24.

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Me despierto debido a la luz solar que se asoma por la ventana e ilumina toda la habitación. Miro hacia un lado y noto a Taehyung dormir plácidamente como un bebé, sus labios se encuentran abultados y su respiración es armoniosa. Paso mi mano por su cabello y dejo un beso en su cabeza.

Si hace unos años me hubiesen dicho que estaría despertando junto a Taehyung, me desmayaría en el momento.

Me siento la persona más afortunada del mundo teniéndolo a mi lado y estoy más que agradecido por lo bien que me hace sentir. Lo que más me gusta es que cada día aprendo algo nuevo con él, cada día me hace ser una persona mejor y estoy orgulloso de mí mismo también por serlo.

No puedo evitar pensar en todos estos años viéndolo de la mano con alguien más y lo doloroso que aquello fue. Hasta que lo tuve en mis brazos por primera vez, no me di cuenta de lo tanto que necesitaba hacerlo.

Yo creo, verdaderamente, que Tae siempre perteneció conmigo y yo siempre pertenecí con él porque en el instante en el que nuestros cuerpos se rozaron supe que estábamos hechos el uno para el otro.

Me levanto de la cama y saco del armario ropa mía que tengo guardada en su casa. Me encierro en el baño y dejo que el agua tibia caiga sobre el mármol. Me miro en el espejo y noto lo desastroso que me veo.

Mi cabello se encuentra disparado hacia distintas direcciones, mis labios están hinchados y tengo marcas en absolutamente todo el cuerpo. Desde chupones hasta rasguños y quemaduras. Sonrío inevitablemente.

Entro a la ducha pero me veo obligado a bajar la temperatura del agua debido a que, estando caliente, golpea en aquellos lugares que tengo sensibles debido a la noche anterior. Ahora entiendo a Taehyung cuando me dice que no puede sentarse o que la ropa contra su piel genera una fricción dolorosa en las marcas.

Es una consecuencia que tenemos que aguantar pero, siendo sinceros y sin querer admitirlo, nos gusta.

Termino de ducharme y me coloco una crema para aliviar el dolor. Me visto con cuidado y bajo las escaleras luego de tomar el canasto con ropa sucia. Me dirijo al lavadero y coloco toda la ropa en la lavadora.

Subo las escaleras otra vez y me siento junto a Taehyung porque sé que le gusta despertarse conmigo a su lado.

No tarda en hacerlo. Abre sus ojos lentamente y lo primero que hace es estirar su brazo y abrazarme. Suelta algún ruido somnoliento que me llena de ternura y se acurruca contra mi cuerpo. Siempre hace eso y me parece muy adorable.

—Mmmhh —suspira—. Buenos días.

—Buenos días ¿Dormiste bien?

—Sí ¿Y tú?

—Bien.

Levanta su cabeza y me mira. Sus ojos oscuros me generan escalofríos y siento la temperatura en mi rostro subir. Esbozo una sonrisa y hace lo mismo. Pasa sus dedos por los rasguños en mis brazos.

—Uh —se sienta— ¿Me excedí?

—Está bien —acaricio su mejilla—. No me molesta.

—Lo siento —sonríe juguetonamente y sacude sus hombros—. Ahh, tengo que lavar la ropa y las sábanas.

—Descuida, ya lo hice.

—¿En serio? Gracias —dice—. Ahh ¿Qué hora es?

—Las ocho.

—Ugh —se levanta y comienza a vestirse. Me mira por encima de su hombro— ¿Vas a quedarte mirando?

—¿Puedo?

—Sí —ríe y comienza a maquillar su rostro, delicado.

—Por más de que adoro verte, tengo que hacer el desayuno ¿Algo en específico que quieras?

—Lo que tú prefieras, Kookie.

—Bien.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina. El resto de la rutina matutina pasa tranquila. Los dos desayunamos un poco rápido porque Taehyung tiene que ir a la escuela a trabajar, yo entro un poco más tarde por lo que aprovecho para doblar la ropa limpia y guardarla una vez pasa por la secadora.

A veces detesto el mundo real y me gustaría que ninguno de los dos tenga que trabajar, que podamos quedarnos acostados en la cama conversando, besándonos o teniendo sexo, comiendo comida chatarra y mirando películas. Pero no podemos y eso me molesta mucho.

Salgo de su casa procurando apagar todo y cerrar todo. Le envío un mensaje para que se quede tranquilo y me subo a mi auto para irme.

Mientras manejo, el semáforo se pone en rojo y debo esperar. Miro a un lado, noto que hay una iglesia y de allí salen dos personas sosteniendo sus manos con mucha gente alrededor. La mujer lleva un vestido largo y blanco y el hombre usa un traje muy agradable. Mi corazón se sacude ante la escena.

Se ven enormemente felices de aquel suceso y no puedo evitar sentir un poco de envidia. Puedo imaginarme en esa misma situación y me emociono como si estuviese viendo una película triste, de esas que te sacan las esperanzas de vivir.

Mi mente no lo controla y termina pensando en Taehyung. Podría hacerlo. Podría hacer esa rutina todas las mañanas y podría volver a mi casa luego de un largo día para al menos dormir a su lado. Podría pasar el resto de mis días a su lado y acostumbrarme a que mis días sean iguales, nunca van a ser aburridos mientras sean a sus lados.

Podría envejecer a su lado.

Oigo algunas bocinas y eso me trae de vuelta a la situación. Vuelvo a manejar con un pequeño nudo en la garganta pero decido no prestarle mucha atención. 

Recuerdo aquella discusión de hace tiempo cuando con Taehyung no estuvimos de acuerdo en el tema del matrimonio. Entiendo que no tengo que insistir, no quiero ser pesado, pero he soñado toda mi vida con casarme y me duele un poco pensar en que él no quiere hacerlo.

Lo amo, lo amo muchísimo, pero no me gusta la idea de no poder conceder aquello que he anhelado desde siempre. Tal vez es un sueño que tenga que sacrificar para poder estar con él, tal vez tenga que darme por vencido y aceptar el hecho de que no voy a casarme nunca porque no pienso dejar a Taehyung.

—¿Y esa cara? —pregunta Yoongi apenas llego al hospital— ¿Mala noche?

—No, estuve con Taehyung —suspiro.

—Oh no ¿Discutieron?

—No, no. La pasamos muy bien. Es sólo que... no puedo evitar pensar en que quiero casarme y Taehyung ha dicho que no quiere volver a hacerlo. La última vez que hablamos del tema nos peleamos muy fuerte y decidimos no hablar de eso otra vez hasta que las cosas sean serias.

—¿Y volvieron a hablar de eso? Llevan mucho tiempo saliendo.

—No, pero no sé si quiero hacerlo. No estoy listo aún para dejar ir eso. Amo muchísimo a Taehyung, pero quiero casarme desde que tengo memoria y no poder hacerlo es... frustrante ¿Sabes?

—Mira, tal vez haya cambiado de parecer, ha pasado tiempo desde que hablaron de eso. Las personas cambian y quizás él quiera casarse contigo.

—¿Tú crees? —cubro mi rostro—. No sé, no sé. No creo que haya cambiado de parecer.

—Si no le dices no lo sabrás. Y si nunca llegan a un acuerdo, hay muchísimas personas en el mundo que quieren lo mismo que tú y con las que puedes estar.

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora