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...

El rugby en definitiva no era un deporte de color de rosas: las posibilidades de lesionarse aún teniendo todo tipo de protección eran más altas que en otros deportes.

Pero esto iba más allá de todo.

El juego estaba siendo tan horrible y sucio, el árbitro estaba comprado, ni siquiera tenían que pensarlo dos veces.

—¡Ah... mierda!

Eunwoo chilló de dolor cuando el Enfermero comenzó a masajear su pierna. El primer tiempo había terminado y ahora tenían quince minutos para pensar si seguir o abandonar la cancha.

Jungkook respiraba pesado en una de las esquinas, estaba dando todo de sí mismo sin embargo no era suficiente. Miró a sus compañeros, no parecían haber jugando un maldito partido, parecían haber salido de una pelea de bandas.

—Abandonemos.

Todos se giraron hacia el pelimorado impresionados.

—Jungkook...

—No podemos jugar contra ellos, están siendo agresivos y estoy seguro que alguno de nosotros terminará en el hospital. No me arriesgare a perder un jugador.

El vestíbulo quedó en silencio. Hoseok miró a Wonho, el entrenador pensaba en las palabras de su capitán. Estaban siendo coherentes, por más dolor y vergüenza, que les cause abandonar era una opción.

—No —Hoseok murmuró dirigiendo su vista a Jeon—. Podemos hacerlo.

—Hobi...

—Escuché... Escuché que apostaron mucho dinero por ellos, si pierden la secundaria desaparecerá. El director se gasto todo el dinero y devolverlo le tomará toda su vida. Si lo hacemos... si lo logramos ellos no volverán a jugar jamás.

Jungkook suspiró mirando hacia el techo, estaba siendo más complicado de lo que pensaba, pero dios, si lograban hacer perder al equipo contrario, ninguno de esos jugadores volverían a tocar una cancha jamás con la fama que tenían. Dirigió su vista al entrenador y este estaba pensativo.

—Entrenador ¿que opina?

—Se esforzaron mucho entrenando, pero no creo que sea para esto, chicos. Sin embargo es su decisión.

Todos se miraron entre si. Asintieron.

—Pero y Eunwoo...

—Lo remplazare —exclamó Hoseok. 

Jungkook cerró los ojos comenzando a rezar.

...

Jimin miraba aterrorizado hacia las puertas que daban hacia el pasillo del colegio. Los chicos ya deberían haber salido si embargo no había rastros de ellos. Los rumores de que habían abandonado el partido se esparcieron por la tribuna tan rápido como un gas lacrimogeno.

—Estoy preocupada —Jisoo, su compañera de clase murmuró a un lado suyo. Estaba de acuerdo.

Los gritos y exclamaciones no tardaron en llegar, confundido miró hacia la puerta y las panteras salían con la frente en alto.

Pero Jimin Taehyung se quedaron pálidos al ver a Hoseok con el uniforme y el casco en su mano.

—No me jodas. 

El segundo tiempo comenzó y no pasaron ni cinco minutos cuando un jugador del equipo del centro juvenil tecleó a Jeon. Habían encontrado la cabeza de las panteras. Durante veinte minutos se encargaron de intentar lesionarlo, ambas tribunas gritaban asustados, el partido se volvió violento.

Las autoridades miraban sin decir nada, Jimin no era alguien violento pero le causaba cólera su tranquilidad.

Hoseok corrió en el lateral derecho con el balón, su respiración estaba acelerada y podía escuchar los gritos de sus padres diciéndole que lo iban a desheredar y mandarlo a un internado. Vio a su costado un cuerpo gigante tirarse al suelo y intentar tirarlo pero saltó y quiso gritar del susto. Parecía una guerra.

Jungkook recibió el balón segundos después, él marcador estaba empatado para su suerte no podía  anular los puntos limpios que hacían. Sus piernas se movieron rápidamente hacia la línea de punto, sin embargo antes de llegar, tres tipos se tiraron encima de él.

El árbitro por primera vez hizo sonar el silbato a favor de ellos.

El capitán soltó un alarido de dolor y  juró escuchar jadeos asustados de sus atacantes. Jackson quien estaba más cerca, miraba paralizado a Jeon tirado en el suelo.

Las personas en las tribunas gritaban a los directivos que hagan algo y al parecer, lograron dar un poco de humanidad porque el partido se paró.

Al igual que el corazón de Jimin. 

Hoseok negó mirando como el tobillo del capitán parecía haberse salido de lugar, los médicos entraron rápido a la cancha con una camilla.

Jimin seguía sin moverse. Podía escuchar a todos gritar, a Taehyung hablarle, pero su vista estaba fija en el rostro de dolor y decepción del capitán.

Subieron a la camilla a Jeon, y los abucheos para el equipo del centro juvenil no tardaron en llegar.

Habían perdido el partido.

Jeon hizo que aquel empate desapareciera. 

Pero nadie, absolutamente nadie festejó. Los gritos de dolor de Jeon opacaron todo tipo de sentimiento positivo. 


Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora