16.

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Salgo de la escuela y noto que es temprano aún, por lo que decido dirigirme a una cafetería cercana para merendar algo. Entro al local y me acerco a la caja, donde ahí pido un café y una porción de pastel de chocolate.

Una vez pago lo que debo y me conceden el pedido, me siento en un sillón con una mesita en frente, en la que apoyo mis cosas. Le doy un sorbo a mi café y me acomodo contra el respaldo, disfrutando la paz y soledad.

No dura mucho la tranquilidad que tanto estaba deleitando cuando la puerta de la cafetería se abre y puedo ver a una persona muy conocida entrar de la mano con otra. Hago una mueca y los observo con atención.

Jungkook paga las bebidas de los dos y luego deja un beso en la boca del otro chico, lo cual logra que una presión se instale en mi pecho. Aprieto mis puños con indebida fuerza y veo como se sientan no tan cerca mío.

Mi corazón se sacude cuando sus ojos se posan sobre los míos. Veo su expresión cambiar y abre su boca, sorprendido. Luego, alza las cejas y mueve su cabeza hacia arriba, saludando. Yo levanto mi mano y la muevo, devolviendo el saludo.

Le doy una mordida a mi pastel y me levanto, con el café en mi mano. Estoy dispuesto a irme, pero oigo que se aclara la garganta.

—¿No vas a saludar? —interrumpe mi acto y lo miro. Finjo una sonrisa.

—Hola —respondo y estrecho mi mano con la del otro chico—. Taehyung.

—Yeehun —dice.

—Yeehun, él es un amigo mío de hace muchos años —Jungkook menciona—. Taehyung, él es mi novio.

—Ah —asiento y sus palabras me desconciertan y queman mi piel—. No sabía que tenías novio, me alegro mucho por ustedes dos.

—¿Cómo estás?

—Bien —tenso mi mandíbula.

—Me alegro.

—Adiós, Jungkook —miro al otro—. Adiós, Yeehun, eres precioso y fue un gusto conocerte.

—¡Gracias! Igualmente.

Muerdo mi labio inferior y me doy la vuelta para irme. Siento mi vista nublarse debido a las lágrimas y las limpio, pero éstas no dejan de caer y pronto me encuentro llorando como un niño perdido en un parque de diversiones.

Por alguna razón, ver a Jungkook después de todos estos meses me ha hecho sentir terrible, pero verlo acompañado con alguien más agravó aquella sensación.

Lo he extrañado demasiado, aún lo hago y es difícil cerrar mis ojos cuando lo único que pasa por mi mente es su rostro tan bonito. Cada vez que quiero dormir se me hace imposible porque sólo puedo pensar en sus manos aferrándose a mi cuerpo y en su boca marcando cada rincón del mismo.

El hecho de que ya no pueda tenerlo de esa manera y de que alguien más es el afortunado, me hace sentir enormemente devastado. Toda la energía que tenía se desvaneció.

A la mierda, Minho. Estoy muy triste a su lado y, a pesar de que ya sé como hacer para que las cosas que dice no me hagan daño, cada vez me encuentro más cerca del abismo.

No puedo evitar imaginarme como hubiesen sido las cosas si Jungkook hubiese perdido la timidez y me hubiese invitado a salir primero. Yo habría aceptado de inmediato porque desde el momento número uno que captó mi atención.

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora