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Si tan sólo fuera tan fácil borrarlo de sus pensamientos.

Cada vez que pensaba que lo había conseguido, durante un día completo o dos sin un solo pensamiento orientado a Taehyung, se colaba de nuevo bajo su guardia.

Cualquier cosa lo desencadenaba. El conjunto de los hombros de un hombre por la calle. El sonido de una voz gruesa masculina en la parada del autobús. La melodía de un piano por la radio.

A veces no había ninguna razón discernible en absoluto, estaba simplemente ahí, en su cabeza, convirtiendo su cuerpo caliente y húmedo con recuerdos, llenándola de ira y remordimiento.

Tomó casi dos meses para llegar al punto donde él no era más que un doloroso y pasajero pensamiento que podía fácilmente descartar.

Dos meses durante los cuáles tuvo varias llamadas telefónicas de Alfred consolidando aún más,la creciente convicción en su corazón que él no había preguntado por ella.

Había pasado varias noches dando vueltas en la cama, pensando, recordando y analizando cada momento,cada palabra que Tae le había dedicado; cada mirada mientras trabajaban despreocupados, comiendo chucherías; cuando se había corrido encima de él gracias a sus palabras, para después confesarle que podría obtener todo de él si ella se lo proponía.

Miró su móvil por días. Ella se había ido porque él se había arrepentido. Otra vez.

Aun así, esperaba un mensaje, algo que le hiciera saber que estaba al otro lado, que también estaba desvelado, con los ojos mirando al techo, mientras pensaba en ella y en sus días juntos.

Ese mensaje nunca llegó.





A varios kilómetros de distancia, una cabaña de fachada completamente negra absorbía durante horas los acordes atormentados de un piano que gritaba frustración, rabia y anhelo.

Entrando la madrugada, la última pieza que sonó fue Cold days. Porque
después de haber disipado la rabia y la frustración, solo le quedó el frío.

Un frío incapaz de ser vencido con otra cosa que no fuera la presencia de la ausencia que lo causaba.

Sentía cómo incrementaba su dureza mientras revivía esos momentos en aquella habitación. La manera en que ella gemía en su regazo y le agarraba su polla tan audazmente.

Solo le urgía sentirla nuevamente, en su piel, en sus labios,en sus fantasías... en cada rincón de su cuerpo.

Una vez que ella se abría paso por un instante en su mente, era incapaz de detenerse.
Con la misma desesperación con la que sabía que jamás volvería a sentir nada parecido a aquello.

Deslizó la palma de arriba abajo por su hambrienta polla al tiempo que esos recuerdos le inundaban por completo. La confianza que mostraban sus ojos cuando le separó los muslos vírgenes, la manera en que le había susurrado cómo se sentía dentro de ella, la inocencia con que le miró cuando se introdujo en su cuerpo por primera vez.

Por única vez.

-¡Mierda!-Se lamió los labios a medida que bombeaba su dureza. Los testículos le ardían ahora de necesidad, duros como piedras.

El orgasmo recorrió sus venas hasta que explotó, haciéndole soltar un espeso chorro de semen sobre su mano y abdomen.

A los pocos segundos, la sensación se disolvió. Taehyung jadeó y mantuvo sus ojos cerrados, mordió su labio inferior a la vez que soltaba la menguante erección. El palpitar de su corazón se sosegó.

Y una vez más se sintió igual de patético que siempre, porque sólo podía correrse pensando en una chica que, seguramente, se había olvidado de él. Una cría a la que jamás podría volver a tocar.
















T A B O O | [KTH+18] Hefesto 1✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora