𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑸𝒖𝒂𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚.
Había despertado hace relativamente poco tiempo, no reconocía el lugar dónde estaba Solamente veía con atención el lugar, ni siquiera me quería levantar de mi sitio, sentía que en cualquier momento algo pasaría, no recordaba lo que había pasado antes, solamente recordaba haberme dormido en la oficina, puede ser que luzu me trajo para acá, aunque lo dudo pues luzu había salido de la ciudad debido a las elecciones, mis sentidos se alertaron si no estaba con luzu entonces, ¿con quién?
( Te dije maldito idiota, comienza a revisar las ventanas tienes que irte de aquí antes de que el venga.)
Me alertó Alex, tal cómo si de una orden se tratara me levanté a buscar alguna salida viable, debí haberle echó caso desde un inicio, no debí haberme comido esos chocolates, entré más buscaba menos encontraba me estaba comenzando a cansar, me pasé vários minutos y nada.
- Con una chingada, ¿Por qué todo está cerrado?- grité mientras intentaba romper la ventana, no obteniendo éxito y cómo resultado, caí al suelo.- Ahg, mierda si me dolió ese putazo.- susurro mientras se sobaba el trasero, se había dado buen golpe, la puerta comenzó a abrirse se levantó del lugar, pasaron dos personas dos mujeres y dos hombres.
- Un gustó saludarle, por favor disculpe nuestra interrupción.- hablaron ambas jóvenes, me saque un chingo de onda hasta miedo me dieron, antes de poder hablar el otro chico me interrumpió.- Antes de cualquier duda, tenemos que dejarlo presentable, ya que nuestro señor willbur vendrá a visitarlo.- dijo de una manera muy formal, no sabía que hacer ese maldito me había secuestrado era obvio que iba a suceder.
- Díganle a su señor que se vaya al demonio, no lo aceptaré, y que me deje libre o llamaré a la policía.- Hable seriamente poniendo la mano en la bolsa del pantalón, estaba actuando cómo si tuviera mi celular, las señoritas y el joven parecían no importarles la jóvenes seguían sonriendo.- Lo sentimos, pero sabemos que no puede hacer eso, nosotros mismos retiramos su celular para evitar este tipo de conflictos.- Sentí cómo si la sangre hubiera bajado hasta mis pies, ahora sí estaba aterrizando, al ver que me quedé totalmente sorprendido ellas aprovecharon para tomarme entré las dos y llevarme al closet.
- ¡Señoritas!, Por favor sueltenme, así no se deben hacer las cosas ¿Que chingados me van a hacer?, ¿Me van a poner un pinche vestido?- pregunté casi burlándome pero solamente escuché una suave risa de ambas.- Teníamos pensado otro conjunto, pero si usted insiste tanto podríamos probar con una falda o un vestido para usted.- dijieron mientras me metían por completo en el closet, dónde ambas comenzaron a buscarme conjuntos.
Observé de todo tipo de ropa, cada una más cara que la anterior, pero entré más veía la habitación más se me hacía conocida cosa que me daba miedo, pues no podía dejar se verla no me importaba que me pusieran de todo, no me mal entiendan estaba asustado, estaba buscando la manera correcta de poder salir corriendo del sitio, luego de que me probaran tantos conjuntos al final si me pusieron la falda, me sentía raro, más no humillado, ya que alguna veces use falda, pero no de éste tipo.
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Lᴏs sᴇᴄʀᴇᴛᴏs ᴅᴇʟ ᴄᴀsɪɴᴏ.
أدب الهواة𝑫𝒊𝒄𝒊𝒆́𝒏𝒅𝒐𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒐𝒚, 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒊𝒎𝒂́𝒈𝒆𝒏 𝒇𝒂𝒍𝒔𝒂. Había perdido la cuenta de cuántas veces lloró, había perdido la cuenta de cuántas veces su cerebro lo torturó, una caja encontró escondida, al parece...