Il mare eterno.

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Caesar tenía la mirada fija en la ventana. Su atención se había quedado en el paisaje verde, entre ese camino de tierra, en donde esperaba ver a alguien, pero lo único visible ante sus ojos era el lento y tortuoso movimiento del sol, y eso estaba angustiándolo.


- ¿A nadie dijo a donde iba? - Escuchó preguntar a su tío William, con cierto nerviosismo.


- No, su excelencia.- Respondió temerosa, el ama de llaves.


- Me resulta extraño que alguien como él se pierda de vista.- Loggins pensó en voz alta y con cierta incredulidad.


Ese día, tras volver a casa de sus labores, fueron recibidos con la noticia de que Joseph se había ido de la isla, ya que tras buscarlo, se percataron de que su góndola estaba desparecida.


- Debe estar navegando en alguna zona cercana a la isla, haciéndose el tonto. Tiene que regresar en cualquier momento, la marea alta debería ser suficiente para asustarlo.


Todos sabían que Joseph podía ser impredecible, y actuar por impulso. Pero en esta ocasión no había ninguna razón para que hiciera algo que pusiera su vida en riesgo.


Caesar sentía que algo le había pasado, y necesitaba saber urgentemente si estaba bien.


Con este pensamiento en mente, los ojos de Caesar divisaron una silueta acercándose a la casa. El omega no lo pensó ni un segundo cuando corrió hasta la puerta, para encontrarse con su esposo.


Tenía en la punta de su lengua el reclamo que le haría, y también un par de preguntas. Se imaginaba también lo que Loggins y Messina le dirían para burlarse, situación que sería controlada por su tío William. Y al final se reunirían en la mesa para cenar mientras escuchaban lo que tendría para decir de su escapada en góndola.


- ¿Dónde estabas...?- Caesar balbuceó su pregunta, pero fue como un grito que se apago antes de salir, en el instante que la luz de la antorcha exterior ilumino aquella silueta robusta y le dejo ver que se trataba de dos individuos. Rostros que conocía, pero no el que necesitaba ver para calmar sus inquietudes en ese momento.- ¿Mark? ¿Qué haces aquí a esta hora?


Cuestiono su presencia, y solo entonces observo con detenimiento a su acompañante. A su exclamación confusa se unió su tío y amigos, intrigados por la presencia del Alfa joven, y el otro más viejo. El señor Grimaldi, padre de Mark.


- Buenas noches, amigo mío, Barón Zeppeli, Loggins, Messina.- Mark saludo a cada uno, mientras el hombre al lado de él se limitaba a quitarse su sombrero de copa, dejando a la vista su cabello cano.- ¿Podemos pasar?


- Claro, sean bienvenidos.- Caesar respondió con cortesía y se hizo a un lado, dejando la puerta abierta para que padre e hijo entraran.


Inmediatamente, Mark y su padre cruzaron el umbral, y se pararon en medio de la estancia bajo las miradas expectantes, de quienes esperaban escuchar la razón a su repentina presencia en la isla.


- ¿A que debemos su visita? - William preguntó, dejando ver algo de su impaciencia. Pero ambos alfas se quedaron en silencio, mirándolos fijamente, con expresiones que auguraban nada bueno.

We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora