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Adrien

No me gustaba para nada esta sensación.

Sí, mi princesa tenía todo el derecho de hacer amigos, pero, ¿el pelirrojo?

Puede que él le haya dicho que sus intenciones con ella son sólo de amistad, pero para mí, era todo lo contrario.

Sentía el estómago revuelto con solo imaginarlos juntos ¡Ni siquiera se ven bien estéticamente!

—Adrien, ¿me estás escuchando?

Por un momento olvidé que papá estaba aquí. Hablábamos de colaborar con una marca de perfumes, pero el problema era encontrar a la nueva cara de Gabriel's, ya que yo estaba retirado.

—Sí, papá, pero solo una parte.

Él se quitó los lentes y los dejó sobre la mesa.

—¿Quieres hablar de lo que te está pasando?

La confianza que tenía en mi padre no era tan grande, pero tal vez haya pasado por lo que yo estoy pasando ahora, me urge un consejo.

—Marinette tiene un compañero de clase que dice ser su amigo, pero a mi vista, sus intenciones son otras.

—¿Ya hablaste con Marinette de esto?

—Sí, y peleamos, pero ya estamos bien.

—Y sigues dudando de su amigo.

No quería parecer un novio tóxico y obsesionado, pero quería que todo estuviera bien entre nosotros, no quería peleas o malentendidos.

Marinette tiene un corazón bastante grande, y por desgracia, muchas personas podrían aprovecharse de eso.

—¿Qué ha hecho su amigo con ella para que estés dudando de tu novia?

—No dudo de mi princesa— solté un suspiro recargándome sobre el espaldar de la silla— Estos celos empezaron cuando él la besó en la mejilla un día cuando terminaron las clases.

—Es bastante normal despedirse así.

—Lo sé, pero él salió corriendo después de dárselo, lo que me da a entender que siente algo por ella.

¿Será que me estoy pasando?

—Hijo...— alcé la vista hacia él— Marinette te ama y confía en ti, estoy bastante seguro de que, si algo pasa con ese chico, te lo contará, ¿o ella te ha dado motivos para dudar?

—No me ha dado ninguno.

—Los celos son algo que no se pueden controlar. No son buenos ni malos, pero sería horrible si llegan al extremo.

—¿Alguna vez te ha pasado con mamá o con alguna novia que has tenido antes de ella?

—Con tu mamá—respondió— Ella siempre llamaba la atención con su belleza y su personalidad, hasta hubo varios chicos que la cortejaban aun sabiendo que estaba conmigo.

—¿Y qué hiciste?

—Me enojé con ella, lo cual fue un error, ya que no tenía la culpa. Después aprendí a controlar mis celos, y con el tiempo, sus pretendientes se rindieron y ya no la persiguieron más.

—¿Qué hiciste para controlarlos?

—Siempre me recordaba que ella me escogió a mí, y que rechazó a todos sus pretendientes porque me ama.

Recuerdo el día en que Marinette se declaró y yo la acepté por lástima. A pesar de llevar poco tiempo conociéndonos, se enamoró de mí.

No desconfío de ella, desconfío de las intenciones que tiene el pelirrojo con ella, que, a mis ojos, parecen ser bastante obvias.

▪︎Por lástima▪︎ |Adrinette|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora