Capítulo 38: Reinicio. (Final)

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Después de un largo trayecto de viaje llegan a la ubicación donde será el velorio. Nataly se coloca unos lentes oscuros y baja después que sus padres descienden del auto.

—Sé que no querías venir, mi amor. Pero debes estar aquí—comenta Paola mientras toma de la mano a su hija y caminan.

Fuera del inmueble se encuentra amigos de Alberto, algunos de ellos aún visten el uniforme de policía. Amigas de Paola y Nataly, sin mencionar a la familia que ya llegó desde hacía horas.

Después de estar con su parientes y amigas, Nataly camina hacia el salón y se sienta junto a una de sus primas.

—Carajo, muchas cosas que vivimos juntas cuando éramos pequeñas. Recuerdo cuando juntábamos, lastima que al crecer nos distanciáramos tanto—comenta Katy secándose las lagrimas.

—Ella y yo siempre recordábamos esos momentos, fue cool—responde Nataly al mismo tiempo que se pone de pie cuando ve venir a una de sus tías.

—Mi niña—la abraza. —Lo siento mucho, de verdad. En cuanto me enteré intenté comunicarme contigo pero me dijeron que estabas durmiendo, te deje descansar—le dice mientras la tiene de frente y luego le da un beso en la frente.

—Gracias, tía—sonríe.

—Ahora solo quedaste tú, y se que será muy difícil no tener a tu par. Si algún día ocupas algo, vacaciones, un lugar donde quedarte, charlar, despejarte o algo... llámame—aprieta fuertemente sus manos y sonríe dulcemente.

Damian, Isabel y Karen llegan al velorio, ingresan lentamente y saludan de manera fría a los pocos que conocen, rápidamente se acercan a la madre de Paola y dan el pésame, ven a lo lejos y en un rincón, a Nataly; se nota con su mirada perdida y la cabeza en dirección al suelo.

Damián se sienta a un costado de ella, Karen e Isabella del otro lado.

—Chicos... están aquí...—sonríe al verlos mientras gira su cabeza para observar a los 3.

—Claro que estamos aquí—responde Damián con una sonrisa.

—Siempre estaremos para ti—agrega Isabella y Karen asiente.

—Se los agradezco mucho—responde mientras controla sus ganas por dejar escapar las lágrimas.

—No hay nada que agradecer, para eso son los amigos...

Después de una hora de charlas, recuerdos y anécdotas con Johanna, Nataly se percata de la visita de dos personas que ella recuerda muy bien, Alejandra Arreola y Kevin Meza, las personas que salvaron a Johanna en el pasado.

—Disculpen chicos, ya vuelvo—se levanta y camina hacia Alejandra y Kevin.

Se acerca a ellos e instintivamente sonríe al acercase. —Hola, gracias por estar aquí...—comenta a ambos mientras se apartan un poco a la izquierda cerca de la pared para que los demás puedan caminar.

—Lo sentimos tanto, Nataly—exclama Alejandra.

Kevin aún con su uniforme de enfermero saluda a Nataly da sus condolencias. Ella les agradece a los dos cuando nota que Alejandra se le salen algunas lágrimas. —Al enterarme no pude evitar pensar en algo, en que sí hubiésemos actuado a tiempo ella estaría aquí, si nosotros la hubiéramos salvado antes...

De La Mafia Al Sexo Opuesto / TGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora