Joestar winter.

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Era un día particularmente frio en Kentucky. El más frío de cualquier otro invierno que Johnny Joestar, pudiera recordar.


Y al rebuscar en su memoria, inevitablemente revivió cada invierno a lo largo de su existencia. Desde su infancia de navidades felices al lado de su hermano mayor, hasta esos inviernos amargos después de la muerte de Nicholas.


Por un momento sintió que su corazón se enfriaba, pero el tarareo de la criada que lo acompañaba le trajo de vuelta a su cálida felicidad. Pues aquella tonada se asemejaba a una de las canciones que su Alfa solía cantar.


Su esposo, el extravagante italiano, Julius Caesar Zeppeli.


Johnny lo había elegido como su compañero de vida, en un juramento que dictaba que estarían juntos en las buenas y las malas, en la salud y en la enfermedad hasta el final de sus días. Y aún así, había momentos en los que se preguntaba cómo podía ser tan feliz al lado de un Alfa que tenía el talento de irritarlo con algo tan simple como una canción tonta, y al mismo tiempo, considerar esas cualidades irritables como lo que más le gustaba de su persona.


- Ahh...- Jadeó, y con cuidado dejo su taza de cocoa caliente sobre la mesita, para acurrucarse mejor en su asiento. Yacía en su silla de ruedas, cerca de la chimenea, cubierto por varias mantas, prendas de ropa y otros objetos impregnados con el olor de su Alfa para mantenerse caliente y seguro, mientras esperaba a que regresará.


- ¿Amo Johnny? - La criada reacciono rápidamente a su sobresalto, dejando su tejido de lado para pretender levantarse de su asiento.


- Estoy bien. Por favor, no se levante.- Le pidió con el ceño ligeramente fruncido, mientras retiraba con cuidado algunas de las mantas que lo cubrían, hasta que pudo mover sus brazos sobre su regazo, y acariciar con suavidad su vientre redondeado.- No es nada de cuidado, solo está pateando como un potrillo salvaje...- Suspiró, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.


Y al encontrarse abrumado por la nostalgia, también recordó el día que se entero de que estaba en cinta. Había mantenido su incredulidad hasta poco después de cumplir el cuarto mes, cuando el pequeño en su vientre comenzó a moverse. Después de eso, poco a poco su cuerpo tomó esa forma redondeada, haciendo su estado más evidente para los ojos curiosos, y a su vez callando aquellas lenguas que hablaron de él con lástima cuando los médicos le dijeron que su cuerpo había perdido esa capacidad debido al disparo que lo dejo en silla de ruedas.


- Su padre debe estar cerca.


Entonces, pudo escuchar a la distancia el relinchar de un caballo, seguido por el azote de la puerta al abrirse, mientras la fría brisa de aquel día nevado entraba a su hogar.


Los pesados pasos resonaron con las espuelas, y entonces Johnny vio a su esposo entrar a la estancia, todavía sacudiéndose la nieve que había en su sombrero y abrigo, para después colgarlos en el perchero.


- Bienvenido, vaquero. ¿Qué tal el clima?- El Joestar preguntó, con un tono burlón de su voz.


- No uses tu sarcasmo conmigo, Johnny. - El italiano farfulló con cierta irritación.- Todavía estoy pensando que haré para vengarme de ti, por obligarme a ir hasta el correo en medio de una tormenta.- Se quejo, mientras se deshacía de cualquier exceso de nieve en su larga cabellera.

We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora