Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©

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Jungkook odiaba la materia de química. A pesar de ser un alumno de exelencia, y tenía buenas notas en esa área, la odiaba. Por lo que siempre pedía para ir al baño y tardaba aproximadamente treinta minutos mirando la nada y cantando tonterias esperando que pase la hora. El profesor lo sabía y aún así lo dejaba pasar, pensaba que su alumno tenía un motivo y si, si lo había, su materia aburría.

Por eso ahora se encuentra metido en un cubículo revisando su Twitter, no había realmente nada interesante.

Escuchó la puerta del baño abrirse pero no le tomó importancia, hasta que una voz bastante conocida lo alarmó.

—Se que estás ahí Jungkook.

Ah... Jungkook estaba seguro que nunca pensó llegar a odiar la voz de su primer novio, antes, le gustaba escucharlo por horas incluso cuando se quejaba por todo pero ahora se le hacía tan fastidioso el momento en el que abría la boca. ¿Era posible llegar a odiar aquello que amaste? Jungkook estaba seguro que si. Había escuchando un centenar de personas decir "Jamás odiaria a alguien que amé tanto", lo entendía en sus situaciones, pero generalizar aquello para todos era estupido.

Porque había Ex's cómo uno que jamás tuvo y otros como Yugyeom, insoportables e egocéntricos.

Con un suspiro salió del cubículo y efectivamente era él. Yugyeom lo miraba con una sonrisa tranquila, parecía un ángel pero Jungkook estaba seguro que era de todo menos eso.

—¿En serio? ¿Me vas a perseguir hasta aquí?

—El amor te hace hacer este tipo de cosas.

Jungkook bufó. —Tu no me amas, estás obsesionado.

—El otro día estaba ordenando mi habitación —dijo ignorando lo dicho—, ¿Sabes que encontré? Nuestro álbum de fotos, kookie.

A Jungkook le recorrió un escalofrío, su corazón comenzó a latir más rápido.

El álbum, aquel dónde el mismo había sacado cientos de fotos de el y Yugyeom durante su relación remarcando momentos importantes e inolvidables para él. Habían dos copias, la suya quedó en la basura y Yugyeom tenía el segundo. Ese álbum, era un recuerdo doloroso dónde dió todo de si para hacer su relación menos monótona y más divertida, cosa que no sirvió.

—¿De verdad? El mío seguro está en algún basural o echo trisas por ahí —respondió indiferente.

La cara de Yugyeom se deformó. —¿Lo tiraste?

—¿Que esperabas? ¿Que guarde el recuerdo de que toda nuestra relación fue una mentira? No sé a dónde quieres llegar con esto.

—No fue una mentira ¡Yo de verdad te amé y aún lo hago! ¡Por dios Jungkook! Deja de comportarte como un niño dolido y comportate como un jodido hombre maduro, aprende a escuchar ¡Mierda!

Jungkook apretó la mandíbula. —¿Que cambiará si te escucho? ¿Te piensas que porque te escuche volveré contigo? Estoy comportandome como un hombre al cual le metieron los cuernos en su propia cara —Las lágrimas del pelimorado salieron—, tú eres quien se comporta como un idiota persiguiendome por todos lados. ¡Acepta de una puta vez que me engañaste!

—Estaba borracho —susurró temblando el pelinegro—, estaba borracho y él estaba ahí... Todo se puso raro y yo...

—No sigas, no me interesa.

—¡No estaba conciente! ¡Había tomado alcohol!

Jungkook respiro ondo intentando calmarse. —Respondeme una sola cosa —pidió. Yugyeom asíntio rápidamente.

—¿S-sentiste deseo por él, por tu mejor amigo? Antes, a-antes de eso.

El silencio reinó en el baño y Jungkook rio dolido. Yugyeom negó y se acercó al pelimorado acunando sus mejillas.

—F-fue algo de unos momentos.

—Unos momentos —repitió perdido.

Desesperado Yugyeom se acercó y lo beso lentamente. Jungkook cerro los ojos sintiendo como sus lágrimas caían. Doloroso, aquello era tan doloroso.

Estuvieron unos segundos así hasta que se separaron. Jungkook se alejo primero y se acercó a la puerta del baño.

—Por favor, déjame en paz. Y-ya no se siente igual.

—N-no, Jungkook.

—No sentí nada con ese beso, Yugyeom.

Exclamó finalmente para salir de ahí rápidamente hacia algún lugar seguro.

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