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Chloe

En cuanto acabó la clase de la señorita Mendeleiev, me despedí de mis amigas y salí corriendo a la salida de la escuela.

Marinette logró convencer a la señorita Bustier de cambiar la hora en la que teníamos que dar los discursos, y logré salirme con la mía para acompañar a Luka en su cirugía.

Por suerte pude encontrar un taxi a tiempo, me subí al vehículo y le di la dirección de la casa de mi novio. De camino a allá, le escribí a Luka avisándole que ya iba en camino.

Después de graduarse, alquiló un local y ahora da clases de guitarra a jóvenes que tenían más o menos mi edad, pero no dudo que llegarán personas de otras edades.

Le está yendo bastante bien, y él sueña con fundar su propia escuela de música algún día.

—Señorita, ya llegamos.

Miré por la ventana, y vi a Luka saludándome con la mano, se acercó y abrió la puerta.

—Hola, mi reina— después de que cerrara la puerta, me dio un beso en la mejilla— Gracias por acompañarme.

Le di al taxista el nombre de la clínica y emprendimos marcha.

Mi novio tenía puesta su vista en la ventana, no pude evitar notar que su pecho subía y bajaba rápidamente, y jugaba con sus dedos.

—Hey, tranquilo— puse una de mis manos sobre la suya— Según investigué, no es doloroso y no lleva tanto tiempo.

—Lo sé, pero no puedo evitar sentir nervios.

El resto del camino estuvimos callados, pero no solté la mano de Luka, para transmitirle mi apoyo.

Estuvo ahorrando mucho para esa moto, pero cuando un día sacamos el tema de los hijos, y dejamos en claro que ninguno de los dos quiere tenerlos, decidió usar ese dinero para la vasectomía, y ahora con su trabajo, esta vez sí ahorraría para la moto.

El vehículo se detuvo, y pude ver que fue frente a la clínica. Luka se bajó primero, y antes de bajarme yo, le pagué al taxista, luego me bajé y cerré la puerta.

—Señorita, su cambio— me avisó el conductor extendiendo unos billetes hacia mí.

—Es suyo— respondí.

Tomé la mano de mi guitarrista favorito y entramos a la clínica. Él preguntó en recepción por su cita, y como estábamos a tiempo, le pidieron que esperara y que pronto lo llamarían.

Nos sentamos en la primera fila, y solo estuvimos callados por un buen rato, esperando a que lo llamen. A cada rato veía la hora en mi celular, y aún faltaba para que dieran las diez y media, que era la hora en que lo citaron.

—¿No vas a cambiar de opinión? — preguntó Luka de repente. Me giré para verlo— Tienes dieciséis, y no sé si algún día cambias de opinión con respecto a tener una familia, y yo no podré dártela.

—A pesar de mi edad, estoy bastante segura de que no quiero tener hijos— apoyé mi cabeza sobre su hombro, luego llevé una de mis manos a la suya y entrelace nuestros dedos— Y en caso de que cambie de opinión en el futuro, adoptare, porque la idea de embarazarme no me gusta para nada— levanté mi cabeza, con mi mano libre agarre su mentón y giré su cabeza para que me mirara— También estoy completamente segura de que quiero un futuro a tu lado.

Puse mi mano en su nuca, lo acerque a mi rostro y bese sus labios, él me correspondió de inmediato, no nos importaba en ese momento que las recepcionistas nos vieran.

Al separarnos, apoyé mi frente contra la de él y le sonreí.

—Te amo— susurré sobre sus labios.

▪︎Por lástima▪︎ |Adrinette|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora