19.

399 52 7
                                    

Me despierto porque oigo una voz un tanto lejana. Me siento y noto que no me encuentro en casa de Jimin, sino en aquella cama en la que tantas mañanas amanecí y en la que tantas noches pasé, acurrucado con el dueño. Mi cuerpo se siente débil y me duele muchísimo la cabeza, me levanto y camino hacia la cocina.

Jungkook se encuentra cocinando mientras canta alguna canción de Rihanna. No tiene remera y está usando un pantalón que cubre hasta sus rodillas. Puedo notar un tatuaje en su hombro y sé que es reciente porque conozco cada pintura que decora su lindo cuerpo.

-Hey -digo y voltea a verme. Me dedica una sonrisa encantadora y mi corazón se sacude con vigor ante aquello.

-Hola, Taehyung.

-¿En qué momento llegué aquí?

-¿No te acuerdas? -niego con la cabeza mientras deja una taza con café en mis manos, el cual no tardo en beber-. Me llamaste porque un chico te estaba hablando y fui a buscarlos. Iba a dejarlos en casa de Jimin pero te negaste porque querías venir aquí.

-Oh. Lo siento -hago una mueca.

-Descuida. Pero... se me hizo raro ¿Te estás quedando en casa de Jimin?

-Sí, uh, no tenía planeado hablarlo contigo aún -me siento en la mesa y hace lo mismo, dejando platos con comida sobre la misma-. Minho y yo nos separamos.

-Oh -sonríe-. Es muy malo oír eso, lo lamento.

-Estás sonriendo.

-Sí, perdón -aclara su garganta- ¿Cómo te sientes?

-Bien, supongo -suspiro-. Hace una semana que hemos hablado y estamos preparando todo para el divorcio. Quiero hacerlo lo antes posible y el esposo de Jimin es abogado, por lo que me ayudará a que todo el proceso sea rápido y me beneficie.

-Eso es genial.

-Lo sé. Sigue siendo raro pensar en que no estaré casado y que volveré a estar soltero -lo miro a los ojos y siento mariposas en el estómago-. Y sobre nosotros...

-Lo sé -sonríe-. Entiendo. No quiero que te sientas presionado, tampoco.

-Gracias, Jungkook. De verdad me gustas, pero esto es muy reciente y no estoy listo...

-No te preocupes, Taehyung. No tienes que casarte conmigo de inmediato, tómate tu tiempo -muerde su labio inferior y luego pasa su lengua por este, jugando con el piercing en su boca-. Pero debes saber que estoy más que dispuesto a que follemos sin compromiso.

-... Oh -trago saliva y suelto una risa nerviosa-. Está bien. Es bueno saberlo... creo.

-Puedes tomar una ducha si lo deseas -se levanta-. Debo limpiar las sábanas que vomitaste.

-Oh, dios.

Se ríe suavemente y desaparece por el pequeño cuarto donde se encuentra su lavadora. Yo me dirijo al baño y cierro la puerta.

Desde que Jungkook tiene su departamento que habito éste con frecuencia. No es sorpresa para nadie que ya cuento con un cepillo de dientes y una toalla para usar cada vez que lo visito. Y lo mismo es en la casa que tengo con Minho.

Me lavo los dientes debido a que la combinación de alcohol, vómito y recién despierto es sumamente repugnante y pronto dejo que el agua de la ducha empiece a fluir. Me quito lo que llevo puesto, que consiste en ropa interior y una remera de Jungkook, y me meto a la tina.

Agradezco mucho que él sea tan comprensivo y que no quiera apresurar las cosas para que estemos juntos. Me gusta muchísimo y lo quiero bastante, pero ni siquiera estoy divorciado y no puedo ponerme a pensar en una relación amorosa. Sin embargo, la idea del sexo sin compromiso no se me hace tan mala.

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora