𝑪𝒂𝒑𝒊̄𝒕𝒖𝒍𝒐 18

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒐𝒎𝒏𝒊𝒔𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒐𝒎𝒏𝒊𝒔𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆.

Aquél hombre de cabellos cafés ,iba con un chico en sus brazos en forma de princesa, aveces le echaba una mirada esperando que no despertara o tendría que golpearlo hasta hacerlo sangrar, pronto tendría que reunirse con dream el trató seguía en pie, el tenía lo que más deseaba, ahora tocaba darle lo que quería a dream, un trató bastante justo.

- Mi señor,el perímetro fue inspeccionado nada fuera de lo normal.- dijo uno de sus guarda espaldas mientras le abría la puerta, ese hombre sonrió de una manera tenebrosa.- Excelente, es momento de qué regresemos, mañana en la mañana me llevarán al hogar de Dream- dijo Wilbur, el otro hombre solamente asintió, primero metió al chico desmayado adentró de la limusina, luego entró el.

-Don't worry my Beautiful Queen, Soon no one will be able to separate us again.- dijo mientras besaba la mano de aquél desmayado Quackity, ese hombre tenía clara sus intenciones, no dejaría que lo volvieran a separar de aquél chico, fue muy paciente todo el tiempo.- No volverás a escaparte, o todos sufrirán las consecuencias.- susurró al oído del chico, había tomado con fuerza el rostro del otro, al soltarlo, sus dedos quedaron marcados en sus mejillas.

El caminó fue bastante largó, en su cabeza ya había planificado toda la vida de ambos, si era necesario el mismo cortaría los tendones de los pies de el otro chico, para evitar que escapará, en el caminó tocaba por todas partes al más joven, había recuperado a su juguete.

- my sweet lotus flower, cada día te ves más hermoso, es más que obvio que naciste para ser mío y de nadie más.- decía mientras acariciaba los cabellos del otro, se veía cómo un niño con juguete nuevo. Ese sujeto jamás había sentido nada verdadero por Quackity, lo único que sentía era una obsesión tóxica.- Me amarías después de la muerte, Los juramentos en mi piel el no los va remover, mi niño no hay que temer.- susurró mientras pasaba su dedo índice desde la mejilla hasta llegar al cuello.

Segundos, minutos, horas, por fin habían llegado a aquella residencia por fuera se veía acogedora, daba vibras de ser peligroso a la vez que peligroso las paredes por fuera se podían ver en tonalidades oscuros, pero a la vez también habían presente colores neutros intentando lo más que se pudiera esconder la verdadera naturaleza de aquella residencia, la cuál quería vender que en ella vivía un hombre bueno y bondadoso, cuando en verdad en esas paredes vivía un hombre tan obsesivo, ruin, despreciable, me atrevería a decir que hasta psicópata.

El chófer paro el automóvil negro como la muerte, se había bajado de aquél auto para poderle abrir la puerta al sujeto de cabello castaño, quién diría que el chico fue secuestrado cómo si de Blancanieves se tratará, en vez de manzana chocolates, para llevarlo a su propio Inframundo el lugar que visita Perséfone cada invierno, cuando debe regresar con Hades por haber comido aquellas semillas de granada.

Lᴏs sᴇᴄʀᴇᴛᴏs ᴅᴇʟ ᴄᴀsɪɴᴏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora