Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©

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Lo que nos hace mal

Sus ojos miraban maravillados los distintos colores del cielo. El atardecer era lo que mas le gustaba del dia, el rojo, naranja, rosado y amarillo mezclandose para dar luego con la oscura y hermosa noche.

Soltó un pequeño suspiro; estos dias estaba mas inseguro de lo normal. Sentia que cualquier accion de sus amigos o familiares lo romperán, un frio viento de palabras lo harian tambalear y caer en ese bucle de tristeza. Intentaba no darle tanta importancia, pero era imposible teniendo en cuenta que sobrepensaba tanto.

Escuchó unos pasos, sabia quién era y por ello mordio su labio nervioso.

—¿Que haces aqui, uh?

Jungkook se sentó a su lado, no volteó a verlo. Estaba demasiado nervioso como para verle a la cara.

—Pensaba.

El ambiente que los rodeaba era algo tenso, era raro.

Todo se sentía tan raro.

Jungkook soltó un pesado suspiro. Estiró su brazo y agarró la mano de Jimin haciendo que se sobresalte.

—¿Pasa algo? Y-yo, bueno desde que llegamos no hablamos casi nada y... y no se ¿hice algo malo?

El corazón de Jimin se encogió. Es verdad. Estuvo evitando todo contacto. ¿Porque diablos se sentía así? Estaba demasiado confundido, consideró incluso llamar a Seokjin.

—¡No! No hiciste nada malo, yo solo... me siento vergonzoso.

—¿Si? —Jeon sonrió— ¿Es por lo de anoche?

—¡No lo menciones! Dios... —El rubio se tapó la cara abochornado y se removió en su lugar—... lo siento.

—¿Por qué te disculpas?

—Seguro piensas que soy un maldito pervertido, imbecil, gordo y-

Antes de que pudiera seguir insultandose, Jungkook le tomó del rostro. Su cara mostraba el claro enojo por las palabras dichas, sus ojos emanaban una vibra tan intimidante que Jimin tembló. 

—No vuelvas a decirte esas cosas —murmuró el pelimorado—, eres hermoso. No se que pasa por tu cabecita, pero Jimin, realmente eres la persona más hermosa que vi en mi vida.

Los ojos del rubio se cristalizaron. De un momento a otro se sintió vunerable. La forma en la que lo miraba era de reproche, pero también había preocupación.

Jungkook no estaba mintiendo.

—¿T-te parezco bonito?

—No me pareces, lo eres. Eres bonito... y sexy.

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un rojo intenso Jungkook se rió de el.

Se quedaron unos minutos en silencio, el sonido de las olas del mar y las risas de sus amigos de fondo eran relajantes.

—Sabes, me haces acordar mucho a mi, antes —dijo Jeon. Jimin lo miró curioso—. Era un chico tímido, inseguro y muy llorón.