Desde que te vi |Nilo/Kai|

Capitulo Cinco.

 —¿¡Alguien puede abrir la bendita puerta!?

Rodando los ojos, Nee escondió una sonrisa ante la fastidiada voz de su hermanita mientras terminaba de bajar las escaleras. Habia escuchado el sonido del timbre desde la habitación de los bebes, donde había estado ayudando a su papá Zayn a cambiarlos y éste lo había enviado a abrir, ya que los mellizos tenian totalmente prohibido hacerlo. Sus padres eran muy protectores, no le extrañaba que hubiesen puesto tal regla para todos sus hijos.

Llegando al escalón final, Silas pasó corriendo frente a él mientras gritaba: — ¡Yo abro! ¡Yo abro! ¡Yo atiendo las visitas!

Nee lo atrapó antes de que pudiese llegar más lejos y lo subió a sus brazos—. ¿A donde crees que vas, hermanito bebé?

—Abrir la puerta —señaló al pasillo—. ¡Visitas! ¡Vamos!

—Espera —pidió cuando se arrojó en esa dirección, casi resbalando de sus brazos—. Tu no puedes abrir la puerta, eres muy pequeño.

—¿Pequeño? —repitió, mirandolo ceñudo.

Asintió mientras caminaba hacia la puerta principal, el timbre volviendo a hacer eco en la casa—. Si, eres muy pequeño. Los niños pequeños no abren la puerta.

—¿Porqué?

—Porque es peligroso —explicó—. Si algo malo te sucediera, me pondria muy, muy triste.

—¿Nee triste?

—Si, me pondría muy triste —besó su mejilla sonoramente—. Así que no abras nunca la puerta a nadie.

Dicho eso, dio un vistazo por la mirilla antes de alcanzar el bloqueo y abrir la misma. Blue estaba de pie al otro lado, su dedo aun presionando el timbre como si se le fuese la vida en ello. Al verlo, presionó el pequeño botón una vez más antes de quitar la mano y sonreir.

—¡NILO!

—¡TUU! — respondió con el mismo tono. Colocando la palma de la mano en la frente del menor, evitó que este se lanzara a abrazarlo como parecia pretender hacer—. ¿Que haces aquí?

Blue palmeó su mano lejos—. Bueno, no estoy aquí por ti, obviamente, porque ni siquiera fuiste capaz de llamarme para avisar que estabas en la ciudad —pasó a su lado y entró sin ser invitado—. Estoy buscando a tu hermano.

—Pensaba llamarte para reunirnos hoy —se excusó, cerrando la puerta y siguiendolo—. ¿Y a cual de mis hermanos buscas? Por si no te diste cuenta, tengo varios para elegir.

—Pues, te ahorre el costo de una llamada, ya verás como me lo recompensas —se volteó a mirarlo—. Y busco al segundo más cruel de los Payne-Malik.

—¿Nicky?

—¡JUSTICE!

—¿Justice es el segundo? —murmuró sorprendido—. ¿Quién es el primero?

—Tu sadica hermanita destruye autoestimas.

Antes de que pudiese preguntar más, él susodicho traspasó la puerta de la cocina, bebiendo tranquilamente su jugo de frutas de vaso con un sorbito con diseño de caramelo navideño. Parpadeando hacia quién había gritado su nombre, sonrió—. Hola, Blue.

—¡Tu! —el de rulos gruñó—. ¡Devuelveme mi dinero, pequeña mierda!

—¡Dylan, cuida tu lenguaje con los niños! —Nee advirtió.

Las pesadas pestañas se movieron tan lento que pareció una burla silenciosa mientras Justice permanecia impasible—. Ahora, ¿cómo llegó a ti tan tonta idea? Yo no tengo dinero que te pertenezca, no tengo idea de lo que hablas.