23.

366 38 4
                                    

Abro la puerta y veo a Jungkook detrás de la misma. Está utilizando una camisa blanca que se apega a los músculos de su pecho y brazos junto con un pantalón negro ajustado. Puedo notar que ha vuelto de una cena importante de trabajo y me dedica una sonrisa encantadora, seductora, para luego entrar a mi casa y cerrar a sus espaldas.

Hace seis meses que comenzamos a ser novios y me encuentro sumamente contento sabiendo que llevamos aquella etiqueta. Mi novio, mi novio, mi novio.

Pasó un tiempo y aún así sigo emocionandome como la primera vez cada vez que pienso en que tengo a Jungkook como mi pareja y no hay nada en el medio que me lo impida. Lo amo mucho y sé que es mutuo.

Me sigue sorprendiendo que no se canse de demostrar lo mucho que me ama. Es una persona muy romántica y apasionada, lo cual me deja más que satisfecho. Se nota en absolutamente todo lo que hace, la manera en la que me mira o la forma en la que habla con cursilerías y tonterías que buscan sacarme una sonrisa en mis días grises.

Me gusta mucho que me haga el amor. Nosotros siempre nos quisimos muchísimo y eso no es sorpresa para nadie, pero cuando follábamos había siempre una barrera en el medio y no lográbamos involucrar tanto lo emocional. Si bien luego de tener sexo siempre nos acurrucábamos tal noviazgo, nunca se pudo sentir de esa manera para ninguno.

Sin embargo, ahora es diferente. No estamos follando tristes, enojados y desesperados. Nos entregamos el uno al otro con pasión, lujuria y muchísimo amor. Sigue siendo bueno y, debo admitir, mil veces mejor porque luego de que tenemos sexo no siento culpa y siento que estoy en donde pertenezco. 

Actualmente estuvimos una semana entera sin vernos. Yo conseguí trabajo en otra escuela más y él sigue con su deber de médico cirujano. Siempre encontramos un espacio para vernos, pero estos días fueron complicados. Estoy seguro de que lo solucionaremos.

Me abraza con fuerza y esconde su rostro en mi cuello. Inhalo el olor que emana su cuerpo y cierro mis ojos, aferrándome a su espalda mientras sus manos se apoderan de la mía.

—Dios, te extrañé —suspira y suelto una risa.

—Estamos exagerando.

—No me importa —se separa y me mira. Acaricio su rostro y me acerco al mismo.

Uno nuestras bocas en un beso un tanto ansioso y pegajoso. Abrazo su cuello con mis brazos y él hace lo mismo con mi cintura, acercándome y generando que no haya distancia entre nuestros abdómenes. Pasa su lengua por mi labio inferior y lo muerde, haciéndome delirar.

—Te tengo una sorpresa —digo, interrumpiendo el beso, y me alejo. Tomo su mano y subo a mi habitación, lo empujo en la cama y se apoya sobre sus codos mientras una sonrisa grande se asoma en su rostro.

Me quito la bata que cubre a mi cuerpo y no puedo evitar reírme, él también lo hace y asiente con la cabeza.

—Me siento muy estúpido —lloriqueo y toma mi cintura, acercándome.

—Te ves increíble —responde—. Eres un policía muy sexy.

—¿Tú crees?

—Absolutamente.

—Entonces vas a tener que obedecer a lo que voy a decir ¿De acuerdo? —menciono y muerde su labio inferior.

—Hecho.

—Acuéstate, ahí —señalo el medio de la cama y obedece de inmediato. Me acomodo a horcajadas encima suyo y le quito la corbata, para colocarla sobre sus ojos y así impedir que vea. Saco las esposas del bolsillo del uniforme y lo retengo contra la cabecera.

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora