Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©

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Suficiente

Jimin jamás fue a una fiesta de hallowen. 

Ni cuando era pequeño salía de su casa para pedir dulces ni cuando era un puberto hizo bromas con sus amigos; porque no tenía amigos y las bromas se las hacían a el.

La ansiedad social lo llevó a ese rincón oscuro de la sociedad, donde nada ni nadie podía perturbar su espacio. Aunque siendo sincero, siempre quiso ir a una fiesta de esas, disfrazarse y tomar alcohol de dudosa procedencia, sonaba mal, solo por curiosidad.

Había días dónde miraba por la ventana, las calles estaban decoradas con telarañas y momias, los niños iban de puerta en puerta gritando "dulce o truco". Quería ser parte de eso.

Pero no podía.

Su mente era su peor enemiga en ese tipo de situaciones. Aunque ahora está mejor, aún tiene miedo que lo traicione y deje salir tantos pensamientos negativos para hacerlo colapsar.

—Tae... no me voy a poner eso — .Jimin miraba aterrorizado las prendas en la mano de su amigo.

—¡Vamos, te veras lindo y sexy!

—Es que es muy —hizo una pausa— ya sabes, demostrativo. Mejor podría vestirme de rana.

Taehyung rodó los ojos ignorando la misma petición número cuatrocientos.

—Te vas a ver bonito, confía en mi —le dijo mientras se acercaba al rubio y le tomaba las mejillas para estrujarlas. Jimin suspiró aceptando.

...

—No, definitivamente no.

—Jimin, te ves bien.

El rubio negó aún mirándose al espejo. Se estaba mentalizado que el disfraz era demasiado para el y su introvertida personalidad, pero...

En el fondo se sentía sexy.

¡Pero, dios, era demasiado! Ni siquiera sabía si era algún personaje de un juego o anime, o si solo era una combinación de muchos.

Se te reirán.

No.

—Jimin —Taehyung soltó un suspiró bajito y lo abrazo por detrás—, te vez hermoso, sexy y llamativo.

—No quiero llamar la atención, no me gusta...

—Minnie, es una fiesta de disfraces, a nadie le interesa de que te vistes. Seguro que estarán más pendientes de si mismos.

—¿Tu crees? —murmuró inseguro.

Taehyung asintió. —Todo esta aquí —le toco la cabeza.

Jimin, comenzó a escanear su cuerpo. No se veía tan mal.

En su cabeza, tenía una dos grandes orejas de zorro blancas, su cabello rizado y por fin, decolorado por completo; por lo que había solo rubio y no su color natural. Sus ojos tenian un leve delineado y sus labios brillaban.

Bajo a su torso y se sonrojó. Solo tenia un arnés: ni siquiera tapaba su estomago. La tira tapaba sus pezones y iba hasta su cuello rodeándolo, lo bueno era que tenía un seguro en el medio que cruzaba su pecho, era una tira muy finita. Su cuello era rodeado por un a tela pomposa rosada al igual que sus codos.

Y abajo... eso era lo que más inseguridad le causaba.

Tenía un short blanco, muy corto y debajo unas medias negras. El short no tapaba su vientre bajo, pero si subía por sus caderas con formas circulares. Su pierna derecha tenía también aquella rosada tela pomposa.