—Silas, no salpiques, cariño.
De rodillas a un lado de la bañera, Liam mantuvo la toalla infantil lejos del agua que estaba siendo lanzada en todas direcciones mientras se esforzaba por mantener una expresión neutra para que sus palabras sonaran firmes. Deteniendo sus movimientos, Silas levantó la mirada hacia él, sus oscuras pestañas humedas parecían hacer sus ojos más amplios al tiempo que le dedicaba una gran sonrisa inocente.
Y Liam se derritió con solo ese gesto.
Luego de que aprendiera a sonreir, no le había tomado mucho tiempo a Silas para averiguar que ese gesto lograba obtener de Liam el permiso para llevar acabo cualquier travesura que tuviese en mente. Y desde ese momento, el pequeño sinvergüenza había utilizado esa ventaja cada vez que se encontraba en un aprieto.
Moviendo su dedo frente al rostro del pequeño, advirtió—. Ni siquiera intentes eso, tu papi estuvo muy enojado con ambos la última vez que me envió a vigilarte durante tu baño y dejamos todo el lugar mojado.
Apretando una ranita de hule entre sus manitos, Silas lo miró—. Silas buen niño.
—Por supuesto que si, cariño, por eso debes dejar de salpicar y mojar el suelo, así papi Zayn no se enojara nuevamente —recuperó la botella con dibujos infantiles en la etiqueta que prometía que no hacia arder los ojos al contacto con ellos—. Vamos a lavar tu cabello y a sacarte del agua antes de que te arrugues y quedes como un viejito.
—¡Viejito! —rió—. ¿Abuelo?
Liam se detuvo por un segundo, tensandose ante esa palabra. Solo Nick y Nee habían conocido a sus abuelos por parte de Liam, los demás ni siquiera habían visto una foto, había prohibo a los pocos familiares, con los que aun tenía contacto, mostrar una imagen de ellos a sus bebes. Habían hecho demasiado daño. Eso y que no quería que ninguno de ellos se percatara de donde venía el color de ojos de Silas, lo último que necesitaba era que su pequeño se sintiera mal por compartir eso con quién quiso lastimar a sus hermanos mayores. Su madre había sido mala, el gris de sus iris había sido frío, pero los ojos de Silas eran brillantes y hermosos, no había comparación y tampoco quería que existiera ninguna.
Llegando rápidamente al entendimiento de que el pequeño se refería al padre de Zayn, le sonrió—. Que tu abuelo no te escuche decir eso, él aun cree que es joven.
—Joven y bonito. —Silas cantó, repitiendo lo que su abuelo le decía cada vez que se veían.
Riendo ante las travesuras del pequeño, se concentró en lavar rápidamente el oscuro y suave cabello del niño antes de enjuagar la espuma lejos. Jalando el tapón de la bañera para deshacerse del agua usada, puso a Silas de pie y lo envolvió en una toalla para luego levantarlo y dejarlo sobre una esponjosa alfombra. Como la practica hace al maestro y había tenido mucha de ella, no tardó demasiado en secarlo y vestirlo con la bata de baño gris con orejitas de oso en la gorra.
Con el pequeño moreno en brazos, salió del baño y cruzó el pasillo hacia la habitación decorada en tonos verdes y azules. Zayn había pintado algunos dinosaurios en la pared que quedaba frente a la cama, eso sin contar con los peluches con la forma de esos mismos animales esparcidos por toda la habitación.
Le había colocado la ropa interior de ositos a Silas y estaba desdoblando la camiseta blanca de manga larga que había dejado preparada para vestirlo, cuando Nee irrumpió en la habitación con una expresión preocupada decorando su rostro.
—Papá, ¿tienes un momento para hablar?
Con un movimiento rápido y casi inconsciente, atrapó a Silas por la cintura y lo dejó nuevamente de pie cuando este se desbalanceó—. Deja de saltar sobre la cama, cariño, vas a terminar lastimandote —pasó la camiseta por la cabeza del pequeño antes de mirar a Nee—. Vas a tener que hablarme mientras lo visto, hijo, tengo que preparar el almuerzo luego y ayudar a los mellizos con sus tareas.
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Desde que te vi |Nilo/Kai|
FanficLibro #2 de la saga "Tu Mirada" Pareja: Nilo Payne/Kai Tachibana.