Extra I: 2/3

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Crisis

El primer día de practica no fue tan caótico.

—¡Carajo Jungkook, tu hija corre cinco veces más rápido! —Rugió Hoseok.

O bueno, si para el capitán.

Jungkook corría esquivando a sus propios amigos, habían armado dos equipo entre ellos para practicar y digamos que, todos estaban más sedientos de victoria que nunca. Por eso, parecía que jugaban mejor que antes.

—¡Más rápido papá, el tío Jackson te está pateando!

Un "uuh" se escuchó de parte de todos y Jungkook arrugó la nariz mientras apretaba el balón en su mano y corria más rápido. Jimin se rió. 

—Le apuntaste bien —La niña le sonrió inocente. Taehyung negó a su lado: eran tal para cual. 

Jungkook anotó una vez más y festejó sacandole la lengua a Wang quien sólo se rió y se tiró al suelo agotado, al igual que todos.

—Hace mucho no me sentía con tanta energía —comentó Eunwoo—, siento que puedo correr nueve kilómetros.

Todos estuvieron de acuerdo.

Los días siguientes fueron igual de agotadores y energéticos. A pesar de que nadie lo quería admitir: habían necesitado eso. Ese deporte que los hizo libres y los unió como hermanos en la adolescencia, lo necesitaban ahora a sus casi cuarenta años.

El trabajo los tenía ahogados, las responsabilidades de adultos y todo lo que conlleva, el estrés que sentían, todo quedaba en el olvido cuando entraban al campo. Solo eran ellos y sus familias.

Y mientras Jungkook practicaba, Jimin intentaba no colapsar.
Fue un jueves, dos días antes del campeonato donde Jungkook lo notó. 
La forma en la que sus manos temblaban cuando hacia cualquier cosa, aquel leve tartamudeo que aveces se le escapaba, la manera en la que rechazaba las salidas con sus amigos y se quedaba en casa, todo hizo que Jungkook se preocupara en demasía.

Estaban sentados en el sofá mirando una película, no, ninguno miraba la película. Jimin estaba metido en sus pensamientos mientras que Jungkook estaba esperando para preguntar, pero no pudo aguantar mucho.

—Amor, ¿Sucede algo?

El murmullo hizo que Jimin se sobresalte, Jungkook se sintió de alguna manera triste por eso ¿que pasaba?

—Ah, n-no es nada importante —replicó aclarandose la garganta.

—Mimi... —Jeon se giró hacia el por completo y lo miró directo a los ojos sonrojando al menor. Sonrió ante eso, aún luego de tantos años su esposo seguía con ese hábito. —Puedes confiar en mi, yo te amo ¿si? Te amo en todos los sentidos posibles.

Inmediatamente, el labio inferior del menor sobresalio y sus ojos se cristalizaron. Jungkook suspiró y lo atrajo en un abrazo haciendo que Jimin rompa en llanto.

Con paciencia, le acarició el cabello y la espalda, le dio besos en la frente y en las mejillas, pero Jimin no dejaba de llorar.

—¡E-estoy preocupado! ¡y t-triste!

Jungkook apretó los labios y luego preguntó.  —¿Por qué, ranita?

Jimin sobrio su nariz y miró a su esposo. —La academia de danza de Seúl quiere tenerme para un s-solo en el próximo evento que van a realizar.

Jungkook saltó de su asiento y lo agarró de los hombros, lo miró con ojos gigantes y casi comienza a reír. Su pecho burbujeo de una manera hermosa.
La academia de Seúl era uno de los objetivos de Jimin hace unos años, era un lugar prestigioso y muy famoso, las oportunidades llovían en ese lugar.

Captain ❁ཻུ۪۪ Kookmin Au ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora