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Habían pasado ya tres días desde lo ocurrido en el desayuno en casa de Beomgyu y desde entonces Soobin y Yeonjun no habían hablado...cosa rara entre ellos, ya que por lo regular ambos no pasaban mucho tiempo enojados porque tenían la costumbre de que máximo al segundo día ambos hablaban y arreglaban sus problemas para después seguir con su amistad cómo si nada hubiera pasado...

Pero esta vez era diferente y ambos lo sabían.

Desgraciada o afortunadamente Soobin siempre había sido alguien muy noble, alguien a quien la gente podía pisotear o humillar y él nunca diría nada porque era alguien a quien no le importaba lo que la gente decía o hacia pero como dicen por ahí "el que calla otorga", y era por eso que muchas veces fue molestado y siempre ponia la felicidad de los demás por encima de la suya. En cambio, Yeonjun era todo lo contrario: él nunca se quedaba callado ante las injusticias o cuando trataban de hacerlo menos, y siempre era primero él, después él y al último él. Cuando ambos se conocieron Yeonjun se encargo de que Soobin no fuera molestado de nuevo, siempre lo defendía y estaba con él.

¿Pero cómo te defiendes de quien se encargaba de hacerlo?

Soobin no sabía que hacer, Yeonjun era su mejor amigo, parte de su vida y casi lo consideraba cómo su otro hermano...no podía hacerle eso.

¿Pero qué hacía el con esos sentimientos nuevos que tenía hacía el bonito doncel de gafas? ¿Cómo se deshacía del cariño que día con día crecía para con la pequeña motita amarilla?

Sonrío ante el apodo que se le ocurrió para Joogyu...motita amarilla...

No, no podía hacerle eso a Yeonjun.

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A diferencia de lo que todos creen, Beomgyu se daba cuenta de la tensión que había entre ambos chicos pero no encontraba una razón del porque.

Él creía que habían discutido, o que tal vez tenían un pequeño roce, pero no imaginaba la magnitud de los sentimientos entre ambos chicos.

-No seas tonto Beomgyu -decía Kai mientras pelaba una manzana- ¿qué acaso no te das cuenta? -dijo mientras le daba un mordisco.

-¿De qué hablas? -Beomgyu comía un pancake con fresas mientras miraba incrédulo al rubio, Kai hizo una mueca de desespero y habló.

-¡Ambos están que mueren por ti! -Taehyun quien sólo escuchaba, asintió- es bastante obvió tonto, desde que te conocieron se les notaba.-Beomgyu negó.

-Estás confundiendo las cosas -dio una risita incrédula- sólo están siendo amables.-suspiró, triste.

Beomgyu aún no se daba cuenta de la gran belleza que poseía y no sólo por fuera, era tan bonito por dentro que muchos caían encantados a sus pies, pero debido a sus inseguridades muchas veces no se dio cuenta de sus múltiples pretendientes.

-Por Dios, Beomgyu...-Taehyun habló por primera vez en todo lo que llevaban de tiempo platicando, él prefería sólo escuchar- su interés de él por ti es tan notorio, sus ojos brillan cuando te miran.

-¿Hablas de Yeonjun? -Beomgyu lo miró.

-No sólo habló de Yeonjun, Beomgyu...-Kai y Taehyu se miraron cómplices, dándose una sonrisita cuando miraron que la mueca de el pelilargo se perturbó un poco al escuchar aquellas palabras.

-¿Soobin? -ambos asintieron entusiasmados, Pero el doncel negó repetidas veces- no...él...no puede....no creo.-el chico de las gafas se levantó a dejar su plato en el lava loza y se recargo en él tratando de acallar su mente.

-¿Y por qué no Beomgyu? -Taehyun habló serio- ¿por qué no puedes ser amado por Soobin? -Taehyun se levantó de su asiento, la seriedad en su rostro era notable, Kai miró a Beomgyu desde su silla con una expresión triste.

-Porque ustedes saben que yo no merezco amor, porque no soy digno de ello...-miró a sus amigos con lágrimas en los ojos.

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-Entonces, ¿ves que al señor conejo le guste tu papi? -Yohan pregunto mientras comía un sándwich, Joogyu suspiró pensante.

-Señor Yohan, el señor Soobin ha estado muy pegado a nosotros estos días, sinceramente no sé qué pensar porque le brillan los ojos cuando ve a mi papi...-hizo una mueca mientras miraba sus zapatos, Yohan aprovecho y sacó un durazno de la mochila que siempre llevaba su amiguito.

-¡Eso es algo bueno! -habló con una mordida de durazno en su boca- eso mismo le pasa a mi papá Tae con mi papi Jungkook.-sonrió, Joogyu abrió los ojos con sorpresa y sonrió.

-¿¡De verdad!? -Yohan asintió- ¡estamos cerca de lograrlo! -ambos niños comenzaron a dar saltitos emocionados mientras reían, hundidos en la inocencia del momento, ambos llenos felicidades.

Tal vez el plan de Joogyu funcionaria.

°°°°°

Por la tarde, Soobin se encontraba fuera del departamento de Yeonjun para poder hablar con él sobre lo ocurrido el día del desayuno en casa de Beomgyu, quería disculparse aunque no tuviera nada porque disculparse...

A eso de las 8, Yeonjun entró en el pasillo dispuesto a entrar a su departamento, cuando estaba a punto de abrir miró a Soobin ahí de pie, ambos se miraron sin decir nada, Soobin con un poco de vergüenza y Yeonjun con decepción y molestia.

-¿Qué haces aquí? -el chico de piercings habló con un toque de molestia en su voz, el más alto suspiró y tomó un segundo para hablar.

-Yo...lamento lo que pasó el otro día...-levantó el rostro para mirar a su amigo, quien lo miraba con la ceja levantada en signo de incredulidad, Soobin trago saliva.

-Vaya, entonces admites que hiciste mal -miró a un lado con aires de altanería, dió una sonrisa burlona- bien, lo dejaré pasar Soo -le dio unas palmadas en el hombre- lo dejaré pasar -le pasó por un lado y abrió la puerta- ¿no quieres pasar? Tengo un poco de pastel de chocolate. -todos sus aires de altanería se habían ido y había vuelto su viejo amigo, el alegre Yeonjun.

Soobin asintió y entró, desgraciadamente sabía que estaba en la cuerda floja con Yeonjun y era lo que menos quería.

Porque Yeonjun era su mejor amigo y lo amaba como a su hermano.

¡Quiero un papá! | SOOGYU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora