I like to be yours
El corazón le palpitaba rápido, podía explicar con lujo de detalles como se siente, sin embargo, prefiere mirar como el chico frente a él lleva un bocadillo a sus labios y hace un gesto de gusto tan hermoso y tierno: sus ojos se amplían y su boca mastica más rápido, saboreando por completo para luego comer más.
Jimin era majestuoso.
¿Estaba enamorado? Oh claro que si. No sentía mariposas, sentía como si tuviera un nido de lombrices rozandole los intestinos y no sonaba agradable, pero era el sentimiento más cercano que encontraba. Las mariposas se quedaban cortas ante sus sentimientos.
—¡Y no te imaginas! El director pidió hablar conmigo, estoy aterrado —dijo y luego lo vio temblar simulando un escalofrio, rió leve.
—Seguro que te felicitara por destacar tanto en tus notas.
—¿Tu crees? Yo más bien tengo un presentimiento —el rubio se acercó hasta el como si le fuera a contar el secreto más importante del mundo—, seguro quiere salir con mi madre.
Jungkook no pudo evitar carcajearse.
—¡Que tipo de presentimiento es ese!
—¡Lo estoy diciendo enserio, tonto! —Jimin le dio un golpe en el brazo—, últimamente cuando mamá va a la escuela el director aparece de la nada y siempre dice "Deberíamos discutir en privado las excelentes calificaciones de Jimin" ¡tonterías!
Jungkook asintió dándole la razón. Se estiró para tomar un poco de papas, pero antes sintió unos esponjosos labios chocar en su mejilla.
Iba a morir, Jungkook de verdad estaba por morir.
—¿Y eso? —preguntó disimulado.
—Me siento muy cómodo contigo —comentó risueño–, me siento como en una nube, capitán.
Jeon miró a los ojitos color miel que brillaban, y sonrió.
—Y yo me siento en el paraíso, ranita.
Ambos rieron tímidos.
Luego de que salieran del colegio, Jungkook junto fuerzas y invitó a Jimin a su casa con la excusa de que hace mucho tiempo no miraban una película juntos y comían algo rico —cosa que era una total mentira porque hace dos días atrás lo habían echo— Jimin aceptó con la condición de hacerlo solo si se vestían con algo que le había llegado esa mañana al correo.
Para la gente, Jeon Jungkook es alguien popular, carismático pero más que eso, intimidante: sus tatuajes, su cabello morado, que ahora se encontraba bastante largo, y su mirada hacian mear a cualquiera. Él lo sabía.
Pero ahora era un Jeon Jungkook lesionado, vestido de rana y con unos raras pegatinas en su rostro que según Jimin eran para los granitos.
Aunque valía la pena si frente a él tenía a ese hermoso chico sonriendo y riéndose.Algo que había notado las últimas semanas era que el rubio se notaba más alegre, más brillante. Aun se le dificultaba hablar con la gente y salir de casa, pero no era como antes. Nada era como antes, ni siquiera el mismo. Aveces, veía a Jimin y le comentaba lo bonito que se veía y si, él se sonrojaba pero ya no lo negaba.
Ya no había una discusión plena sobre que había más personas hermosas en el mundo, él aceptaba sus alagos e incluso aveces lo veía asentir y sonreír leve.Eso hacía que Jeon se sienta orgulloso de él. Porque era consciente de que Jimin lo estaba intentando con un poco más de optimismo y su esfuerzo estaba dando frutos.
—Deja de verme así —. Jungkook sonrió inocente.
—¿Así como?
—No lo sé. No lo hagas, me dan ganas de llorar —admitió el rubio con un puchero. Jeon de verdad que se aferró con toda su voluntad (sarcasmo) al impulso de querer besar su puchero, sin embargo, cayó de hocico en las ganas y lo hizo.
Jimin lo miró entre sorprendido y sonrojado, pero solo desvío la mirada y se llevó una papa a la boca.
¿Alguna vez se enamoraron de alguien?
El más bajo no podía explicar el sentimiento, era algo como raro y lindo. Como la primera vez que vió a la rana flecha azul una y otra y otra vez, generando ese sentimiento que intercalaba entre lo hermoso y la curiosidad. Era irónico porque podía explicar con sinónimos lo que se sentía estar enamorado, pero... pero era algo más. Algo que no entendía aún y no estaba seguro de querer entender, le gustaba ser ignorante y solo sentir.
La primera vez que vio a Jeon Jungkook fue cuando él corría solo al rededor de la cancha de rugby. Se veía fatal, hasta Taehyung lo recalco, pero para Jimin fue como un amor a primera vista. Fue como descubrir un nuevo espécimen de rana que nadie más había visto, que nadie más estudió.
Ahí comenzó su pequeña adicción.
Como dijo al principio, teniendo en cuenta la definición de acosador, no se consideraba uno; era un chico enamorado de alguien que jamás le pondría los ojos. O eso pensó.
Pero tal vez, solo tal vez, tenía su secreto en la estantería de libros de su cuarto. Aquel que miraba cada vez que se sentía mal y que no podía seguir. Seokjin opinó y bromeó con que podían demandarlo y había respondido que le daba igual si al final de todas maneras moriría solo en su cuarto ¿era distinto a una celda?
Y Dios, era tan extraño mirar hacia atrás, ver esa escena en su mente y luego... luego mirar a su alrededor y darse cuenta de que nada de eso iba a ocurrir.
Y no sólo habla de la demanda, habla del sentimiento. Ese vacío, esa tristeza con la que hablaba y hacia las cosas habían disminuido notoriamente. Ese álbum, no lo tocaba desde la noche que ayudó a Jungkook en la fiesta del bosque.
—Ahora tu me vez raro.
Parpadeó varias veces y subió la vista mirando a Jeon.
«¿Tendrá una idea de lo fuerte que es lo que siento por el?» divagó un poco.
—Siempre te miro así —murmuró.
—Mmh, no —Jungkook se le acercó un poco más—, me miras como si fuera algo realmente bonito.
—Bueno... es la primera vez que veo una rana tan exótica.
Jungkook no pudo evitar sonrojarse pero tampoco reírse, Jimin se sintió bien. Se sintió tan completo en ese instante. Ellos dos, solo ellos dos, bromeando y riendo, robandose besos y abrazos.
Entonces, antes de que Jungkook pueda retomar la postura, habló:
—Se mi novio, capitán.
Y nunca antes la voz de Jimin sonó tan seria pero segura a la vez, tanto que Jungkook se estremeció pero eso no hizo que se borre la sorpresa de su rostro.
Jimin quería dar el primer paso a eso que tal vez, dure toda su vida y lo haga el hombre más feliz del mundo.
—Ranita...
—S-si no quieres, quiero decir, si no te sientes listo, b-bueno no sé —balbuceó—Solo-
—Dije que si.
Murmuró Jeon antes de estampar su boca contra la del rubio con tanta emoción que hizo que Jimin se aferre a su pijama.
—No te imaginas cuanto practique para preguntarte eso y tu solo me lo pediste, no, me lo ordenaste —Jungkook bufó.
—¿Me ibas a pedir ser tu novio?
—Te iba a preguntar si yo podía ser el tuyo.
—¿Y la diferencia es...?
—Que si te lo preguntaba así, y me aceptabas, me sentiría tuyo, y me emocionaba esa idea.
Jimin lo observó con ojos brillantes y no pudo evitar volver a besarlo con sentimiento, siendo correspondido de la misma manera, o más fuerte.
—Ranita —susurró Jeon—, Realmente me gusta la idea de ser tuyo.
Y Jimin no entendió en el momento, pero Jeon lo dijo con una mirada tan intensa que casi se desarma ahí mismo.
🐸
Ustedes no saben, pero yo casi lloro escribiendo como se sentían ambos.
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Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©
FanfictionJungkook es el Capitan de rugby de su secundaria; es todo lo que una persona busca: amable, atento, guapo, con buena posición economica y popular. Mientras que Jimin es un alumno como cualquier otro, pero con un fuerte enamoramiento hacia el capita...