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Imposible

—Espera, Jungkook. 

El segundo piso de la mansion estaba vacío, la música que antes estaba taladrando sus oídos no se escuchaba. El capitán lo arrastró por toda la casa y Jimin se dejó, hasta que esta pregunta saltó en su cabeza.

—Ya llegamos, ven.

Lo volvió a tomar del brazo y lo adentró a una habitación, dejando la puerta entreabierta para no asustarlo —Es la sala de juegos de hobi, no te asustes —dijo rápido.

Jimin asintió leve.

Ambos se quedaron en silencio, no sabía exactamente cómo empezar a hablar o si quiera explicar por qué estaban ahí. Jungkook solo tuvo ese impulso de sacar a Jimin de todos esos ojos depredadores que lo veían con hambre.

El rubio, caminó algo tembloroso hasta un sofá y se sentó en el borde, tenso. Jeon le siguió.

—¿Estás bien?

—¿P-puedo preguntarte algo? —Quiso llorar cuando escucho el leve tartamudeo en su voz. El capitán asintió despacio.

—¿Eres mi amigo, Jungkook?

Y Jeon no supo responder.

Porque no tenía ni idea. No sabía si quería ser amigo de Jimin o queria ser aquel que bese sus mejillas todas las mañanas, aquel que acaricie su cabello por las noches y tome su cintura en sueños. Aquel que pueda agarrar su mano en sus citas y tener un poco de aquellos lindos labios rosados.

Antes, hubiera respondido que si, que era su amigo. Pero ahora no podía, era imposible decir que era su amigo cuando en realidad no quería aquello.

—A-ah, esta bien, no tienes que responder...

Jimin inevitablemente sollozó. Sintió su corazón temblar ante el sepulcral silencio que se formó.

—No, no, espera —. Jungkook se arrodillo frente a el y le tomó de las manos—. No pienses mal ¿Si? Me gusta estar a tu lado, me gusta estar contigo.

Apretó los labios sintiendo como sus mejillas se mojaban de nuevo. —¿Pero?

Lo vio vacilar. —No se... n-no se si quiero estar contigo como un amigo...

¿Que significa aquello? Jamás recibió ese tipo de respuesta ¿que debía decir? ¿Era algo malo? Jungkook notó su confusión por lo que acuno sus mejillas en ambas manos y limpió con sus pulgares aquellas atrevidas lágrimas.

—Ranita —susurró. Jimin miró directamente a los ojos del capitán, su cuerpo se estremeció—. Me gustas.

—¿D-disculpa?

Jungkook no pudo evitar reír ante su confusión.

En cambio Jimin, el tenía todo su cuerpo tenso. Su mente dejó de funcionar, literalmente. No tenia ningún pensamiento, solo se enfocaba en el capitán.

—Me gustas. Me gusta todo de ti Jimin, desde tus pensamientos hasta tus lindos pucheros, tus hermosas mejillas y tus manos. Todo, todo de ti me fascina —dijo para luego desviar la mirada sonrojado—. Puedo estar horas escuchándote hablar de las miles de ranas que conoces, puedo estar en silencio viendo el techo contigo a mi lado porque me siento cómodo con toda tu existencia.

—Me gustas —repitió— y creo que... que puede ser algo más.

¿Alguna vez miraron el cielo y se marearon porque pensaban "Wah, se ve tan gigante, tan irreal"? Así se sentía.

Jungkook parecía irreal. No sólo él, la situación en sí, era como uno de esos vagos sueños que tuvo durante años.

Le gustaba a Jungkook.

Bien.

Eso era...

¡No podía ser!

Jimin se tapó la boca intentando callar el jadeo confundido y sorprendido. Le gustaba a Jungkook,  aquél chico que espió por años y le gustó desde siempre... oh dios.

Jungkook espero paciente una respuesta, sabía que el rubio estaba teniendo un pequeño colapso mental y probablemente era mucho para su pequeño cuerpo.

—¿Estás b-bromeando? ¿P-porque? —Jimin no se lo creía. Era imposible.

—No lo hago ranita, estoy diciendo la verdad—susurró Jeon.

—No... tu no puedes. Y-yo no... no soy nadie.

Ante la última palabra su voz se rompió y junto a el, el corazón de Jungkook. ¿Quien le hizo tanto daño para que piense aquello? Aún comprensivo, le sonrió leve. 

—Eres todo para mí. Dentro de mi mente esta tu rostro pintado y no se va, desde que te conocí no se quita y tampoco quiero que lo haga —Hizo silencio un segundo buscando las palabras correctas—. A mis ojos eres lo único que resalta. Pueden haber miles de personas y tu serás la única que brille ante mí mirada. Jimin, eres importante para mi. No estoy bromeando. 

—Capitán.

El susurro de Jimin fue tan bajito que a penas pudo escucharlo. Jungkook se acercó a su rostro y cerró los ojos fuerte esperando.

Y recibió besos en sus mejillas.

Jungkook besó cada una de las lágrimas que salían y mojaban su rostro, cada lunar era tapado por los labios del pelimorado que se encargaba de borrar la tristeza de el.

El corazón de Jimin quería salir corriendo del lugar, quería mudarse de país porque la tensión y la emoción lo estaba sobrepasando por completo.

Sintió al capitán alejarse, fueron unos segundos porque luego, ambas bocas se juntaron.

Al principio ninguno se movió, y Jungkook lo hizo primero guiando el besó. Abrazo al rubio por la cintura, lo sentía temblar en sus brazos y le era tan satisfactorio pensar que solo el podía causar esa reacción.

Sintiendose tímido, Jimin paso sus brazos por el cuello de Jeon y el beso se intensificó. Ya no era dulce, sus bocas jugaban entre sí y sus lenguas estaban en una guerra que parecia interminable.

En la puerta de la habitación, una persona estaba en completo shock y asustado. Su corazón latía rápido y su cuerpo parecía gelatina.

Lo había encontrado.

🐸

4/4

Jesús como me costó escribir esto JAJSJAJ 

Que tengan un bonito fin de semana haditas, si no estoy muy ocupada actualizo. Nos vemos!! 🧚🏻‍♂️🤍

Coman bien y tomen agüita 😽

Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora