18.

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—Buenos días... —se acerca y me siento en la cama, apoyando mi espalda en la pared. Deja una bandeja con comida sobre mi regazo y no tardo en comenzar a comer.

—Gracias —suspiro.

Se sienta en frente mío y comienza a quitar el maquillaje de mi rostro. Noto su expresión oscurecerse y me siento cohibido cuando recuerdo que Minho me lanzó algo en el rostro una vez que volvió ebrio a casa y ha dejado un gran moretón en mi mejilla. No lo sabe nadie pero supongo que ahora él lo sabe.

—Cariño... estoy muy orgulloso de ti ¿Sabías eso? —susurra y sigue limpiando mi rostro.

—Jimin, esto es una pesadilla.

—No, amor, recién estás despertando. Las cosas mejorarán y es un avance muy grande que hayas decidido terminar las cosas con él.

—Me lo quitó todo, Jimin —sollozo y mi pecho me duele—. Me quitó la sonrisa, me quitó a todos esos amigos con los que me peleé por su culpa. Me quitó las ganas de vivir, hizo que me despierte todos los días deseando que un auto me pase por encima. Me hizo muy infeliz.

—Y ahora es momento de que tú te hagas feliz, Tae. Sabes que yo te ayudaré con todo lo que necesites. Puedo pedirle a Nam que te ayude con el divorcio, es un abogado excelente.

—¿Volvió de su viaje? —pregunto y asiente—. Me vendría bien un poco de ayuda.

—Le diré, sabes que te quiere mucho y no dudará en ayudarte —acaricia mi cabello—. Eres muy fuerte, Taehyung. Has aguantado demasiado, esto no es nada ¿Sí? Eres un puto guerrero, estoy seguro de que podrás seguir adelante.

Sonrío.

—Gracias, Jimin. Lamento haber sido tan terco, sé que debí hacerte caso desde el primer momento.

—Ya puedo decir "te lo dije" —tararea y suelto una risa.

—Hay algo que no me deja tranquilo.

—¿Qué?

—Jungkook. Él me gusta demasiado y quiero ir a decirle.

—No creo que sea lo correcto aún. Deberías descansar y esperar a que el proceso del divorcio finalice. Si estás con Jungkook mientras tienes este problema en la cabeza, tal vez las cosas se salgan de control. Sé paciente y en cuanto esos papeles se hayan firmado, irás a sus brazos y serán felices por siempre.

—Tienes razón, será mejor esperar.

[...]

A pesar de que no estamos divorciados aún, me siento una persona libre. El haberme ido de la casa hizo que me sienta muchísimo mejor conmigo mismo sumándole el hecho de que estamos separados.

Me niego a ver a Minho de una manera que no esté relacionada al divorcio. Es por eso que luego de dos días lejos de casa, me ha llamado para dar como más que terminada nuestra relación. Si bien dijo cosas irracionales —como siempre—, se ha portado más maduro de lo esperado.

—Jimin, no me gusta esto —digo, aferrándome a su brazo mientras caminamos por la espaciosa casa. Hay mucha gente.

—Tae~ vamos, necesitas despejar tu cabeza.

—No sé si sea buena idea —susurro y nos sirve dos shots de tequila, los cuales nos finalizamos de inmediato—. Iugh. Tiene mejor sabor cuando la bebo del abdomen de Jungkook.

—¿Qué dijimos de nombrar a Jungkook?

—Perdón, perdón —me siento en unos taburetes y chasquea la lengua.

You belong with me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora