliendo con nadie.

Una sonrisa de alivio se dibujó en el rostro de Lena. Se apresuró a seguir los pasos de aquel hombre.

La miró por el rabillo de sus ojos tratando de caminar más rápido, metiendo las manos en sus bolsillos y escondiendo la cabeza de la lluvia, pero notó como se mantenía a su lado,casi corriendo ahora.
Su chaqueta colgaba tan abierta que pudo ver el efecto que tenía trotar en las rondas brillantes de sus pechos que se asomaban sobre encima de su vestido.

«Cristo»

—Yo tampoco.

—No te lo pregunté,niña.

Lena se mordió la lengua,no quería demostrarle que le había molestado que la llamara así.

Aunque no pudo evitar que su
tono se elevará un puntito más de lo debido, saliera con enfado y sin una pizca de titubeo.

—¿Crees que soy lo suficientemente guapa para tener sexo?— dijo,su voz se haciendose más fuerte a medida que pasaba un autobús.

—¿Qué?

—Quiero decir, si no te sientes atraído por mí, lo entiendo perfectamente—.
Salta sobre un charco en un movimiento despreocupado que casi lo hace sonreír. —La mayoría de los chicos no se sienten atraídos por mí. Por eso tuve que venir hasta Londres para…

Sintió como se quedaba atrás mientras aquel atractivo hombre seguía avanzando, se agarró más fuerte de la chaqueta a su alrededor.

—De todos modos—, continuaba con la voz derrotada.—Yo entendería si no lo estuvieras.

La nota solitaria en su voz le hizo ser breve.

—¿Crees que no me atraes?

—Bueno, la mayoría de los chicos…

—No soy la mayoría de los chicos —gruñó.

Lena no pudo evitar morder su labio inferior dejándolo entre los dientes.
Había algo en esa niña que estimulaba todos sus sentidos.
El interés.
El deseo.
Ella se veía demasiado inocente de lejos.
Lo miraba con ansiedad haciéndole más difícil de lo que creía posible. Se lamentaría sus palabras horas más tarde.

T A B O O | [KTH+18] Hefesto 1✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora