Secret Lover.

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Con unas cuantas palabras, su ansiada noche de sueño se había arruinado.


Jonathan Joestar le había confesado que estaba enamorado.


¿Pero de quien?


Decir que estaba enojado era poco, Dio ardía de rabia, al sentir que de alguna forma, Jonathan no había sido sincero con él. A pesar de que alguna vez le aseguro que no era capaz de mentir, ni para salvar su vida. Sin embargo, esto no parecía limitar su capacidad para guardar secretos.


Entonces Dio paso parte de la noche, barajando a sus posibles sospechosos, en los que incluyo a otros arqueólogos que durante esos años, acompañaron a Jonathan en sus excavaciones, también considero que pudiera tratarse de una dama de sociedad, con la que debía guardar las apariencias por decoro, o en el peor de los casos, en su necesidad de satisfacer sus impulsos de Alfa, habría caído en lo más bajo, enredándose con una criada desvergonzada.


Cada posibilidad era peor que la anterior, hasta llegar a un punto de paranoia absurda, y celos enfermizos, en el que incluso Robert Speedwagon era alguien muy probable.


Frustrado y enojado, el abogado abandonando su cama antes del propio amanecer, intentando apaciguar la punzada de los celos que lo hacía sufrir, pues era un poco consiente para recordarse así mismo que desde antes de la confesión de Jonathan, el Alfa ya estaba fuera de su alcance, debido a su compromiso matrimonial.


Por lo tanto, los sentimientos que Dio tenía por Jonathan habían sido unilaterales desde el principio, y cinco años no pasaban en vano. Era ingenuo de su parte esperar que Jonathan guardara algún recuerdo suyo, cuando las circunstancias en las que se conocieron fueron las más terribles.


Lo que debería ser motivo suficiente para seguir adelante con su propio plan de vida, en el que Jonathan Joestar no estaría. Sin remordimientos, ni tristeza.


Con ese caos tormentoso de sentimientos, comenzó su día, arreglando su persona en perfecta elegancia para ocultar su pesar. Y bajo la luz del amanecer salió de la habitación para enfrentarse a la dulce sonrisa de Jonathan.


- ¡Buenos días, Dio! – Lo saludo, más entusiasmado que de costumbre, al punto de brillar más que la propia luz del sol, lastimando los ojos cansados de Dio.


- Buenos días, Jojo... - Devolvió el saludo, con cortesía y una sonrisa reservada, manteniendo esa mascara con la que engañaba y encantaba fácilmente. Y juntos se dirigieron hacia el comedor para reunirse con George y William.


Jonathan hablo durante todo el camino, temas a los que Dio no presto atención alguna, y simplemente observo el rostro sonriente de ese dulce tonto, que en su nueva perspectiva, era una perfecta mascara. Y se preguntó que otros secretos escondía bajo esa fachada de adorable estupidez.


Y al considerar opciones aún más indecentes, se sintió increíblemente molestó con Jonathan.


Lo peor de todo, es que le había prometido su apoyo incondicional en cualquier decisión que tomara. Quedando atrapado en una situación por demás difícil, pues ahora en su estado de lucidez podía decir con toda seguridad que sin importar cuál fuera la identidad de aquella persona que Jonathan llevaba en su corazón, Dio le odiaba.

We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora