Habían pasado dos semanas enteras desde que sus padres habían salido del país, cuando el telefono de Kai sonó, sorprendiendolo totalmente, ya que ese nombre en particular no había aparecido en su pantalla hacia mucho tiempo. Kano. Su hermano mayor raras veces lo llamaba, no eran particularmente unidos, menos aun desde que este se había trasladado a Japón junto con su familia. Claro, el hecho de que Kano siempre lo había mirado como alguien pequeño y débil, y desde niño lo había tratado de una forma aun más delicada que a su hermana, había hecho que Kai le tomara un poco de fastidio.
El tono insistente de su telefono había interrumpido la fantastica siesta que estaba tomando. Sus estudios en conjunto con ayudar a su hermana en el restaurante cada tarde lo habían mantenido más cansado que de costumbre. Lo cual había derivado en las pequeñas siestas esporadicas en las que Nee se había sumado cada vez que tenía tiempo entre sus propias responsabilidades. Eso explicaba las hojas con versos sueltos escritos dispersas a su alrededor, la guitarra apoyada en el sofa cercano y el porqué Kai estaba acurrucado sobre el pecho de Nee mientras este dormitaba, extendido en el suelo de su sala de estar. El menor había estado en medio de una crisis, intentando escribir una canción pero sin llegar a nada, cuando Kai había decidido de que era hora de la siesta y se había arrastrado sobre él hasta que este había cedido y se había recostado, permitiendole usarlo de cama improvisada.
Estaba cómodo, cálido y totalmente a gusto cuando ese infernal sonido comenzó a taladrar sus oidos. En realidad, no era una melodía molesta, pero cuando se estaba en medio de una buena siesta, hasta el cantar de los pajaros era molesto.
—¿Que demonios es eso? —Nee murmuró con la voz gruesa, somnolientamente de mal humor.
Kai se revolvió, sintiendo la mano caliente del castaño apretar suavemente su muslo desnudo. Había tomado la costumbre de dormir con solo su ropa interior y las enormes (al menos a él le quedaban enormes) camisetas de Nee. Se sentía más confortable en ellas, con el suave perfume del joven rodeandolo todo el tiempo.
—Es mi celular —respondió, enderezandose levemente sobre el pecho del otro.
Dedicandole una suave sonrisa torcida, Nee besó su nariz antes de preguntar— ¿Donde está?
—No sé —bostezó, estirando los brazos sobre su cabeza para desperezarse—. Tú buscalo, tengo que ir al baño.
—¿Tienes que ir otra vez? Fuiste hace quince minutos.
—¿Desde cuando controlas mis idas al baño?
—Desde que clavas tus huesudas rodillas en mis intestinos cada vez que te levantas para ir. —sonrió—. Deja de tomar tanta soda.
—Callate. —gruñó de juguetonamente, dejando otro rápido beso en los labios del otro, se levantó y corrió al baño.
Para cuando volvió, Nee se había levantado y estaba rondando en su cocina, luciendo malditamente sexy con solo unos jeans de cintura baja y absolutamente nada más. Cuando lo vio observarlo, sonrió, levantando la mano para agitar su celular frente a su rostro.
—¡Lo encontraste!
—Sip, estaba en alacena, no tengo idea de como llegó allí —se lo cedió—. Era tu hermano, cortó hace un momento, talvez vuelva a llamar.
—¿Kano? —miró la pantalla—. Que extraño, él jamás me llama.
—Talvez sucedió algo con tu abuelo, deberias llamarlo.
—No lo creo, si algo hubiese sucedido, uno de mis padres se habría puesto en contacto conmigo o mi hermana. Kano detesta hablar con nosotros, hablar de la salud de nuestro abuelo tomaria demasiado de su tiempo.
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Desde que te vi |Nilo/Kai|
FanficLibro #2 de la saga "Tu Mirada" Pareja: Nilo Payne/Kai Tachibana.