Letters from the past.

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En la creencia popular, ser alguien exitoso dentro de la sociedad londinense dependía de dos cosas: Un apellido importante y nacer siendo un Alfa.


Una regla social de estatus y apariencias de la que Straizo era víctima desde que tenía uso de razón, pues era un hombre con ambiciones y aspiraciones hacia la grandeza, pero provenía de una familia de clase media, y peor aún, contaba con la condición de un Beta. Que a los ojos de los aristócratas era lo mismo que estar destinado a ser un mero sirviente, sin importar que en algún momento de su vida lograra amasar una gran fortuna.


Un destino que se había negado a aceptar. Y desafiando lo que estaba escrito, se instruyó en todos los campos que se suponía solo podían ser llevados a cabo por Alfas.


Literatura, escritura, matemáticas, ciencias y artes, domino cada una con dedicación constante. Lo mismo sucedía con sus modales impecables y su conocimiento en la correcta etiqueta, hasta ser alguien digno de llamarse así mismo un caballero.


Sin embargo, aunque consiguió ganarse el suficiente reconocimiento para atraer miradas de admiración sobre su persona, nunca fue suficiente.


Por que en todos esos años de esfuerzo y ardua dedicación para conseguir lo que quería, seguía encontrándose con Alfas sin escrúpulos que cuestionaban sus talentos, llegando incluso a insinuar que todo de lo que presumía eran simples actos de charlatanería para llamar la atención. Lo que era de esperarse ya que los Alfas eran demasiado orgullosos para aceptar que un Beta se pusiera a su nivel.


Una postura por demás hipócrita, ya que a los Alfas nunca se les cuestionaba en sus acciones, aun cuando era bien sabido que sus logros eran heredados de sus predecesores, y que al final su única preocupación sería continuar ese legado de arrogantes holgazanes, que heredarían las riquezas obtenidas de usar a sus semejantes.


Esta injusta y cruel realidad sería la razón de las frustraciones de Straizo a lo largo de los años, mismos en los que comprobaría que esos alfas eran el ejemplo más claro de su sociedad absurda y podrida, y a su vez, lo que le motivaría a cambiar sus deseos de superación, por resentimiento y odio.


Fue en esta etapa de su vida universitaria en donde Jonathan Joestar entró a escena.


La presencia del Alfa por sí solo fue depreciable para Straizo, considerando que como cualquier Alfa buscaría imponer su dominio en una institución en la que predominaban Betas. Esta duda fue respondida cuando poco después a este se unió Robert Speedwagon, formando juntos aquella ley social que tanto odiaba.


Un Beta al servicio de un Alfa. Que en términos corteses, llamarían amistad a su humillante relación.


Esto hizo que Straizo los odiara aún más, y como cualquier cosa que odiaba, busco la manera de destruirlos de todas las formas posibles, haciendo que cada día en la universidad fuera horrible para ambos, esperando que abandonaran el recinto por voluntad propia.


Pero sin importar los muchos malos momentos que les hizo pasar, se mantuvieron firmes, enfrentándolo cada vez con más arrogancia, lo que solo aumento su insatisfacción. Porque al final del día, nada cambiaba, Jonathan seguía siendo ese Alfa destinado a una vida de grandeza, en la que jamás tendría que esforzarse realmente para obtener lo que quería y vivir medianamente bien.

We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora