Taehyung abre la puerta y su expresión es sombría al verme. No luce contento por mi presencia y lo entiendo. No me arrepiento de haber golpeado a Minho en absoluto, pero me arrepiento de haber hecho sentir mal a Taehyung. Es por eso que no quiero generarle más problemas.
—¿Qué quieres? —pregunta sin esforzarse en ocultar su enojo y aprecio eso. Hago una mueca.
—Quiero disculparme con Minho y contigo.
—Minho no está en casa. Casi le rompes la nariz —murmura y se cruza de brazos. Ya no se ve enojado, sino más bien angustiado y me odio por tener cierta culpa de eso.
—Entonces me disculparé contigo primero. Lo lamento, Taehyung. He sido impulsivo y muy inmaduro. No debí meterme pues es tu relación, no la mía. Hace días que tengo problemas con Minho y eso me hizo estallar. Lamento todo eso —digo con honestidad y suspira. Asiente y se hace a un lado.
—Pasa, Jungkook, puedes esperar a que él llegue —susurra y obedezco.
Nos dirigimos a la cocina y noto todo donde no debería estar. Las latas con comida se encuentran apiladas sobre la encimera, lo que se supone que debe estar en el refrigerador está sobre la mesa y los utensilios se encuentran esparcidos junto al lavabo. Los platos también están sobre la encimera y siento una presión en el pecho.
—Estaba ordenando, siéntate —dice en voz baja y hago caso. Lo miro mientras se mueve apresurado por la cocina y saca todo de los gabinetes.
—Eh ¿Tae? —voltea a verme— ¿Por qué haces esto?
No responde nada y continúa. La situación se me hace conocida y mi preocupación incrementa. Me levanto y me acerco a él, que se concentra en alinear las botellas una al lado de la otra, con prolijidad. Toco su hombro una vez pero no se inmuta. Tomo su brazo y se da la vuelta, luciendo exasperado.
—¡Estoy ocupado! —exclama y retrocedo un poco—. Lo siento... lo siento. He peleado con Minho y...
—Está bien —me acerco otra vez y lo atraigo a mí, envolviendo su cuerpo con mis brazos. Dejo leves caricias en su espalda.
—Déjame terminar de ordenar —suplica susurrando y niego con la cabeza.
—Tae, respira profundo —siento los latidos acelerados de su corazón y eso no me gusta.
—No, Jungkook, estoy ocupado —intenta alejarse pero no lo dejo. Me empuja— ¡Jungkook!
—Tae, está todo bien, no necesitas ordenar todo esto.
Me ignora por completo y cumple sus necesidades. Se sube a una silla y empieza a guardar las latas en los gabinetes, junto a los platos y las tazas. Muerdo mi labio inferior y paso mi mano por mi cabello, estresado.
—Taehyung, bájate —murmuro y parece que no existo para él en este mismo momento—. Tae.
Oigo la puerta de la entrada abrirse y corro a ella. Minho entra y cuando me ve suspira. La cierra y se cruza de brazos, mirándome con desprecio.
—Lamento todo, no debí golpearte. Hablaremos luego, Taehyung está ordenando la cocina obsesivamente y...
—Ah, suele hacer eso. Está un poco loco y lo sabes —me interrumpe y lo miro, atónito—. Disculpa aceptada, la próxima no seas un tarado.
Sube las escaleras y si no fuese por Taehyung, me aseguraría de romperle el tabique de la nariz ya que no pude hacerlo la vez pasada. Vuelvo a entrar a la cocina y él se encuentra guardando las botellas en la nevera junto con alguna comida. No sé qué hacer y estoy entrando en pánico.
Hace unos años Taehyung ha sufrido algunos problemas serios de salud. Fue hospitalizado unos meses después de conocerlo por razones que no nos quiso revelar en un principio pero que años después, luego de una recaída, nos confesó.
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You belong with me.
FanfictionTaehyung tiene un lindo matrimonio hace unos años, pero su pareja empezó a negarse a tener sexo con él y aquello lo desespera un poco. Su paranoia empieza a aumentar e investiga el causante, pero lo que se encuentra lo deja atónito. Y a Jungkook le...