En un sombrío y lluvioso amanecer, Erina Pendleton regreso a Londres, y pese a las inclemencias del clima, la noticia llego a la mansión Joestar ese mismo día.
Y las celebraciones de júbilo no se hicieron esperar.
El retorno de Erina, era la culminación de lo que para muchos fue una larga espera para ver al único heredero del Duque Joestar unirse en matrimonio. Cumpliendo de esta manera, la promesa con la que demostraría ser un caballero de palabra.
Por esta razón, no fue una sorpresa para nadie, que esa misma tarde, George Joestar comenzara a enviar las invitaciones a sus amigos más cercanos, solicitando cordialmente su asistencia a la gran fiesta de bienvenida en honor a Erina.
Así, durante los días previos a la celebración, respuestas de toda gran Bretaña llegaron a la mansión, para confirmar su presencia en lo que prometía ser el evento de la temporada.
Straizo observo todo ese entusiasmo y preparación desde la distancia, excluyéndose de compartir esa dicha. No lo merecía, y ni siquiera podía fingir que estaba feliz, pues con el regreso de Erina daba por cumplido el propósito por el que había sido enviado a la mansión Joestar, con la efímera promesa de tener una vida más o menos tranquila.
Con este pensamiento retumbando en su cabeza, Straizo inicio su día, uno menos de la cuenta regresiva de una tragedia.
Camino a través de los pasillos, apreciando la nueva gama de colores con los que se habían decorado la mansión. Azules y blancos, suaves, trágicos y melancólicos, que eventualmente se tornarían negros.
Bajo la escalera lentamente, y al caminar en dirección al salón, el bullicio de los empleados que llevaban a cabo sus labores llamo su atención. Y solo al acercarse a la entrada principal se percató de que Dio estaba con ellos, supervisándolos en una tarea muy particular.
- Asegúrense de ajustar bien las cuerdas del carruaje. Todo debe llegar íntegramente a Londres.- El abogado indicó a los sirvientes que cargaban un par de baúles de un gran tamaño, para sacarlos de la mansión.
- Buenos días, señor Brando.- Straizo saludo al rubio, mientras se acercaba.
- Buenos días, Straizo.- El rubio correspondió a su saludo, mirándolo brevemente por encima del hombro, antes de volver su atención a los sirvientes. Y a pesar de la fugaz visión de su rostro, Straizo no paso por alto el malestar reflejado en su vista cansada y su expresión de fastidio. Esto desde el día que se les informo de la presencia de Erina en Londres.- Estaba a punto de ir a buscarte.
- Oh, pues que oportuno de mi parte. ¿Necesita usted algo?- Preguntó con cortesía.
- El duque Joestar ha solicitado nuestra presencia en el salón.- Le explicó, con una voz que distaba demasiado del tono distinguido y hasta arrogante que caracterizaba al rubio.
- ¿Nuestra? – Straizo preguntó en un balbuceó, pero antes de que Dio pudiera darle una merecida explicación, fueron interrumpidos por el sonido de unos apresurados pasos que provenían de la escalera.
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We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]
FanfictionNos encontraremos otra vez. En un día soleado, bajo el cielo azul, o en una noche estrellada bajo la luz de la luna llena. No sé dónde. No sé cuándo. Pero sé que nos encontraremos otra vez. *Esta historia es Omegaverse y también contiene Mpreg, si...