09.

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Abro mis ojos y siento un fuerte dolor de cabeza, junto con unas náuseas que me dificultan sentarme. Luego de mucho esfuerzo, lo consigo y me apoyo contra la cabecera de la cama. Miro a mi alrededor y me sorprende el hecho de que me encuentro en mi casa.

La puerta de mi habitación se abre y veo a Taehyung. Me siento sumamente avergonzado cuando se acerca con una bandeja en la que hay comida, una taza y una pastilla. Esboza una dulce sonrisa y se sienta a mi lado, dejando la bandeja sobre mi regazo.

—Buenos días —saluda y tomo la pastilla de inmediato.

—Hola... ¿Qué haces aquí? —pregunto y abre la boca, sorprendido.

—¿No recuerdas? Un chico te trajo hasta aquí y luego me ha llamado. Dijo que no parabas de insistir con que me querías aquí y bueno...

—Oh, no, mierda —cubro mi rostro, apenado.

—Toqué la puerta y me abriste. Te traje a tu habitación y comenzaste a llorar hasta que te dormiste.

—¿Estuviste aquí toda la noche? —murmuro, sin poder mirarlo.

—Sí, dormí en el sofá, espero que no te moleste.

—No, claro que no... —lo observo y sonríe. Señala la comida.

—Debes tener el estómago vacío, el chico me dijo que vomitaste en toda la acera.

—Oh, pobre Jason.

—¿Quién es él? —pregunta.

—No sé, nos conocimos ayer y el resto es confuso. Supongo que le he arruinado un poco la noche.

—Sí, la verdad —ríe ligeramente y hago lo mismo—. Lo importante es que estés bien.

—Gracias por venir, lamento que hayas tenido que hacerlo.

—Estamos a mano —responde y acaricia mi hombro, lo cual me consuela—. Además, eres un borracho muy entretenido. No eres como...

Aclara su garganta y lo noto incómodo. Sacude la cabeza y continúa hablando.

—Estuviste cantando canciones de disney mientras llorabas.

—¡Oh, no! —lloriqueo y suelta una carcajada.

—Desde que nos conocemos que eres el mejor borracho.

—Ridículo.

—Tierno, diría yo.

Siento el calor ascender en mi rostro y puedo darme cuenta de que mis mejillas deben estar pintadas de un fuerte color rosado. Comienzo a comer, intentando no pensar mucho en todo lo que previamente me llevó a ese bar.

—Jungkook ¿Estás bien?

—Sí, claro que sí, esto está delicioso.

—Gracias. Pero, uh... —aclara su garganta—. Nunca sueles beber tanto ¿Qué ha pasado?

—Sólo... estoy muy estresado.

—No tienes que beber de esa manera, es muy dañino. La próxima que te sientas así debes intentar tomar un baño, mirar una película, ir a un restaurante... Hay muchas maneras de liberar el estrés y una es cuidarse a uno mismo. Llévate a pasear —dice y siento un nudo en mi garganta.

—Tienes razón, fui muy inmaduro. Lo siento.

—Descuida —sonríe y mi corazón se sacude frenéticamente— ¿Por qué querías que venga? Digo, no me molesta, pero tienes a muchísimos amigos que te cuidarían.

Porque te amo.

—A-ah, no sé, no recuerdo.

—Bueno, no pasa nada. Debo irme a casa, tengo muchas cosas que hacer, pero llámame si necesitas algo ¿De acuerdo?

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora